𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 19

11 5 0
                                    

Así que... Sí, una parte de mi vida era un completo desastre. Aunque, sin importar cuánto quisiera esconderme debajo de las sábanas y llorar como una condenada, debía trabajar y cumplir con mis obligaciones. No voy a mentirles, Diane terminó convirtiéndose en mi recipiente para volcar todo lo malo que me sucedía y temía contarlo.
Teníamos similitudes. Ambas éramos testarudas, sensibles e inseguras sobre nuestros propios sentimientos; estábamos aterradas constantemente esperando lo peor, creyendo que nadie podría amarnos con honestidad.
Las semanas pasaban más rápido de lo normal, lo cual en cierta parte era bueno porque significaba que cada vez faltaba menos para terminar el rodaje. Ya no encontrábamos a mediados de Octubre, decoraciones de Halloween se veían en las casas de Massachusetts. Me encantaba viajar en las mañanas y observarlas porque, sin dudas, era de mis épocas favoritas. Al igual que la de Nick.
Con él las cosas estaban bien, aún seguía sospechando de que algo ocultaba pero no me presionaba con hablar. Una noche, incluso, mientras veíamos Friends, tomó mi mano y dijo "estaré aquí para cuando quieras contarme". No respondí, solo le sonreí en forma de agradecimiento.
Otra relación que también avanzaba firmemente en mi vida era la que tenía con Shaun. Si bien éramos reservados, rápido nuestros compañeros de trabajo empezaron a notar la creciente química entre nosotros. No preguntaban, para ellos era más que claro que éramos una pareja. Sin embargo, Shaun y yo nunca lo hicimos "oficial". La relación simplemente ocurrió porque queríamos estar juntos, no había necesidad de ponerle una etiqueta mientras nos sintiéramos cómodos con el otro.
Y a pesar de los avances, para ese entonces seguía sin contárselo a mi familia. ¿Tenía miedo por lo que había pasado con Caleb? Efectivamente. Al no saber mis papás, se hizo más fácil ocultar todo. Si les contaba sobre Shaun y luego alguno lastimaba al otro, debía dar explicaciones.No obstante, las intenciones se me vinieron abajo más rápido de lo que creí. 
Shaun y yo llegábamos a mi departamento después de haber grabado toda la noche. Lo único que queríamos era tirarnos en la cama y dormir un rato. Nick se había quedado porque supuestamente se sentía mal, la verdadera razón la descubrí en cuanto abrí la puerta y una bola de pelos me recibió a los saltos.
—¡¿Almmy?! —exclamé soltando mi bolso en el suelo para agacharme a su altura— ¡Oh por Dios! ¿Qué haces aquí? ¡Hola, mi amor!
Almmy movía la cola al mismo tiempo que llenaba mi cara de lengüetazos. No entendía mucho, pero me encantaba tenerla ahí.
—¿Para mí no hay abrazo? —levanté la mirada con pánico al reconocer la voz.
—Papá... —sonreí nerviosa parándome— ¿Qué está pasando?
—Bueno, Almmy y yo te extrañábamos así que pensamos en darte una sorpresa —contó acercándose a mi para abrazarme con fuerza—. Nick ayudó.
—¿Y dónde está ahora?
—Dijo que no quería estar para el momento incómodo —respondió en voz baja—. Ahora entiendo a lo que se refería.
Edward pasó por al lado mío para dirigirse a Shaun, quien se enderezó ya que estaba acariciando a Almmy.
—Hola, soy Edward. Un gusto.
—Shaun —se presentó estrechando la mano del hombre canoso.
—Tú debes ser el que se acuesta con mi hija.
—¡Papá! —le grité viendo como el asiático se ponía rojo y bajaba la mirada.
—¿Qué? —cuestionó divertido— No debería darte vergüenza. ¿Cómo crees que llegaste a este mundo?
—Ciertamente contra mi voluntad.
Edward rio dándole una palmada en el hombro a Shaun.
—Imagino que deben estar cansados —dijo—. Vayan a descansar, luego tendremos tiempo de hablar.
En otras circunstancias me hubiese quedado sin importarme el sueño, pero estaba tan cansada que se me cerraban los ojos sin poder evitarlo. El de ojos oscuros estaba igual o peor que yo, así que no dudamos en caminar a mi habitación. En cuanto entramos, me saqué las zapatillas, el suéter y los jeans; Shaun se quedó en ropa interior y abrió las sábanas para meternos en la cama.
—¿Cuánto podemos dormir? —preguntó apoyando la cabeza en la almohada.
—Dos horas —respondí recostándome sobre su pecho. El chico me abrazó para atraerme más a su cuerpo.
—Que milagro.
Ambos nos estábamos quedando dormidos cuando sentimos patitas sobre la cama. Almmy se había subido dispuesta a dormir con nosotros.
Mientras nosotros descansábamos, el chusma de mi querido padre no resistió y se fue a la cocina para llamar a Lyla.
—Hola cariño —saludó la mujer del otro lado de la línea.
—Roma tiene pareja —soltó sin más. Él se quedó esperando una respuesta, la cual no llegaba—. ¿Lyla?
Edward pensó que la llamada se había cortado, pero en cuanto escuchó el grito de emoción del otro lado supo que no. En esas dos horas, no solo mi mamá se había enterado; ella se encargó de contarle a mi hermana y Spencer a Frank. Éste llamó a Andrew para confirmarlo, lo cual hizo diciendo "era más que obvio". Básicamente, mi familia entera lo supo... mientras yo dormía. Mi madre seguro ya pensaba en planear una boda doble.
En cierta parte no los culpo, era la primera vez que se sentían parte de algo tan "importante". Siempre creyeron que viviría huyendo del amor; Spencer pensó que, debido a lo ocurrido, me negaría completamente a mantener una relación formal. Estaba feliz, pero al mismo tiempo un poco decepcionada porque no le había contado.
Fui yo quien despertó antes, por lo que opté por tomar una ducha primero. La soledad me duró poco, puesto a que Shaun se me unió a los minutos bajo el agua caliente.
—Adoro a Almmy —comentó acariciando mi cabello para quitar el shampoo—. Le gusta dormir.
—De tal palo, tal astilla —rio dándome la vuelta para abrazarlo por el cuello—. ¿Por qué esa sonrisa?
—Me gusta estar así contigo —confesó haciéndome sonreír a mí—. Me transformaste en un cliché.
Reí sin dejar de acariciar su cabello negro. No podía evitar sentirme culpable por tener miedo de compartir mis secretos con él.
—Si sabes que soy un maldito desastre, ¿no?
—Nadie es perfecto, amor —miró mis ojos—. Aceptamos a las personas que queremos con sus imperfecciones y aciertos.
—O sea que me quieres.
—Y demasiado, Roma Wilson —aseguró para luego besarme.
Los momentos de intimidad no solo se basan en el contacto y conexión corporal, también se encuentran en las palabras, los gestos, las miradas. Esas son conexiones más profundas, donde dos almas se funden y fortalecen el sentimiento de amor, de seguridad. Son momentos especiales, llenos de magia imposible de ver, pero existentes allí.
Por más que me costase aceptarlo, Shaun me hacía sentir segura. Más allá de especial o única, seguridad era lo que más me importaba. Nunca había tenido algo estable, y no hablo solo amorosamente. Venía de un hogar quebrado, para solo caer en otros hasta que los Wilson llegaron. Incluso con todo el amor, la confianza y respeto que me otorgaron, jamás fui capaz de dejar ir mis raíces y confiarles mis miedos. El mayor de todos se trataba de mi identidad, mi sangre. Muchos creen que sabiendo quiénes son tus padres biológicos, tienes cierta calma sobre quién eres. Bueno, hay casos que son la excepción y yo era uno de ellos.
Sin embargo, conocer a Shaun me otorgó un nuevo aire de tranquilidad. Aún nos reíamos sobre las circunstancias en las que nos conocimos, pero estábamos agradecidos de haber podido superar aquello y darnos la tal "oportunidad".
Luego de un rato salí de mi cuarto y caminé a la cocina ya que escuchaba los ruidos provenientes de allí. Al entrar encontré a mi papá colocando tres platos sobre la mesa redonda, en el medio una fuente llena de fideos con salsa boloñesa y pan casero.
—¡Ay pa! —hice puchero para luego abrazarlo— No tenías que hacer esto.
—Me gusta consentirte —dijo besando mi cabeza—. Shaun, unetenos. Hay suficiente para los tres.
Giré la cabeza y me encontré con el de cabello azabache parado en el umbral. Le hice una seña para que entrara y se sentara junto a mí. Nos serví los fideos a cada uno, olía demasiado bien.
—Y, cuentenme —habló Edward—, ¿cómo surgió el amor?
Shaun y yo nos miramos.
—Pues —dijo él—... Surgió. Quiero decir, empezamos como amigos.
—Y después nos dimos cuenta de que eran sentimientos más fuertes —continué—. Así que nos dimos una oportunidad.
—Las relaciones más sanas nacen de una amistad —sonrió ampliamente—. Tu mamá está muy contenta.
—¿Mamá? —alcé las cejas— ¿Mamá sabe?
—Spencer y Frank también.
Suspiré soltando el tenedor. Era de esperarse.
—Espero poder conocerlos pronto —dijo Shaun apoyando una mano en mi pierna para calmarme—. Tranquila, nada puede asustarme.
No estaba segura de ello.
—¿Y tu familia, Shaun?
—Mis padres siguen viviendo en Ohio —contó—. Quise que se mudaran conmigo a Los Ángeles pero no logré convencerlos.
Así empezó una agradable conversación entre mi padre y Shaun. Él le contaba lo difícil que había sido cambiar su vida por completo al mudarse, además de las complicaciones tanto sociales como psicológicas que sufrieron como inmigrantes. También hubo historias "vergonzosas" por parte de Edward sobre mí.
Nunca me imaginé en una situación así. ¿Lo soñaba? Tal vez, creo que hasta cierto punto siempre quise vivir una experiencia parecida a esa. Shaun parecía ser la persona indicada para vivirla; paciente, divertido, sociable, amable. Le gustaba escuchar, también hablar sobre su vida. La forma en la que brillaban sus ojos cuando lo hacía era bonita.
El almuerzo terminó y Shaun tuvo que regresar a donde se hospedaba por otra muda de ropa. Edward y yo nos quedamos lavando y ordenando lo que habíamos utilizado.
—¿Sabes cómo está Tabatha? —animé a preguntar— Sé que Spencer y ella ahora son amigas.
—Mejorando de a poco —respondió entregándome un plato seco para que lo guardara—. El duelo es complicado.
—Sí, lo sé.
Seguí con lo mío mientras miraba la hora en mi reloj. Dentro de un rato debía salir para el set y no llegar tarde.
—¿Hasta cuándo se quedarán?
—Tres días —contestó—. Tu madre está ayudando a Spencer con los preparativos y no queremos molestar. ¿Verdad, Almmy?
La nombrada ladró en forma de respuesta. Sonreí enternecida, sí que la había extrañado.
—Pueden quedarse el tiempo que quieran, pa.
—Así podré conocer más a tu enamorado —reí por el apodo—. Lo que me lleva a mi pregunta: ¿por qué no nos contaste?
Bufé doblando el trapo que había usado y lo dejé sobre la encimera.
—¿No confías en nosotros? ¿En mí?
—No digas eso, papá —negué alzando la cabeza por la diferencia de altura—. Es solo que, no sé... No quería que tuvieran altas expectativas.
—¿Por Shaun? Parece un muchacho agradable —opinó—. La forma en la que te mira muestra que realmente te quiere.
—Pero no sabe quién soy —dije cruzándome de brazos—. Temo que si le cuento la verdad, saldrá corriendo o pensará lo peor de mí.
Edward frunció el ceño pensativo.
—¿Piensas así por el animal ese?
—Tengo su sangre.
—Pero eres mi hija —contradijo recalcando la palabra mi—. Lyla y yo te criamos, tú eres nuestra niña. Roma, no hay nada de él en ti.
—¿Cómo lo sabes? —cuestioné sintiendo las lágrimas en mis ojos. Edward agarró mis brazos con delicadeza y se inclinó un poco para estar a mi altura.
—Porque tú eres una buena persona —respondió con seguridad—, haces lo que sea para proteger a las personas que amas sin importarte salir lastimada. Eres fuerte, luchadora, valiente. Siempre buscas dar lo mejor de ti y eso es algo que siempre he admirado. ¿Sabes por qué eres así? —negué— Porque eres diferente a ese ser frío y despiadado.
Generalmente todos en algún momento de nuestra vida sufrimos de una crisis de identidad. Vamos buscando ese algo que nos pueda responder lo que somos, quiénes y cuál es nuestro propósito en el mundo. Sin embargo, la lucha interna nunca es sencilla de ganar. Cada día es una guerra diferente, más complicada y difícil de afrontar. Las frustraciones aparecen más de seguido cuando la pregunta parece no tener una contestación clara.
Tener una crisis de identidad es un verdadero dolor de cabeza.
—En ti, mi sol, no hay una sola gota de maldad.
Pero tener una crisis con tu propia biología, imposible de cambiar, es estar parado en medio de una sangrienta batalla campal. 

ENCUENTRO ENTRE PAPÁ WILSON Y SHAUN AHHH!! Acuérdense, habrán más encuentros entre este par 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ENCUENTRO ENTRE PAPÁ WILSON Y SHAUN AHHH!! Acuérdense, habrán más encuentros entre este par 

Por otro lado, muchas gracias a las personitas que votaron y sumaron esta historia a sus listas de lectura, lo súper aprecio de todo ♥

En otras noticias: VERANO DE TRAGEDIA  ya se encuentra disponible en mi perfil para que se pasen a leerla. Mucho realismo, misterio, crímenes,hermandad y amor. Espero que les llame la atención.

PREGUNTAAA:

¿Se les ocurre un shippeo para Shaun y Roma?

Los leo!

-Melany 

Las dos caras de Roma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora