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La pequeña fiesta estaba llegando a su final diversas emociones se sintieron esa noche, reencuentros inesperados, y sentimientos que fueron aclarados en cada uno de los presentes.

Ahora el Omega estaba en una encrucijada y una gran pelea interna con su lobo, no deseaba hablar con el no después de lo que hizo.

Como pudo atreverse a salir y dejarlo a él en el limbo siendo expectante de lo que estaba haciendo con el alfa pálido que ahora se encontraba tomando la pequeña cintura de su ahora comprometida.

Se sentía traicionado por su omega el sabía el dolor que le causaba ver al Alfa con otra y que el venga a tomar contra su voluntad su cuerpo e hiciera esa bochornosa escena de besarse con el pálido enfrente de los amigos de este.

Sentía sus mejillas arder de la vergüenza y más por las cortas miradas que le regalaba el alfa a lo lejos.

Podía ver sus ojos brillar.

Lo tenía confundido algo le decía que debía dejarse llevar por lo que sentía su corazón y su omega. Pero su mente siempre le recordaba que el no encajaba ahí.

Desde que llegó ahí a esa manada lo único que ah recibido han sido más que puras malas miradas y palabras obscenas por parte de los alfas que entraban y salían de la casa.

Alfas que eran trabajadores del líder, le repudiaba saber que en esa manada no protegían a los omegas y los veían como simples objetos.

No podía quejarse no era su manada lo único que hacía es hacerse de oídos sordos y avanzar en su caminata no prestando atención a los alfas hormonales.

No podía retirarse del lugar no quería que lo vieran como un mal educado así que estaba ahí sentado en una de las pequeñas sillas que se encontraban en el jardín.

Luego de la escena algunos se adentraron ala casa y otros se quedaron en el lugar platicando de diversas cosas bajo la luz de la luna.

Que se encontraban en el punto más alto tan resplandeciente, suspiro con pesar recordando las veces que solía a ver la Luna en compañía de su madre y amigo.

Los tres sonriente viendo la hermosa Luna redonda, teniendo su vista alzada viendo el cielo estrellado de pequeñas y otras grandes lucecitas relucientes.

Sus ojos picaban en verdad el no deseaba estar ahí, quería estar en su manada cuidarla como lo había prometido a su padre.

Sintió un aroma ya conocido pero no bajo la mirada y se quedó ahí esperando que el otro hablara.

A decir verdad no deseaba verlo a la cara sus mejillas se encendieron de un intenso rojo carmesí aun sus labios hormigueaban debido al beso que se habían dado anteriormente uno cálido y necesitado.

- Es hermosa verdad - le dijo una voz ronca y profunda erizando los bellos de su cuello y sintiendo sus mejillas calentarse.

- si - respondió a secas no quería entablar una conversación habían muchos invitados..

Y miradas que podía sentir que estaba en ellos. Viéndolos silenciosamente.

- Me eh preguntado desde que llegaste aquí como te llamas? Y de donde vienes? - pregunto esperando una negativa por parte del pequeño Omega

- Park JiMin - por fin le confesó su nombre al hombre.

- Ehh? - dijo el pálido pues no escucho lo que dijo por estar enfrascado viendo el perfil hermoso del peli-rosa

- No querías saber mi nombre ya lo dije -

- no escuché - mintió lo que quería era escuchar otra vez esa hermosa voz tan angelical.

❇ Omega Rubí ❇ 🐺 ❇ Yoonmin ❇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora