Caprichos del corazón

Capítulo 4 Daniela Calle.

-Estas cometiendo un error Ella-la delgada morena entraba en la habitación con una toalla secando su cabello y una bata de baño ceñida a su esbelto cuerpo- tus padres se van a cansar de tus caprichos y te van a cumplir eso de quitarte su apoyo.

-Mamá probablemente lo haga, pero mi papá nunca me va a dejar desamparada, soy su razón de ser y mientras yo se lo pida él me va a consentir en todo lo que quiera.

-Estás jugando con fuego guapa-se coloca a horcajadas sobre Daniela que aún estaba acostada en la cama revisando redes sociales, pero al sentir la fresca piel de la morena dejó el celular de lado y centró su atención en la chica con la que compartía piso en Italia-yo te aprecio, la hemos pasado bastante bien por el tiempo que llevamos en esta "relación-no relación" pero creo que deberías comenzar a pensar en que harás de tu vida.

-Despreocúpate Lala-comienza a acariciar las piernas de la chica por debajo de la bata- por el momento voy a continuar dándome la vida que merezco en Italia, tengo un par de pueblos a los que quiero ir, tengo listas mis cámaras y varias libretas para diseñar un par de colecciones, solo es cuestión de tener la inspiración adecuada- comienza a besar el cuello de la morena- vendrás conmigo ¿cierto?

-Por más que me guste la idea de recorrer la Toscana Italiana contigo-deposita un pico en sus labios y se pone de pie con dirección al walk-in closet con el que cuenta la habitación principal- los simples mortales necesitamos tener una forma de sobrevivir y no puedo desaprovechar la oportunidad que me está dando la casa de modas, así que mientras ellos me quieran, ahí estaré.

-Que aburrida eres, podrías tener todo conmigo, disfrutar de la vida y llegado el momento regresas conmigo y me ayudas a dirigir Soto Designs y tendremos nuestras vidas solucionadas.

- ¿tu plan es heredar la empresa de tus padres?

-Obvio, ¿quién mejor que la diseñadora Daniela Calle Soto para tomar el control de Soto Designs en el momento en que mis padres se retiren? Además, papá siempre ha dicho que todo lo que ellos hacen es para mí, así que solo tengo que regresar a casa y hacerme cargo.

-Tu madre te pidió que regresaras y decidiste quedarte ¿crees que vaya acceder a darte su empresa después de esto? –regresa la chica con un vestido primaveral, unas alpargatas, el cabello cepillado y toma asiento junto a la castaña- esta es tu oportunidad de regresar, comenzar a empaparte del trabajo que se realiza en la empresa y en un futuro tomar las riendas.

-Suenas como mi madre, ¿acaso no entiendes que soy un espíritu libre? Soy demasiado joven para encerrarme en cuatro paredes y dirigir un imperio.

- ¿es por eso que rechazaste la oferta de trabajo que te hicieron en De Luca?

-Querían que estuviera ahí todo el tiempo, todos mis diseños les pertenecerían, perdería mi libertad creativa ya que diseñaría lo que ellos me pidieran y sabes que eso no va conmigo.

-Ella, reconozco que eres una diseñadora completamente talentosa, sin embargo, las palabras responsabilidad y compromiso no se encuentran en tu vocabulario y eso para las grandes casas de moda cuenta demasiado.

-Ellos se lo pierden Lala.

-El talento no lo es todo, solo espero que el quedarte en Italia dándole la espalda a tu madre no te vaya a costar muy caro-la morena se despide, sale con dirección a su nuevo empleo y deja a una Daniela pensativa, se había quedado sin compañera de aventuras por lo que tendría que modificar un poco su ruta por la Toscana.

Las semanas comenzaron a pasar y mientras Daniela pasaba más tiempo fuera de Milán para pasear, tomar fotografías y buscar su inspiración, Lala se convertía en una de las consentidas de las pasarelas, a pesar de tener un contrato fijo con la casa de modas, se le invitaba a diversos eventos donde se le comenzaba a reconocer su trabajo, cosa que la hacía sentir en extremo orgullosa.