𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 12

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La definición de sorpresa no es nueva, todos la conocemos y sabemos de qué va. Más de uno ha atravesado por esa alteración emocional a causa de una situación inesperada. En mi vida me he encontrado en ese estado más de una vez, y con el tiempo confirmé una cosa: la vida (el destino, o en lo que crean) tiene una forma muy particular de sorprender. Podía empezar con el hecho de que no todas sus sorpresas son buenas ni felices.
Casi un mes pasó desde el inicio del rodaje. Hubieron días donde nada fue sencillo, mi cuerpo empezaba a querer quedarse más tiempo en cama y dormir cinco minutos más, pero luego todo mejoraba cuando arrancaba la jornada de trabajo. Al tener buenos compañeros, las cosas se hicieron más divertidas.
Eran las dos de la madrugada, estábamos en la recta final del dia. Todo el equipo estaba terminando de ambientar la calle para una escena en la que Shaun y yo bailaríamos. Nuestra ropa y cabello debían estar húmedos puesto a que anteriormente había "llovido". Arriba tenía puesto un abrigo largo para evitar morir de hipotermia. Era sorprendente el frío a esa altura del año, pero nada se podía hacer para luchar contra ello.
—¿Qué estás haciendo? —cuestionó Connor tras exhalar el humo del cigarrillo.
—Todo lo posible para evitar el frío y un resfriado —respondí envolviendo una bufanda en mi cuello—. No es placentero escucharme enferma.
—Eso es verdad —dijo Nick sentado a mi lado. Él tipiaba sin parar en su laptop, ni quería preguntarle lo que hacía para no distraerlo. Aún así, él tenía los oídos bien abiertos.
—Romitaa, Romitaa —escuché el canto de Shaun acercándose. El de cabello azabache apareció delante mío con dos envases blancos—. ¿Chocolate caliente?
—Sabes la respuesta —contesté sacando la mano de mi bolsillo para agarrar el envase. Shaun sonrió de costado y me guiñó un ojo. Ante eso, bajé la mirada para que parte de mi cabello me tapara el rostro y no viera el sonrojo que me causó.
No era la primera que vez que ocurría, ciertamente aquello me asustaba porque no quería acostumbrarme al sentimiento. Ya bastantes problemas me había causado en un pasado, no tenía las fuerzas para vivir todo una vez más. Prefería tragarme mis sentimientos, hacer todo lo posible para mantener la amistad que estaba forjando con Shaun y evitar malos entendidos.
—Roma —llamó Nick—, tengo que irme. ¿Puedo llevarme el auto?
—¿Todo bien? —cuestioné. El oji-marrón estaba nervioso, se notaba a kilómetros. Algo pasó, era seguro, puesto a que uno de sus ojos incluso empezó a temblar.
—Te lo explicaré apenas sepa —dijo y salió corriendo del set. Los tres restantes nos quedamos mirando como el chico se iba sin decirnos que sacó de lugar sus únicos tornillos.
—Imagino que no tienes nada que ver —asumí volteando para mirar a Connor. El inglés negó con la cabeza.
—Si lo tuviera, en estos momentos estarían buscando mi cadáver.
—¡Roma! ¡Shaun! ¡Estamos listos para ustedes!
Fingí un llanto de niña mientras me quitaba la campera y bufanda. Mal día para una escena con vestuario húmedo. Dejé el abrigo, bufanda y chocolate sobre mi silla, luego Shaun y yo caminamos hasta la adorada directora Eliza.
—¿Qué canción les gustaría escuchar ahora? —preguntó apenas nos tuvo al frente—. Sería divertido, los ayudaría a entrar en calor.
Nosotros nos miramos, tratando de adivinar alguna que le pudiese gustar al otro. Generalmente ambos teníamos gustos parecidos en cuanto a música, muchas veces lo he atrapado escuchando Queen junto a Bonnie y me les uní al karaoke improvisado. Qué buenos tiempos.
—Estoy teniendo una obsesión con "Paris" —confesé volviéndome hacia Eliza.
—Uh, esa es buena. Me gusta —concordó Shaun al instante.
—Okay, me encargaré de que reproduzcan esa cuando estén bailando.
Eliza nos dio otras últimas indicaciones antes de empezar a rodar. La escena era seguida de una escapada que el matrimonio había tenido por su aniversario, pero en medio de la cena al aire libre tuvieron una discusión y empezó a llover. Diane, para ignorarlo, se fue a caminar sin importarle seguir mojándose. Adam la seguía en silencio y con distancia puesto a que tenía miedo de dejarla sola. Lo que nos tocaba hacer luego de eso era la escena de reconciliación. Cuando Adam se da cuenta de que están caminando por la misma calle en la que se besaron por primera vez, utiliza ese recuerdo para llegar a Diane.
—¡Acción!
—¡Diane, por favor! —exclamó Shaun detrás de mí— ¡Llevamos horas caminando!
—Nadie te mandó a seguirme, Adam.
—Diane. Diane —llamó repetitivas veces como indicaba el guión.
—¡¿Qué?! —grité volteando. Ambos estábamos frente a frente, separados unos cinco metros del otro, parados en medio de una calle solitaria (sin contar a los camarógrafos y todo el equipo). Seguí la mirada hacia donde observaba Shaun, encontrándome con el gigante pino de piñas— ¿Es el mismo?
—Parece que sí —rio—. ¿Recuerdas lo que pasó ese día?
—Escapamos de Rachel porque quería jugar a que fuéramos sus alumnos —dije sonriendo—. Nuestros papás nos buscaron por todos lados, y acá estábamos.
—También te di un beso.
—Teníamos ocho y fue porque perdí en "piedra, papel o tijera" —ataqué a la defensiva, observándolo con el ceño fruncido.
—Pero quería hacerlo —confesó ladeando la cabeza—. Diane, siempre supe que serías tú la mujer con la que estaría toda mi vida. Nunca imaginé a alguien más, y que termináramos aquí creo que es prueba suficiente.
Mientras hablaba, Shaun se acercaba a paso lento. Se detuvo ya cuando estuvo muy cerca, colocó sus manos en mis mejillas y las apretó levemente.
—Perdón por las cosas que dije, no pensé —se disculpó—. En realidad creo que eres una mujer increíble, mi vida está en orden porque tú estás en ella.
—Te amo —susurré. Shaun sonrió, uniendo sus labios con los míos una vez más.
Cada vez que lo besaba, cada maldita vez se sentía diferente. Nunca me había pasado antes, jamás. Pero Shaun me transmitía algo distinto, él me hacía sentir así.
—¿Sabes qué más hicimos ese día? —pregunté tras separarnos. Shaun empezó a negar con la cabeza mientras yo tarareaba la letra de la canción que realmente pondrían en post-producción, la cual era I think we're alone now de Tiffany.
De fondo y con el volumen alto, la música que habíamos elegido comenzó a reproducirse. Shaun y yo bailábamos al ritmo de The Chainsmokers. A diferencia de mí, él sí sabía cómo mover el esqueleto. Cualquiera al lado mío baila mil veces mejor, por eso nunca fui a ningún show de danza.
El de ojos oscuros agarró mi mano y me hizo dar varias vueltas, luego pasó su mano por mi cadera y me apegó mucho más a su cuerpo para bailar pegados. Nuestros ojos se conectaron profundamente; en ese momento me di cuenta de que ambos habíamos caído en un estado donde creíamos que éramos solo nosotros, nadie más alrededor. Ya no éramos Adam y Diane, sino Shaun y Roma. Nuestros sentimientos estaban traspasando la pantalla, eso podría ser un problema en muchos niveles. Empezando por el hecho de que la privacidad no era algo que conociéramos, y ambos nos habíamos ganado una reputación cuando hablábamos de relaciones.
Nos unimos en un beso nuevamente, más profundo y nuestro. Coloqué mis manos en la parte trasera de su cuello y, a la vez, sentí como él apretó mi cadera con sus manos. Mentiría al decir que ninguna mariposa revoloteó en mi estómago, mi interior era un desastre de emociones.
—¡Y corte! ¡Se queda! —gritó Eliza, lo que nos hizo separar—. ¡Excelente improvisación, chicos! ¡Terminamos por hoy!
Tragué saliva poniendo distancia entre el asiático y yo, él estaba en el mismo estado que yo. Mientras que el equipo se empezaba a mover para desmantelar todo, Eliza se aproximó.
—Creo que fue una de sus mejores escenas, gran trabajo —felicitó guiñándonos un ojo—. Los veo en unas horas.
—Sí, gracias —logró decir Shaun. Ambos volvimos a conectar miradas, pensando que eso diría lo que no nos atrevíamos a decir en voz alta—. Roma, yo... lo que pasó...
—No hay necesidad de tocar el tema —dije cruzándome de brazos, sonriendo nerviosa—. Dejémoslo así, ya pasó. Fue cosa del momento.
—Pero...
—Debo ir a cambiarme —interrumpí—. Nos vemos en un rato.
Sin dejar que hablara, pasé por su lado y caminé a paso rápido hasta mi tienda. Reemplacé el vestuario con mi ropa, pedí un Uber y terminé de ordenar mis cosas en lo que llegaba mi auto.
Camino a casa solo revivía lo ocurrido en mi cabeza una y otra vez, incluso aún sentía sus manos sobre mi cuerpo y me causaba calor en el rostro. Los labios me quemaban, quería seguir besándolo y sentirlo cerca de mí. Dios, pensaba, esta no soy yo.
Como dije al principio, no todas las sorpresas son buenas o felices. Algunas vienen disfrazadas, empiezan como algo bonito y terminan por desgarrarte en dos, lenta y dolorosamente.
La primera vez que experimenté una fue unas semanas antes de que mi mamá falleciera. Habíamos ido a comprar y cuando volvimos mi padre estaba en casa con un gatito. Dijo que era mi regalo de cumpleaños adelantado, lo nombré "Flounder" por el pececito de mi película animada favorita. Lamentablemente la felicidad no me duró mucho. Mi padre se emborrachó esa noche y ahogó al gatito porque no paraba de maullar. Gran forma de recordar a tu primera mascota, ¿no?
Ahora, he tenido más sorpresas de la vida que terminaron mal. Pero el sentimiento de ahogo solo lo experimenté dos veces. La primera fue aquella noche de mi infancia, la segunda están a punto de saberla.
—¡Nick! —llamé entrando por la puerta.
—¡En el living! —contestó de regreso. Suspiré cerrando la puerta con llave, luego la dejé en el tazón sobre la repisa y me quité las zapatillas.
—Necesito hablarte de Shaun —decía mientras me dirigía a la sala—. No sabes lo que pasó. Estáb... ¡Spencer!
—Hola, linda —sonrió despegando su trasero del sofá. La ojiazul me encerró en un abrazo, el cual correspondí.
—¿Qué haces aquí? —pregunté al separarnos—. No me malentiendas, me encanta que hayas venido y en el momento perfecto. Estoy en medio de una crisis, necesito que me golpees y ¡me traigas de regreso a la realidad!
—Roma, Roma —dijo agarrándome ambos brazos para hacer que la mirara a los ojos—. Cálmate, respira. Vamos a sentarnos, tenemos que hablar.
Nada bueno sale de una conversación que involucra esa frase. Cada vez que la oyes, sabes que es una condena.
—Las dejaré solas.
Fruncí el ceño tomando asiento, Spencer a mi lado izquierdo. Ella mantenía sus manos apretando las mías, lo cual solo confirmaba que algo malo se aproximaba.
—¿Papá y Lyla están bien?
—Sí, sí. Están bien —sonrió de lado—. Es... Llegó la hora.
Más confundida que antes, guardé silencio buscando la respuesta a mis dudas en los ojos azules de mi hermana. Un leve rojizo delató el llanto que había soltado horas atrás, y allí entendí a lo que se refería.
—No.
—Hace unos días su dificultad para respirar incrementó —contó—. Está cansado, Roma. Harvey ya no quiere seguir peleando.
—¿No hay nada más que puedan hacer?
—Estamos hablando de una enfermedad sin cura, mortal e invasiva —explicó usando su tono de voz maternal—. Créeme que  su equipo de doctores y familia han hecho todo lo médicamente posible para ayudarlo. Pero el cuerpo de Harvey ya no puede aguantar más, está sufriendo demasiado.
No podía creerlo. ¿Cómo es posible que la vida sea tan cruel con personas que no han hecho nada más que cosas buenas por otros? Si bien teníamos años sin hablarnos ni vernos, Harvey nunca fue una mala persona y tenía cero dudas sobre ello. Por eso me costaba -y cuesta- entender porqué situaciones tan horribles, como morir en agonía, le pasaba a gente buena y llena de vida. Ojalá alguien pudiera responderme, sacarme esa gran duda que seguramente muchos tenemos.
¿Por qué, Vida?
—Vine porque me dijo que quiere verte.
¿Por qué eres cruel con quienes no lo merecen?
—Dijo que necesita verte.
¿Acaso es una prueba que solo tus más valientes y fuertes guerreros pueden vencer?
—Está muriendo.
¿Es tu forma de mostrar la injusticia que hay en el mundo?
—Roma, tú también necesitas despedirte.
¿O simplemente es porque te gusta divertirte con el sufrimiento de los demás?
Dime, Vida. ¿Acaso te ríes en la cara de aquellos que sufren, que tienen dolor en su interior?
¿Por qué eres imparcial? 
¿Por qué eres tan... complicada?

Un viernes un poquito sad :'( 

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Un viernes un poquito sad :'( 

Pobre Roma, se le muere su mejor amigo de la infancia. 

Aún así, espero que hayan disfrutado del nuevo capítulo y de la química entre nuestros tortolitos ♥

PREGUNTAAA:

¿Creen que Roma irá a ver a Harvey?

Los leo!

Also, estuve pensando en escribir la historia "Empedernidos", en la cual se basan para hacer la "película". Díganme si eso es algo que les interesaría leer y yo gustosa empiezo a pulir mi pluma ♥

-Melany

Las dos caras de Roma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora