Capítulo 9 Duelos y Culpas

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-Esta será tu habitación-menciona María José abriendo la puerta para que Daniela entre en la espaciosa y blanca habitación, era martes al medio día y acababan de salir del hospital por lo que se estaban instalando en la casa Garzón- ya escuchaste al Dr. Villalobos, tienes que guardar reposo y tomarte tus medicamentos a sus horas. La maleta que está sobre la cama la trajo Valentina de casa de tus papás, el baño está a tu disposición con toallas, jabón y demás aditamentos, cualquier cosa que necesites le dices a Juanita y ella te puede ayudar- camina con dirección a la puerta de entrada una vez había mostrado la habitación a la castaña.

- ¿A dónde vas? -dice temerosa acariciando a Ramón, el cual descansaba en sus brazos- no pensaras dejarme sola ¿o sí?

-Yo no vivo aquí Daniela- la mira con un semblante serio- Ramón, vamos a casa pequeño- el perro comienza a moverse entre los brazos de Daniela hasta que esta lo coloca en el piso y el pug corre tras María José quien intenta tomarlo, pero le es imposible hacerlo con un solo brazo.

-Le voy a llamar al doctorcito para decirle que no le estás haciendo caso a sus indicaciones-Daniela saca su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón y se observa como lo desbloquea.

-No eres capaz, además yo estoy dada de alta desde antes, ya no puede hacer nada- se agacha y comienza a batallar con el pug.

-Daniela ¿todo bien? Nos vimos hace treinta minutos ¿les pasó algo? -suena la voz del médico por el altavoz.

-Hola Dr. Sebas, si mira, ¿podrías decirle a María José que deje de hacer esfuerzos? -Poché le saca el dedo medio una vez se había logrado levantar con el perro siendo sujetado entre el brazo izquierdo y su costado.

-Señorita Garzón creo que fui muy claro al indicarle reposo y CERO esfuerzos, creo que cargar un perro de lo que parece ser unos buenos diez kilos con un solo brazo entra en la categoría de esfuerzo.

- ¿pero cómo diablos? -menciona María José ante la sonrisa victoriosa de Daniela que le muestra la pantalla de su celular donde claramente se observa que están en video llamada.

-Le recuerdo que, si bien su brazo fracturado es el derecho, no podemos sobrecargar la actividad en el izquierdo ya que eso nos dejaría un camino mucho más largo en rehabilitación, eso si no es necesaria la cirugía al término de los dos meses. Para evitar eso, es necesario tomar el mismo reposo que la señorita Daniela.

- ¿lo ves Majo? Si te estoy diciendo que no puedes manejar sola hasta tu departamento es porque me preocupo por ti.

- ¿Cómo que manejar? -menciona el médico preocupado- señorita Garzón lamento informarle que al menos por los siguientes dos meses usted tendrá prohibido manejar maquinaria pesada debido al tipo de medicamento que está tomando para el dolor ¿acaso ustedes no leen las indicaciones de los medicamentos?

- ¿Cómo que no podré manejar? ¿Cómo se supone que voy a ir al trabajo?

-En primera tienes un brazo enyesado Majito- interviene Daniela- oye Dr. Sebas ¿yo podré manejar pronto? Aunque pensándolo bien mi auto quedó inservible después del accidente.

-Señorita Garzón ya se lo dije cuando la señorita Calle estaba inconsciente, usted, aunque se sienta bien, necesita guardar reposo absoluto por una semana, después de eso iremos monitoreando su avance para decir que cosas si y que cosas no puede hacer, por el momento métase a la cama y es una orden, de lo contrario tendré que hablar con el señor Garzón para que le ponga una enfermera o me la regrese al hospital.

-No, al hospital ya no, está bien me meteré en la cama, pero después de darme un baño.

-Eso es buena idea, señorita Daniela, usted puede manejar, pero hasta que termine el tratamiento que le di por siete días, después de eso siéntase libre de manejar maquinaria pesada. Por ahora le tocará ayudar a bañarse a la señorita Garzón ya que el yeso que tiene en el brazo derecho no se puede mojar.

Caprichos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora