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Avanzaron lo más rápidos que podían, deducía que era pasado de mediodía, las emociones de cada uno de ellos era palpable en el ambiente, todos querían acabar con todo esto que les estaba negando la felicidad.

Cada uno estaría en sus respectivas tierras disfrutando de la paz y calidez de los brazos de sus parejas, Yoongi ansiaba tener entre sus brazos a su familia,han sido exactamente seis meses perdidos en los que no han gozado del embarazo de su omega, eso le daba una opresión en su pecho su alfa se sentía incompleto.

Pasaron el límite de las tierras malditas, extrañamente no encontraron a ningún brujo por ese rumbo.

-- hay que estar alertas -- aviso yoongi, viendo a los lados -- esto es extraño -- mencionó

-- ellos ya saben que están aquí -- dijo adolorida suran, no habían parado y sus pies hinchados le dolían como el infierno, eso y sumado que desde hace media hora atrás ha sentido dolor en su parte baja, como si algo quisiera salir. 

-- ¡¡tu, callate!! -- dijo entredientes taehyung, le hastiaba escuchar su voz.

-- sus muertes están ... -- no termino de decir, jackson se encargó de mudarla.

-- así está mejor -- dijo con una sonrisa mostrando sus colmillos finos y filosos.


JiMin por otro lado se encontraba haciendo de las suyas, desde que golpeó al chico dejándolo inconsciente en ese cuarto mugroso, salió echando casi humo por sus oídos, pero eso no fue el asombro de todos, lo que veían era muy sorprendente, nunca antes visto.

El omega se encontraba con una vestimenta diferente a muchas que ellos han visto, se trataba de un pantalón blanco un poco ceñido un camisa de floja debido a su embarazo color rosa pálido pero con unos pequeños brillos que no sabían si eran rubíes o simplemente escarcha manga larga, su cabello era completamente rosa y le llegaba hasta el mentón y en sus hombros tenía una capa blanca. se veían sumamente hermosos, pero el color de sus ojos eran como tener dos rubíes en ellos, tan rosados y chispeantes.

sus  manos estaban encendidas en llamas de color rosa que en sus puntas distorsionadas se veían de un color blanco, bolas de fuego aventaba a todo aquel que se le acercaba con la intención de lastimarlo.

-- Todos morirán, la ira del dios de las piedras preciosas caeran en todo y cada uno de ustedes, por haberse metido con su hijo -- habló con voz suave pero firme.

Algunas personas corrían resguardando sus vidas. 

JiMin se abría paso de entre todos, su objetivo era ese hombre que abusó de el una y otra vez, su cara no se le iba a olvidar nunca, recordar el toque de esas manos sobre su cuerpo le daba asco, cada cosa que le dijo al oído.

Sonrío cuando a lo lejos lo vio, parado de brazos cruzados en el umbral de una casa que por el aspecto y la decoración tan asquerosa suponía era de él, levantó sus manos para aventar una de las tantas bolas de fuego que ya había tirado pero esta se quedó en el aire, el hombre le sonrió cínicamente y alzó su mano derecha diciendo unas palabras escuchadas solo para el mismo.

De pronto su cuerpo se vio envuelto de una energía negativa su mente se encontraba en blanco, su cuerpo se estaba viendo manejado por un hechizo.

apretando sus  dientes con toda su fuerza de voluntad quería revertir el hechizo, esto no lo vio venir, al parecer ese hombre tenía mucho poder y estaba pudiendo con el.

sus ojos se achicaron, viéndolo fijamente estaba usando toda su fuerza de voluntad, el no iba a poder ganarle.

"el no puede vencernos" dijo el lobo en un gruñido en su interior, y tenía toda la razón. 

❇ Omega Rubí ❇ 🐺 ❇ Yoonmin ❇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora