Capítulo 8. (Príncipes Amice)

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Desde que volví a ver a Valeria todo cambio, mi padre me había dicho que ella no volvería, pero yo sabía que lo haría tarde o temprano, quizá de tanto que la pensaba que volvió a mí, ella es el amor de mi vida y tengo que hacer todo para que se enamore de mi como yo estoy de ella; no negare que tengo un poco de miedo de que ella no se enamore, pero haré todo lo que este a mi alcance para que lo haga, la primera vez fue muy diferente porque ambos nos enamoramos al mismo tiempo; pero hoy, solo yo parece que lo estoy.

- ¿Qué haces?

- Pensando.

- En Valeria supongo.

- Zumel creo que ella no siente nada por mi esta vez.

- Claro que lo siente, solo que esta confundida, dale tiempo.

- ¿Sabes cómo se siente tenerla cerca y no besarla, acariciarla, abrazarla, hacerla mía una y otra vez?

- No, la verdad no lo sé, pero ha de ser horrible.

- Si, lo es, me duele mucho.

- Pero ya verás que ella se recordara de todo lo que paso entre ustedes.

- Y, ¿si eso no pasa?

- Pasará, ten paciencia, Recuerda, el que tiene paciencia alcanza la grandeza

- Pero yo no quiero grandeza, yo la quiero a ella, solo a ella, si tuviera que escoger entre ser príncipe o soldado del pantano de molvets, yo escojo ser soldado, pero con ella a mi lado, soy infeliz sin ella.

- ¿Cómo vas a preferir ser soldado del pantano de molvets?, tu sí que estás loco.

- No estoy loco, estoy enamorado de ella.   

UN AMOR EN SUEÑOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora