𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 8

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Belleza: cualidad de una persona, animal o cosa capaz de provocar en quienes los contemplan o  escuchan un placer sensorial, intelectual o espiritual; también puede significar que esa persona, animal o cosa se destaque por esa cualidad.
¿Qué podemos entender de esto? Que la belleza es una cualidad, y lamentablemente para muchos es la más importante. Sin embargo, sería injusto pensar que solo hay belleza en un cuerpo físico o en los colores de una pintura, porque la belleza puede ser encontrada en múltiples lugares, no particularmente exteriores.
—Gracias —le dije a Julia mientras agarraba el envase de café, tratando de no moverme mucho puesto a que me estaban peinando.
—¿Cuánta cafeína ya has tomado? —cuestionó.
—La suficiente para recordar mi nombre y a qué me dedico.
Los presentes en la habitación reímos. Sabíamos que habían sido unas semanas muy largas, mucho por hacer y los días parecían no durar lo suficiente. Promociones, entrevistas, pruebas de vestuario y cámara, grabar videos para promocionar aún más. Eso sumado a que mi hermana me mandaba cada pequeño detalle para que la ayudara a elegir entre las flores, los centros de mesa e invitaciones. Y estábamos lejos de acabar.
Esa noche se llevaba a cabo la premiere de Camino a casa, una película animada en la que había trabajado casi un año antes. Le daba voz a Nini, la niña que se había perdido en sus vacaciones y debía encontrar el camino hacia sus padres, topándose con otros amigos animalescos que la ayudarían con su búsqueda. Era una noche para disfrutar, puesto a que se trataba de mi primer película animada; pero después recordaba que al terminar debía volver a casa para buscar las maletas e ir al aeropuerto; tenía que estar en Newton un día antes de la lectura del guión para siquiera poder asentarme en mi departamento. Las horas de sueño durante el viaje sonaban tentadoras.
—Al menos Almmy la está pasando bien —dije sonriendo al ver el video que me mandó mi papá de ella jugando en el patio—. Ya la extraño.
—Los meses pasarán rápido —decía Julia sonriendo con ternura—, lo sabes. Cuando menos te des cuenta, ya estarán juntas otra vez.
—¿Alguna respuesta de Nick? —pregunté cambiando de tema. La pelinegra bajó la mirada hacia su celular.
—Por el momento está bien, no creen que deban llevarla al hospital —respondió y yo asentí.
La mamá de Nick sufría de alzheimer, por lo que la mujer tenía buenos y malos momentos. El día anterior a la premiere, la mujer tuvo un ataque y ahora toda la familia estaba con ella para cuidarla. A veces tenían miedo de dejarla sola, y a su vez estaban aterrados de internarla en un asilo. Honestamente, no hubiese sabido qué hacer en una situación como la suya.
—¿Tu relación con Shaun ha mejorado? —preguntó para desviar la atención hacia un asunto diferente. Me encogí de hombros.
—Afortunadamente hubo mucho por hacer —contesté—. Lo trato con respeto, pero no estoy segura de poder confiar en él.
—No te culpo por ser una persona desconfiada, hasta yo lo soy —dijo apoyándose frente al espejo, obstruyendo mi vista—; pero debes admitir que Shaun no parece ser una mala persona.
—Nunca dije que lo fuera —me defendí. Julia alzó las cejas, a lo que suspiré—. Estoy protegiéndome, ¿okay?
—¡¿De un chico que literalmente te observa como si fueras el algodón de azúcar más apetecible del mundo?!
—Ahora tengo miedo.
Los presentes en la habitación del hotel rieron, Julia negaba con la cabeza y terminó ladeándola. Mordí mi labio inferior, esperando el discurso motivacional.
—Shaun no es Hope. No puedes meterlo en la misma bolsa solo porque la otra intentó jugar sucio.
—Pero...
—Tiene razón —habló Jamie, mi estilista. Lo miré sorprendida, pero a la vez divertida. Jamie era un hombre serio y callado, raramente se metía en discusiones o debates, más bien se reía o asentía ante cualquier cosa. Por eso me sorprendí al escucharlo—. ¿Qué? A ver, linda, meses atrás me contaste que querías trabajar junto a él, ¿y ahora repentinamente te desagrada?
—Eres muy callado, pero cuando hablas dices demasiado —Jamie y Julia rieron—. Aunque, tienen razón.
—No te preocupes, tendrás bastante tiempo para cambiar de opinión.
Julia se alejó de nosotros ya que su celular empezó a sonar. Jamie pasó sus manos por mi cabello lacio, dejando el aroma de un spray. Aspiré sonriente.
—Me encanta.
—Porque es esencia chocolate —rio.
Las horas pasaron volando, cuando menos me di cuenta ya estaba bajando del auto negro que nos llevó hasta la locación de la premiere. Julia y Miguel iban conmigo, me entristecía no tener a Nick junto a mí, pero sabía que estaba en un lugar más importante.
Los flashes automáticamente se enfocaron en mí para captar cada movimiento en una imagen. Sonreía y saludaba, luego me acerqué hasta los fans y firmé los autógrafos que más pude. En repetidas ocasiones tuve que pedirle a uno de los guardaespaldas que se aparte para que pudiera siquiera sacarme una foto con algunos fans.
Nunca me gustó tener guardaespaldas, pero en ocasiones como éstas era casi una obligación. Si bien no he tenido alguna mala experiencia, jamás se sabe exactamente las cosas -o personas- que trae el futuro. Mejor prevenir que curar, o al menos eso me repetía.
A pesar de ello, siempre ponía a los fans primero. Tampoco quería que me vieran como una paranoica.
—Seguramente te preguntarán sobre la nueva película —decía Julia mientras caminábamos hacia uno de los entrevistadores—. Recuerda no decir mucho.
—Creo que tengo amnesia —bromeé.
—¡Roma! ¿Cómo estás? —saludó la chica, extendiendo su micrófono hacia mí.
—Muy bien, gracias. ¿Y tú?
—Bien, bien. Gracias por preguntar —dijo amablemente—. ¡Por fin llegó la noche! ¡El estreno de Camino a casa! ¿Cómo te sientes al respecto?
Suspiré sonriendo.
—Contentísima —respondí—. Todo el film ha sido un hermoso desafío. Fue mi primera vez dándole voz a un personaje como Niní , ¿sabes? Y realmente creo que hicimos un trabajo increíble. Ahora solo espero que los niños, las familias en sí, disfruten de esta magnífica e... interesante historia.
—¿Tuviste que aprender español como algunos miembros del cast?
—De hecho, no. El español ya es como mi segunda lengua —reí al igual que la chica frente a mí.
—Oh, déjame felicitarte por tu próximo proyecto con Eliza Morti y Shaun Xiu —sonreí ante su emoción—. ¿Ya has tenido la oportunidad de pasar tiempo con él?
—Bueno, hemos compartido tiempo juntos definitivamente —contesté tratando de tragarme los nervios—. Solo puedo decir que estoy emocionada de trabajar con él, nunca antes había tenido la oportunidad.
—¡Muchos fans están emocionados por ver lo que crearán! —exclamó un poco alto por el ruido—¡Seguro será increíble! Gracias por tu tiempo, Roma.
—Gracias a ti, bella.
Y así pasaron más horas, entre entrevista y entrevista. Luego llegó el momento de las fotos junto al cast, yo estaba entre Pedro Pascal y Stephanie Beatriz, quienes le daban la voz a María y Esteban, los padres de Niní.
Abracé a Pedro apenas lo vi, hacía meses que no habíamos compartido una habitación y extrañaba su humor.
—¡Mi enana linda! —exclamó en español haciéndome reír.
—¡Papá oso! —hablé igual que él.
Nos acomodamos para la foto, que fueron varias porque había cámaras por todos lados. Por suerte, esa vez los flashes no me tomaron por sorpresa.
Tras las fotos grupales, finalmente pudimos entrar en la sala donde se proyectaría Camino a casa. La película animada duró una hora y media, y puedo decir que amé cada segundo de ella.
Si había algo que adoraba de Niní, era su determinación por cumplir cada cosa que se proponía. Esa esencia de tranquilidad y alegría que emanaba. Todo ella era valentía, y tal vez lo amaba porque deseaba verme así.
Algunos creen que los personajes no están vivos hasta que llega un actor y se apropia de él, lo vuelve parte de uno para que llegue a otros. Bueno, con el tiempo aprendí que eso no es del todo cierto. Los personajes estuvieron vivos mucho antes, cuando alguien los pensó y volcó en un papel; luego cobraron más vida cuando se les dio una apariencia física. Los actores aportan su voz, la manera en la que se mueve o incluso los gestos que podrían hacer. En cierta parte siempre creí que son ellos quienes nos aceptan como parte de su vida, así como también los que nos empujan a ver dentro de nosotros mismos para conocernos un poco más.
Tras la proyección de la película, decidí no quedarme en el after party porque quería dormir aunque sea una hora antes de salir rumbo al aeropuerto. Julia iría conmigo dos días hasta que Nick pudiese viajar.
Me despedí de mis compañeros del elenco y luego salí del lugar en compañía de toda mi escolta. Al llegar al auto, nos subimos y yo suspiré dejándome caer en el asiento.
—Quiero dormir por un año.
—Por ahora será solo en el avión —comentó Miguel sarcástico, a lo que contesté con una simple y "delicada" mirada al estilo Black Widow. El hombre sonrió nervioso—. Me encantó la película. Excelente trabajo, Roma.
—¡Ni siquiera sabía que hablabas en español!
—No es la gran cosa, en serio —dije mirando de reojo a Miguel, quien desvió la suya hacia la ventana.
Realmente no quería que siguiera hablando de eso hasta llegar al punto de preguntarme cómo aprendí, tener que explicarlo no era grato, ni siquiera recordarlo.
Aún recuerdo el día que se lo conté a Miguel, la verdad sobre mi pasado y mis raíces. Por un momento creí que ya no querría trabajar conmigo, me sorprendí cuando decidió seguir apostando en mí sin importar dónde crecí.
Llegamos a mi hogar y Julia automáticamente se quitó los tacones. Cerré con llave e imité su acción.
—¿Vas a dormir?
—Pensaba en eso —admití desabrochando la parte de arriba del mono—, pero me toma más tiempo quedarme dormida. Ya parezco un delfín.
Julia rio acercándose a su maleta -la cual estaba en mi sala- para abrirla y sacar ropa cómoda. Por otro lado, yo subí a mi habitación para hacer lo mismo. Reemplacé el atuendo de gala por un jogging negro y una remera blanca manga corta. No me molesté en sacar el maquillaje, solo até mi cabello en un rodete desordenado. Bajé junto a dos de las cinco maletas que había preparado, luego volví a subir hasta dejar todo en la entrada, incluso el bolso de mano que llevaría conmigo.
La pelinegra me esperaba sentada en el sofá, ya hasta había preparado café para despertarnos un poco más. Tomé asiento frente a ella, aceptando la taza.
—Gracias.
—De nada —sonrió acomodándose en el sofá—. Estuviste algo apagada esta noche. ¿Pasó algo que quieras contarme?
—Supongo que estoy nerviosa —contesté encogiéndome de hombros—. Quiero decir, todo está pasando tan rápido que no he tenido tiempo de, ya sabes, parar y... pensar.
—¿Sobre tu nuevo compañero?
—Okay, dejemos algo en claro —dije apoyando la taza sobre la mesita ratona—. Shaun no es el problema, su manager lo es. Miguel nunca trataría de venderme para llamar la atención.
—No todos son Miguel, linda.
—¡Pero Hope es una mujer! —exclamé y reí—. Siempre creí que las mujeres nos apoyaríamos mutuamente. Vivimos en un mundo donde una mujer es asesinada cada veintitrés horas, si no menos; secuestrada o violada... No sé, me decepciona pensar que, sabiendo eso, aún haya ese tipo de mujeres que te ven como un objeto y no como el ser humano que sos.  ¿Acaso no tenemos suficiente con la mayoría de los hombres que nos ven así?
—Como víctima puedo decir que coincido contigo —dijo—; como persona que trabaja en los medios hace quince años... Sí, no, sigo coincidiendo contigo.
Reí tomando la taza que dejé y bebí un largo trago del delicioso café.
—Aunque —suspiré—, creo que tratas a Shaun de esa manera porque tienes miedo.
—¿Miedo?
—Roma, piénsalo —se enderezó, dejando ella la taza—. Cuando empezaste a trabajar en películas, siempre tuviste la suerte de trabajar con personas que ya conocías debido a eventos o castings; siempre fuiste "la hija de" o el personaje que moría primero...
—Auch.
—Hasta que diste el gran salto con Phoenix —siguió hablando—, una película donde los hombres eran solo extras y no iban todos los días.
—Sigo sin entender.
—Luego trabajaste con Andrew, se volvieron mejores amigos —me ignoró—. Al mismo tiempo conociste a Caleb, con quien estuviste año y medio. Después de él, mantuviste a todos alejados. Creo que las únicas personas masculinas que aún aceptas en tu vida son Andrew, Nick, Frank, tu padre y Miguel.
—Pedro estaría triste porque no lo incluiste.
—¿Qué pasó con Caleb que te asustó tanto para que renunciaras a tu sociable vida y te encerraras en una caja?
—No quieres saberlo —negué desviando la mirada.
—En realidad sí, porque está consumiéndote y no te das cuenta.
—¡Nos grabó mientras teníamos sexo! —exclamé llena de vergüenza—. ¿Contenta? Ahí tienes tu respuesta.
—Roma...
—Yo no me enteré hasta un mes más tarde cuando —pausé—... Cuando me pidió dinero a cambio del video.
—¿Le pagaste? —preguntó. Le miré de reojo, asintiendo levemente—. ¿Aún sigue pidiendo?
—No —mentí. Tampoco le conté que Caleb tenía una copia, y todos los meses amenazaba con publicarla en internet si no le depositaba cierta cantidad de dinero en determinada fecha. Era un dolor de cabeza, y una vergüenza que parecía imposible de explicar. Hasta el día de hoy intento encontrar una respuesta a por qué experimentaba ese sentimiento.
—Bueno, mejor —sonrió de lado—. Admito que nunca me cayó bien, su cara me daba mala espina. Veía un aura muy oscura a su alrededor.
—Lo sé.
Terminé de tomar el café de mi taza y la dejé donde antes, solo para agarrar una de las almohadas del sofá y abrazarme a ella.
—Así como no todas son Hope —rompió Julia el silencio—, no todos son Caleb. Y tú no tienes porqué avergonzarte. Si Caleb está dañado del cerebro, allá él; pero tú no tienes que cambiar tu esencia y ver todo como una amenaza.
¿Cómo?, me pregunté mentalmente. Todo lo que había conocido era dolor, me costaba creer que podía tener algo lindo en mi vida. Desde el momento en que nací, fui condenada a una infancia llena de gritos, insultos y golpes. Cuando alguien llegó y me vendió "el país de Nunca Jamás" le creí, solo para después verme envuelta en una extorsión mortal. Había renunciado en encontrar belleza.
—No digo que vayas y te lances con el primer hombre o mujer que encuentres —continuó hablando—, pero anímate, sonríe, vive. Alguien podría enamorarse de esa risa loca que tienes.
En ese entonces, las palabras de Julia no causaron efecto en mí sino hasta que conocí una perspectiva diferente. Sin notarlo, empecé en pensar más en ellas y noté destellos de belleza en cada rincón. La encontré en palabras, en hechos, en personas... Bueno, una en particular. Me di cuenta de que al final las personas son emociones, las emociones son crédulas y decisivas; preciosas, baratas y seductoras.
Cuando conocí a Shaun, terminé anhelando con sentir todo aquello. Pero esa es historia para otro día. 

Buen viernes de publicación! Qué tal les pareció el capítulo?? Uno con apariciones de dos actores increíbles ♥

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Buen viernes de publicación! Qué tal les pareció el capítulo?? Uno con apariciones de dos actores increíbles ♥

En el siguiente ya vamos a tener más de Shaun y Roma juntos, lo prometo!

PREGUNTAAAA:

¿Qué piensan de la extorsión de Caleb hacia nuestra protagonista? 

Los leo!

-Melany

Las dos caras de Roma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora