🦋CAPÍTULO 36 🦋
‹‹Él puede lastimarme››
ALIXEN OSUNA
En la mañana, todo parecía de lo más tranquilo, como si el día anterior nunca una tormenta amenazo en destruir el pueblo. Al parecer se había desviado, librándonos de una gran catástrofe.
Cerré la puerta detrás de mí, y contemplé los charcos de agua en la calle y algunas ramas de los árboles caídas. Todo es un desastre, pero pudo ser peor.
Tome mi cámara y capturé el momento, pues ver la naturaleza de esta manera me recordaba al ser humano al pasar por un tornado de emociones. Dejándolo roto como las ramas de los árboles, con charcos a causa de la lluvia, que asociaba con lágrimas derramadas. Y las hojas regadas por el césped y calles, como recuerdos que quería barrer de su memoria, en busca de sanar las heridas, pero barrerlas le llevaría tiempo, mucho tiempo.
El sonido de un claxon me sobresalto, y al mirar a mi costado vi a Connec, lo trago los recuerdos del día anterior. Al ver que no me quitaba de su camino, comenzó a sonar varias veces el claxon.
Me quité de su camino y lo vi pasar por mi lado, sin ser capaz de apartar la mirada de él, hasta que fui obligada al ser sujetada con fuerza de la cintura y pegada a un tonificado cuerpo, que liberaba un aroma familiar y me hizo elevar la mirada hacia Jess, mientras escuchaba el chismoteo del agua por todos lados.
Jess me miraba con expectación, como si intentara descifrar un gran enigma.
Luego de unos segundos, se apartó de mí y retiro el paraguas negro con el que nos protegió.
—Espero que tu cámara esté bien —dijo, para después alejarse.
Lo contemplé con inquietud, ante su comportamiento tan extraño, para después mirar mi cámara y comprobar que no se hubiera estropeado con las pequeñas chispas de agua.
Al llegar a la escuela, mire el lugar con interés, al igual que mis amigos.
—Esto es un desastre —murmuró Hiram—. Pobre señor Jonny, tendrá que limpiar todo él solo.
—No lo creo, apuesto que en estos momentos el director está buscando cualquier acto de mala conducta para obligarnos a limpiar después de clases —mencione, ya que solía hacer eso.
Continúe tomando fotos de algunas áreas de la escuela, de mis compañeros mirando todo con interés, y el conserje Jonny barriendo el césped, mientras avanzábamos al edificio, sentí ser empujada, algo que me hizo perder el equilibrio, y caer sobre un charco, lo que llamó la tención de mis compañeros. Hiram se apresuró a ayudarme, a ponerme de pie.
—Lo has hecho a propósito, discúlpate con ella —ordena Hiram a Moya.
Esto era una broma, ¿no?, ¿Qué maldito problema tenía conmigo?
Moya me miró de pies a cabeza, para después mirar a Hiram con una sonrisa burlona. Algo que detestó mi amigo.
—Qué esperas, discúlpate, o quieres que te obligue —amenazó. Miré a mi alrededor, notando que un pequeño grupo de estudiantes comenzaba a rodearnos.
—Tal vez eso quiera —dio un paso a él.
Hiram lucio más enfadado, pero antes de poder decir algo, Connec se abrió paso entre los estudiantes y apartó con brusquedad de Moya.
—No te acerques a ella —advirtió
—Haré lo que me dé la gana —expuso, sin perder el equilibrio
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NEVERLAND (+18)⭐
FantasyCuando era pequeña, mis padres solían contarme historias de terror, y cuando no obedecía, decían que el lobo, bruja, o el cazador de almas vendría por mí. Su amenaza se sentía tan real que lloraba con intensidad o solía tener pesadillas. Al crecer...