Capítulo 30 Somos familia

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El día había pasado rápidamente, para el matrimonio Calle Garzón las horas volaban cuando se encontraban juntas en casa y ahora salían tarde para la cena en casa de Germán.

- ¿de verdad piensan que creemos en sus disculpas? -pregunta Valentina al ver como su hermana y cuñada entraban a la sala pidiendo disculpas por la demora- llegan con una cara de felicidad que hasta ganas dan de decirles "si quieren mejor ni vengan"

-Valentina- la reprende Juan Carlos- no las molestes.

-Déjala papito, esta celosa porque Laura no está aquí-responde Poché saludando a todos y parando un poco más junto a su hermana para susurrarle- ganas no me faltaron para quedarme en casa, pero la familia es primero.

-Es el primer día de vacaciones y ya lo estoy amando- menciona Daniela abrazada al pecho desnudo de Poché- quiero pasar todos mis días así, pegadita a ti.

-Yo pensé que dirías "así comiéndote toda mañana, tarde y noche"- Poché comienza a reír ganándose un golpe en el estómago por parte de la castaña- ¡ey! eso dolió.

-Pues te lo mereces por grosera, que yo recuerde no te quejaste anoche que fuiste mi cena, ni hoy en la mañana que fuiste mi desayuno- comienza a besar uno de los pezones de su esposa, el cual reacciona de inmediato al contacto- como que ya me dio hambre y quiero almorzar- se coloca sobre la pelinegra y va recorriendo con besos la cicatriz en el pecho y una vez que la recorre por completo comienza un camino descendiente colocándose estratégicamente entre las piernas de su mujer.

-Amor se nos va hacer tarde- Poché levanta el rostro de su esposa buscando un contacto visual que la haga desistir de continuar jugueteando con su clítoris- dejémoslo para la noche, tenemos que bañarnos y arreglarnos.

-Oh mi amor, créeme que esta noche tenemos el magno evento, esto es simplemente un preliminar- menciona Daniela atacando la intimidad de su mujer y logrando llevarla a un rápido orgasmo que, aunque la deja satisfecha, también la deja pidiendo más- ahora si señora Calle Garzón, continuemos esto en la ducha- menciona Daniela al tiempo en que se pone de pie y ayuda a una tambaleante Poché a llegar al cuarto de baño del apartamento.

-Al menos ya están aquí-menciona Germán- ahora podré darles una sorpresa que lleva relativamente poco tiempo y de la cual tanto Mafe como yo estamos bastante orgullosos.

- ¿de qué sorpresa hablas pa? -cuestiona Daniela al ver como su padre se emociona.

-Ustedes saben que esta noche, la nochebuena, para nosotros es para dar gracias por las dichas y bendiciones que Dios y la vida nos han otorgado en el año vivido, es por eso que buscamos organizaciones sin fines de lucro que apoyan a la comunidad y que buscan hacer un cambio positivo en la sociedad. Pues en esa línea, mi difunta esposa y yo, al iniciar el año nos volvimos benefactores de una casa hogar que se encontraba en condiciones precarias y donde estaban a punto de cerrar y dejar desprotegidos a los chicos más grandes, ya que a ellos era más difícil encontrarles refugio por lo que al tener conocimiento de ello nos pusimos manos a la obra y antes de volar a Italia para la graduación de Daniela ya habíamos logrado remodelar las instalaciones y mantener al día el lugar.

-Pa eso es muy lindo ¿Por qué mamá y tú no nos dijeron nada? Podríamos haberlos ayudado o incluso destinar algún porcentaje de una línea de ropa en específico para apoyo de la casa hogar.

-Mi ratona eso es muy noble de tu parte, me gustaría que esta noche todas las donaciones que vayamos hacer sean para ese hermoso lugar, al cual he visitado hoy llevando regalos para los huérfanos y me han dado la sorpresa de que le cambiarán el nombre y a partir de ya es la casa hogar Mafecita, que es como los niños llamaban a tu madre- un par de lágrimas hacen su aparición en el rostro de Germán.

Caprichos del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora