Tras lo que ocurrió, decidí que Luka se viniera a la casa para que Patrick no le volviera a hacer daño.
Una semana después, Leandro disfrutó en silencio con Luka. Sin embargo, continúo observando como él me miraba con ese deseo y esa mirada de enamorado. Por lo que, una de esas veces, el niño me miró a mí y bajé la mirada.
Aquella mañana del viernes, fui a ver por qué Luka no estaba en la cama y por qué Leandro no había ido a despertarme como siempre.
Fui hasta la habitación del niño y escuché hablar a Luka. Quien estaba en la habitación.
―Entonces, ¿quieres a mi mami?
―Así es.
―No es una mentira.
―No lo es.
Escuché un breve silencio y después volví a escuchar de los labios de Luka:
―Hubo una vez en la que tu mami y yo nos queríamos mucho. Pero le mentí. Fui un idiota con ella. Por eso no miento. Aunque lo hice.
―Mi mami ha sido muy buena conmigo desde que estoy con ella. No quiero que sufra.
Si Leandro supiera todo lo que Luka y yo escondemos del pasado, quizás su aspecto sobre él cambiaría.
―Tu mami sufrió por mi culpa. Pero sabes Leandro, soy un hombre completamente nuevo. Uno que le ama sin dudarlo.
El silencio se hizo cortó hasta que Luka le preguntó:
―¿Te gustaría tener un papi?
―Yo lo tuve, señor Wood
―Dime Luka ―le interrumpió.
―Yo tuve unos papis. Mi papi carnal murió y mi madre se juntó con un hombre que estaba todo el día borracho y drogado. No quiero que mami me abandone como lo hizo mi mami carnal.
Entré en la habitación y le aclaré sin dudar.
―Eso no va a suceder Leandro.
Ambos miraron hacia a mí y Leandro se sonrojó.
―Leandro, vístete y déjame a solas con Luka. Te veo abajo sí.
―Vale mami.
El niño se marchó hasta el baño para hacer sus tareas de todas las mañanas y Luka me miró diciéndome:
―Te gusta escuchar detrás de las puertas, ¡eh!
―Lo siento. Me extrañó no verte en la cama y que el niño no fuera a despertarme.
Luka se acercó a mí y después me besó. Donde no tardé en notar su erección en el instante.
―Ya veo que te alegras de vivir conmigo ―le dije.
―Ahora mismo estoy deseando de poseerte. Y mucho. Así que, le pediré a tu tío que se quede con Leandro esta noche y te poseeré.
Luka me llevó a la cama del niño y me tumbó en ella. Donde me besó intensamente, hasta que llevó su mano debajo de mi bata.
―Luka para... el niño.
Él paró de besarme y de sobarme, diciéndome:
―Aguafiestas.
―Lo sé.
Después Luka se puso en pie y me ayudó a levantarme. Sin embargo, me llevó a su torso y en breve, volvió a besarme.
Cuando terminó de hacerlo, los dos caminamos hasta la cocina. Donde en segundos, Luka me ayudó a hacer los desayunos.
Luka llamó a mi tío para pedirle que se quedase con el niño. Ya que tenía planes para los dos esta noche. Mi tío aceptó sin más porque cuando nos reunimos en verano con él, vio el cambio en Luka.
Al terminar de desayunar en media hora junto a Dulce, esta se llevó al niño a la escuela. Donde Luka le dijo que lo llevase a la casa de mi tío después.
Me fui a duchar para irme a la empresa. Sin embargo, Luka no se quería quedar solo esa mañana.
Me marché a la empresa media hora después y él se quedó a solas.Por la tarde cuando regresé, en la casa olía demasiado bien. Por lo que fui hasta la cocina y vi que Luka estaba ahí preparando la cena.
Me senté a su lado y en breve, sirvió la cena con mucha ilusión.
Cuando terminamos de cenar, Luka recogió los platos. Esa noche no permitió que yo no hiciera nada.
Tras eso, me llevó a la habitación de mis padres y ahí, me quedé un poco sorprendida al ver que había preparado algo más especial para esa noche.
―Confías en mí.
Asentí.
―Date la vuelta.
Le obedecí y él comenzó a quitarme el vestido que me puse aquella mañana. El cual cayó al suelo. Sin embargo, él no dudó en quitarme la ropa interior.
Luka me puso contra su torso y comenzó a bajar su mano por mis caderas.
―Sabes que me quedaste con el calentón esta mañana.
Asentí.
―Y sabes que es lo que voy a hacerte.
Volví a asentir.
Después de que Luka me tocase las caderas suavemente, cogió una de mis muñecas y puso algo sobre ella. Su textura suave me dijo que era unos grilletes.
Tras ponérmela, sentí sus labios sobre mi cuello y en breve, me puso algo sobre mis ojos.
Sentí como bajaba mis tobillos y me puso ahí algo de la misma textura.
Él me condujo a penumbra hasta la cama y después sentí unas cadenas moverse.
Mis brazos se separaron al igual que mis piernas y en breve, sentí el pantalón de Luka. Y en segundos, su camisa.
Noté como se subía encima de la cama y como en segundos comenzó a recorrerme por los muslos hasta que llegó a mi sexo. Sin embargo, no sentí nada.
―Dime que es lo que deseas Mariella.
―A ti.
Después de eso, comencé a notar su lengua sobre mi clítoris. El cual no dejo de moverse.
Gemí. Tanto sonaban mis gemidos, que me agarré a las cadenas que Luka había puesto sobre los grilletes y llevé mi cuerpo un poco hacia arriba. Pero fue él quien me cogió por las caderas y volvió a echarme hacia abajo de nuevo.
Tras unos minutos, no le sentí. Salvo que Luka comenzó a recorrer mi cuerpo desnudo hasta que noté su erección entre mis piernas.
Noté como me lamía los pechos muy despacio y a su vez como su erección estaba un poco más hinchada.
Cuando paró de lamerme, noté como puso su miembro en mi cara y me dijo:
―Lame. Luego te daré tu recompensa.
Después, abrí la boca y Luka metió su pene en ella. Donde comenzó a moverse muy despacio. Hasta que penetró mi boca aún más rápido y en segundos, dejó por unos momentos su polla dentro de mi boca. Eso me hizo dar una arcada.
Tras eso, sacó su polla de mi boca y bajó muy lentamente hasta llegar a mi sexo de nuevo.
―Estás lista.
―Sí.
―Pídemelo.
―¡El qué!
―Creo que ya lo sabes.
Pero no le pedí mi orgasmo, por lo que él bajó de nuevo hasta mi sexo y después sentí un poco de dolor sobre él.
Luka comenzó a moverse muy despacio para lubricar mi vagina. Y cuando paró, me dijo:
―Hasta que no me supliques por el orgasmo, no vas a correrte. Si noto que lo haces, voy a castigarte de nuevo. ¡Entendiste!
Asentí.
Luka comenzó a moverse y noté como su pene palpitaba un poco. Por lo que supe que mi boca le había dejado en el clímax.
Él se movió aún más rápido y lo sentí muy profundo. Tanto que Luka paró y noté como mi vagina se contaría con su pene dentro.
Luka volvió a moverse muy despacio y noté como ambos miembros se contraían con cada embestida.
Llegué al clímax y noté que Luka también lo hizo. Por lo que no supe que hacer, salvo decir:
―Dámelo.
―¿Qué cosa? ―preguntó.
―El orgasmo. Dame el... ah... orgasmo
Luka comenzó a moverse más rápido y enseguida noté como el clímax era más intenso.
Minutos más tarde, ambos explotamos en el orgasmo y mis piernas cayeron rendidas mientras que notaba como mi sexo palpitaba por ello.
Los dos comenzamos a jadear por el placer. Tanto que no dijimos nada y noté como Luka tras una breve pausa, continuó penetrándome de nuevo.
No paró en toda la noche. Me susurró al oído que me haría suya hasta que nos faltase el aliento.
Con mis gemidos y mis piernas temblando, noté que todo con él en mi interior había cambiado. Tanto que me percaté que no hubo odio ni rencor en mi pecho por lo que le hizo a mi familia. Era como si el universo y ellos estuvieran conspirando a nuestro favor para estar juntos tras lo que ocurrió.
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Simplemente Mía
Historical FictionLa vida a veces no se trata de disfrutarla. Se trata de vivirla. Mariella Sanz pensó que lo tenia todo con su libertad tras dejar su última relación. Sin embargo, Luka Wood no se había marchado del todo de su vida. Sin embargo, será las malas deci...