Acción de Gracias, un día extremadamente importante para unos, no tanto para otros. Por mí parte, lo disfrutaba. Ese año debido al calendario y la planificación del rodaje, todos coincidimos en pasar esa celebración juntos así terminar a tiempo para las próximas celebraciones. El cast y el equipo nos habíamos reunido en un restaurante, reservamos con anticipación una gran mesa así estábamos cómodos. La gran mayoría había llegado, solo faltaban unos pocos y se podía notar por las sillas vacías. A mi lado derecho se sentó Bonnie, al frente lo tenía a Nick y mi izquierda estaba vacía ya que era el lugar de Shaun.
—¿Tienes mucho por lo que agradecer? —preguntó Bonnie. Sonreí pensando en la respuesta.
—Honestamente, sí.
Era verdad. Los últimos meses habían sido duros con respecto al asunto de Caleb -del cual ya me estaba cansando- y no haber podido estar completamente disponible para ayudar a Spencer y Frank con la planificación de su boda. Aún así, llegaron cosas -y personas- más importantes que tornaron todo lo oscuro en luz brillante. Quiero decir, trabajaba junto a compañeros increíbles, la historia que armamos cada día solo se volvía mejor y mejor; tenía salud física -al menos eso pensaba- y, sin saber cómo, había chocado con una persona que me hacía sentir única y especial. ¿Qué podía salir mal en un día tan bueno como ese?
—¡Hola! —saludó de formal general Shaun, quien llegó acompañado por Connor.
—Lamentamos la tardanza —se disculpó el inglés mientras tomaba asiento junto a Nick y depositaba un casto beso sobre sus labios.
—Ya íbamos a empezar sin ustedes —bromeó Skylar.
Shaun besó mi mejilla antes de correr la silla vacía junto a mí y sentarse, le sonreí.
—¿Todo bien? —pregunté.
—Todo perfecto —respondió tomando mi mano sobre la mesa. Escuché un click y supe que era Sky, ella había llevado una cámara de polaroids y estaba emocionada por retratar momentos.
Shaun y yo giramos la cabeza en dirección a la chica y vimos como ya tenía la foto entre sus manos, la miraba con ternura.
—¡Son hermosos! —exclamó mostrando la foto— Sus hijitos serían tan bonitos. Tengan.
Extendí la mano para tomar la foto y se la mostré a Shaun. Era cierto, habíamos salido muy bien. Se veían nuestras manos entrelazadas, pero más que nada las sonrisas que nos ofrecíamos mutuamente. Sin darme cuenta, estaba enamorándome del hombre junto a mí.
—Con respecto a los hijos...
—Es un locura, todavía ni lo sueño.
—Gracias —suspiró aliviado, lo que me hizo reír.
Cuando los faltantes llegaron, la cena fue servida. Algunos eran veganos o vegetarianos, por lo que los platos no eran los mismos. Yo había optado por unos fideos con salsa blanca, mientras que Shaun sí quiso comer pavo. Al tener todos sus respectivos platos, Eliza se paró en su lugar con una copa entre sus manos. Golpeó con su anillo la misma y así llamar la atención de todos.
—Voy a tratar de ser breve porque sé que todos estamos hambrientos —dijo divertida—. Primero que nada, me gustaría agradecerles por su presencia en este día. Sé que es difícil estar lejos de nuestras familias, pero por lo menos nos tenemos los unos a los otros. Les doy las gracias por ser parte de este hermoso proyecto, por su voluntad y esfuerzo cada día en el set; y a los que encontraron amor durante este tiempo, les deseo de todo corazón que luchen contra las adversidades —levantó su copa sonriendo—. ¡Salud!
—¡Salud! —exclamamos al unísono.
No todos, pero algunos dijeron otras palabras mientras cenábamos. Debo admitir que, a pesar de estar juntos, se podía sentir la sensibilidad en el aire. Muchos estábamos acostumbrados a estar lejos de nuestras familias en fechas importantes, muchas veces he pasado mi cumpleaños en sets, pero para otros era más complicado. Los entendía, la primera vez también me resultó bastante difícil.
Por supuesto que, para aligerar el ambiente, se contaron historias personales divertidas. Nick era bueno en eso, no tenía vergüenza de contar sus momentos más bochornosos.
Sin embargo, empecé a sospechar de que algo andaba mal cuando uno de los camarógrafos (que tenía el celular) frunció el ceño y me miró de reojo. Una acción que sin dudas me pareció extraña y noté el algunos más, pero preferí ignorar. No obstante, a los minutos mi celular empezó a sonar. Lo saqué de mi bolsillo y leí el identificador. Era Julia.
—Ahora regreso —le avisé a Shaun mientras me levantaba. Caminé unos metros para alejarme de la mesa y atendía—. ¡Hola, Juls! ¿Todo bien?
—Se nota que no haz visto las redes —bufó en respuesta—. Roma, tenemos problemas.
—¿Qué pasó? —cuestioné empezando a tener miedo.
—¡S.O.C! —exclamó— No sé cómo, pero seguramente alguien les vendió información sobre tu pasado.
Cada palabra que Julia decía solo provocaba que mi corazón se acelerara más y más, había tantas cosas que quería mantener en secreto, una peor que la otra.
Que S.O.C, Scandal of Celebrities, la más grandes compañía de chimentos tuviera algo sobre mí solo ponía un blanco en mi espalda. Ellos eran capaces de destruir una carrera entera con una historia.
—Sacaron a la luz que eres adoptada —contó. No sonaba tan mal—, y también tu nombre de nacimiento.
Estaba acabada.
—Mierda.
Giré el rostro ya que sentía unos ojos fijos en mí, y allí lo vi. Shaun mirándome confundido con el celular en su mano.
—No puede ser —susurré llena de miedo.
Se suponía que iba a ser un día hermoso, tranquilo, agradecido. Al final, terminó siendo solo uno de los peores días. No lo sabía entonces, pero que mi verdadero nombre se revelara fue el comienzo de una caída en picada.
No me asustaba el hecho de que supieran mi nombre o que era adoptada, después de todos millones de celebridades han sido o adoptaron. Lo que me aterrorizaba era que dieran con mis padres biológicos. Eso solo me traería consecuencias, incluso una mancha difícilmente de borrar en mi currículum. Además, nuevamente Shaun se vería metido en un escándalo.
¿Cómo pudo ocurrir? ¿Cómo pudieron saberlo? Julia y yo estábamos casi seguras de que alguien les había vendido la información, quién era una incógnita. No mucho sabían aquello, Miguel y Julia sí porque ellos eran mi equipo más importante. Dudaba que mis padres o Spencer cediera ante tal cosa, mucho menos Frank o Andrew. Nick no lo sabía. ¿Tabatha? No tenía motivos. Por un momento pensé que probablemente alguien había escuchado una conversación sobre ello, pero no tenía sentido, no era algo de lo que hablaba abiertamente. Otro escenario pudo haber sido que me investigaron y dieron con eso, aunque de ser así me extrañaba que no me hayan relacionado con el escándolo de mi infancia.
La respuesta de quien me vendió llegaría unos días más tarde, junto a otro evento que casi destruiría a una de las personas que más amaba. Mientras tanto, debía enfrentar a Shaun y Nick.
Los cuatro, ya que Connor también estaba con nosotros, volvimos a mi departamento. A esas alturas todos estaban al tanto de la crisis de último momento, por lo que solo rogaban que la noticia fuera reemplazada por otra para no entrar en un escándalo peor. Julia y Miguel estaban tratando de encontrar un vuelo de última hora para juntarnos y ver cómo encarar el problema. Estaba claro que no podía simplemente ignorar como a los haters; hablando de ellos, se volvieron peor cuando salió la noticia. El último post, el cual era la foto con Shaun, se llenó de comentarios diciendo que era un mentirosa y que él merecía a alguien mejor. Los desactivé para no tener que leerlos mientras pensaba que, en cierta parte, tenían razón.
Shaun, Nick y Connor estaban sentados en el sofá frente a mí. El del medio estaba cruzado de brazos mirándome fijamente.
—Me estás poniendo más nerviosa —le dije.
—Lo siento —se disculpó relajando su posición—. ¿Cómo debería llamarte? ¿Roma o Eurídice?
Suspiré desviando la mirada.
—No la trates así —reclamó Connor—. Todos mantenemos secretos. ¡Tú también!
—¡Deberías estar de mi lado!
—¡Julián Hernández! —exclamé para callarlos a los dos, quienes se giraron a mirarme extrañados— Él es la razón por la que decidí cambiar mi nombre cuando me adoptaron.
—¿Quién es? —preguntó Nick.
—Tu padre biológico, ¿no? —habló Shaun por primera vez desde que dejamos el restaurante— El mismo que te causa pesadillas todas las noches.
Fruncí el ceño ante la última oración. No quería preguntarle justamente ahí, pero así fue como me enteré que Shaun estaba al tanto de mis pesadillas. Eso me hizo sentir más... expuesta.
—El nombre me suena —soltó Connor pensativo. Tragué saliva bajando la mirada.
—Seguramente de las noticias —dije sin mirarlos—. Él asesinó a mi madre biológica.
Eurídice Hernández, ese era el nombre que eligieron para mí apenas nací. Julián, el hombre había destruido gran parte de mi infancia, siempre me decía que el nombre lo eligió debido a la historia de la ninfa. Decía que yo merecía a alguien que bajara al inframundo por mí, así como él lo haría. Creo que en esos pequeños momentos de sobriedad se podía apreciar una personalidad amable, y hasta tierna. Sin embargo, por todo lo que había hecho, Julián se había transformado en mi pesadilla recurrente.
El silencio que se generó en la sala fue interrumpido por el tono del celular que tenía en mi mano. Era una videollamada de Lyla.
Sin decir algo, salí de la sala y fui rumbo a mi habitación para atender tranquila. Al contestar, la cara de mis padres fue lo primero que vi.
—Hola —saludé sonriendo forzadamente—. Supongo que ya saben.
—Estábamos cenando cuando salió en la televisión —confesó Edward—. Frank tuvo que calmar a Spencer porque casi entró en pánico.
—Lo cual es lo de menos ahora —cortó Lyla—. ¿Cómo estás tú, hija?
—No lo sé —admití sentándome en la cama—. Estoy confundida.
—¿Sabes cómo se enteraron? —preguntó mi padre, negué con la cabeza—. Frank cree que alguien vendió la información.
—Julia y yo pensamos lo mismo —admití—. Aunque no sabemos quién.
—Quiero que te mantengas fuerte, ¿okay? —dijo Lyla— No importa lo que digan los demás, tú eres Roma, mi pequeña guerrera.
—Nadie puede arrebatarte eso —continuó Edward.
—Los amo —les recordé sonriéndole a la cámara.
—Nosotros a ti.
Mentiría al decir que no los necesitaba en ese momento, me hacían mucha falta. Pero por más que quisiese huir y refugiarme en los brazos de mamá o papá, no podía. Tenía que dar la cara, ser fuerte y enfrentar lo que se me viniera a continuación.
Al cortar la llamada, sentí unos toques en la puerta y luego se abrió. Por ésta se asomó Shaun, sonriendo de lado.
—¿Estás enojado? —fue lo primero que pregunté.
—¿Debería? —contestó con otra pregunta caminando hasta tomar asiento en la cama junto a mí— Entiendo el motivo, Roma, no soy un monstruo. Aunque...
—¿Aunque..?
—¿Alguna vez me lo ibas a contar? —preguntó intrigado.
—Seguramente —contesté—. Aunque en mi mente ocurría en un escenario muy diferente. Y tampoco lo sabía el país entero, pero bueno. No todo sale de acuerdo al plan.
—Ven.
Shaun se acostó en la cama y yo a su lado, apoyé la cabeza sobre su pecho y dejé que el acariciara suavemente mi cabello para tranquilizarme.
—¿Crees que mi carrera se acabe si se llegan a enterar de Julián?
—No —respondió seguro—. En realidad creo que te verán como nosotros lo hacemos.
—¿Cómo? —alcé la cabeza para conectar nuestras miradas.
—Una sobreviviente, Roma.
Cuando era niña, descubrí que los monstruos sí existían. No eran de colores llamativos, ni tenían escamas o cuernos sobre sus cabezas, tampoco habitaban debajo de la cama o en mi armario. Lucían como cualquier ser humano. Respiraban, se alimentaban, tenían una vida tan mundana como tú o yo. Lo único que nos diferencia de aquellos monstruos es lo que llevamos dentro, el alma y la fuerza buena de nuestro corazón latiente. Nuestro cerebro es capaz de diferenciar lo bueno de lo malo, cosa que esas criaturas no pueden.
En su interior puede que no haya ni una sola gota de bien, ellos nacieron para tratar de acabar con la luz de uno y transformarte en un ser como ellos. Sin embargo, si somos lo suficientemente fuertes, podemos no solamente sobrevivir, sino que demostrarnos que somos mejor y más valiente de lo que pensábamos.
Sabía que Shaun tenía razón, había sobrevivido a un infierno como millones de otras personas. No obstante, mi batalla estaba en pleno apogeo.A poco se lo esperaban?? Les dije que venía una primera bomba. Les gustó el capítulo? Espero que sí!
PREGUNTAAA:
¿Quién piensan que vendió a Roma?
Leo sus teorías!
Les recuerdo que "Tragedia de verano" está disponible en mi perfil y, probablemente, mañana la actualice ♥
-Melany
ESTÁS LEYENDO
Las dos caras de Roma.
Ficción GeneralUna actriz carismática se encuentra en una encrucijada consigo misma cuando sus demonios del pasado intentan apoderarse de su salud mental. La línea entre lo racional e irracional se vuelve delgada, y Roma parece haber perdido el rumbo. ¿Cómo podrá...