Summery

18

Después de dos semanas de regresar al colegio y de un:

"Emeth, aclara eso."

"No hay nada que aclarar, Dylan."

"Vete al carajo."

"Tú también vete al carajo."

Las clases se volvieron pesadas.

Había un chico nuevo en segundo al que no le iba muy bien con Sociales, así que la profesora me asignó a ser su tutor.

Creí que sería poco interesante, así que fui a su habitación a las 4:30 de la tarde tal como me habían pedido.

Toqué, pero se tardó un poco en abrirme así que me di la vuelta, mirando hacia el pasillo.

Escuché que se abrió la puerta y me encontré con quién podía ser la competencia de William y Dylan.

Fácil, 1.85. Ojos verdes, demasiado bonitos. Cabello castaño claro, corto. Piel blanca y un estilo seguro que sacado de Pinterest.

—¿Tú debes ser... Bryce? —dije con duda, uno, para no verme desesperado, dos, para no verme desesperado, je. Él asintió con la cabeza—. Qué nombre tan americano.

—Ja, claro, y lo dice Emeth con th.

—Uh, carta peligrosa.

—Ya la jugué —me dio una sonrisa y se hizo a un lado—. Pasa.

Entré a su habitación y eché un vistazo rápido, era como las otras, pero noté que había varias cosas colgadas a las paredes. Eran algo así como ¿arte?

—¿Te gustan? —me preguntó cuando notó que miraba.

—Sí, ¿qué son?

—Inventos de mi mamá. Ya sabes, fucking hippies motherfuckers.

—¿Y por qué te llamas Bryce si tu mamá es una fucking hippie motherfucker?

—Porque papá no es un fucking hippie motherfucker —dijo con una sonrisa divertida.

—Okay, ya entendí —correspondí su sonrisa y me senté en su cama. Abrí mi mochila para sacar mi cuaderno y ver mi horario—. Volviendo a por lo que vine, aquí está mi horario, puedes decidir tú qué días estudiamos.

Tomó mi cuaderno y lo leyó mientras hacía muecas.

—No quiero sonar como el tipo más cargoso del mundo, pero, ¿no podría ser todos los días? De verdad soy un aaasco en Sociales y necesito buenas notas este año.

—¿Puedo saber por qué son tan necesarias las buenas notas?

—Porque mamá no es sólo una fucking hippie motherfucker —ambos reímos y después un momento yo me levanté.

—Bueno, entonces, si no te molesta, empezamos mañana en mis horas libres.

—¿Por qué mañana?

—Porque ahora mismo voy al primer partido de mi mejor amigo.

—William Thompson, ¿verdad?

—¿Lo conoces?

—Algo así —caminó hacia su clóset a buscar una camisa—. Supongo que te veré allá. Gracias, Emeth.

—No hay de qué, te veo más tarde.

—Va.

Salí de la habitación y fui a la mía para lanzar el cuaderno a mi cama y bajar corriendo para encontrar a Dylan.

Ambos fuimos hacia las canchas, pero sin hablar, porque yo pensaba en la forma en que Bryce me dijo "William Thompson, ¿verdad?" no sonó muy amable. ¿Se conocían?