🦋CAPÍTULO 44🦋

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🦋 CAPÍTULO 44 🦋

‹‹ Ultimatum ››


HIRAM SANZ

La cuchilla contra el hielo provocaba un ligero sonido, mientras me deslizaba por la pista, acompañado con la melodía The Reason Hoobastank en mi reproductor. De nuevo había tenido que venir solo a patinar, debido a que Alixen tuvo que doblar turno en su trabajo, y Jess se encontraba haciendo lo mismo.

Solté un suspiro y me acerqué al barandal, contemplando la pequeña feria que habían puesto en el parque, y las personas transcurrir felices por ella.

Ser hijo de cazador y lobo no era desagradable, en muchas ocasiones me divertía al entrenar con los chicos o papá, pero he de admitir que, en ocasiones, deseaba ignorar todo aquello, tener una familia común, ser una persona común, que asiste a funerales de vez en cuando, o no recibe noticias cada día de que alguien murió en manos de un lobo, pues no todo estado o país tenía tratado de paz.

Solté otro suspiro. No me gusta desear tener cosas imposibles, pero la soledad siempre me traía este tipo de pensamientos.

—Hola —alguien me quitó las orejeras y colocó a mi lado.

Una encantadora sonrisa y unos ojos chispeantes de alegría se revelaron frente a mí.

—¿Por qué tan solo? —preguntó, entregándome las orejeras.

Dejé viajar mi mirada por todo el lugar, para buscar a sus extravagantes e irritantes compañeros.

—Deberías estar con tu manada —dije con frialdad.

—Quizá, pero ellos están con sus familias, ya sabes, fiestas navideñas y esas cosas de ricos —explicó.

La miré con curiosidad, sin entender por qué ha venido a mí.

—¿Qué quieres Moya?

—Qué directo —sonrió—, pero me gusta —agregó, divertida.

—Mantente alejada de mí, y evítate problemas y de paso evítamelos a mí —me alejé de ella.

—Oye —me siguió.

Cuando logró sujetarme del brazo, me detuve y solté golpe.

—Tranquilo, no soy como mis amigos, yo no creo que conversar con un lobo sin manada sea algo malo —elevó sus manos en señal de paz.

—Mira Moya, no sé qué planeas en esa cabecita loca que tienes, pero no me incluyas en ello y finjas que no sé lo malévolas que eres. —En vez de molestarse, sonrió.

—Esta noche no planeo sacar mi parte oscura —se burló— solo divertirme, así que no seas aburrido. —Me tomó de la mano y guio de nuevo al centro de la pista.

—Oh —dijo entusiasmada— esa canción me gusta.

I'd tell myself you don't mean a thing
But what we got, got no hold on me?
But when you're not there I just crumble
I tell myself that I don't care that much
But I feel like I'm dying till I feel your touch

Un fuerte aire sopló, removiendo las copas de los pinos, mezclándose con la música de la fiesta a la distancia, y llevándose consigo mi recuerdo.

Miré de nuevo la hora en mi móvil, el reloj marcaba las 11:30 p.m., es tarde, la hora acordada tenía media hora de haber expirado, pero necesitaba ver a Moya, y hablar respecto a lo que estaba surgiendo entre Geyser y ella para fastidiar a Alixen, pues nuestra conversación había quedado inconclusa cuando Connec apareció en la azotea y reprimió a Moya por estar sola conmigo, para seguido iniciar una pelea cuando Moya expuso que también pasaba tiempo con Asch, lo que hizo que Connec malinterpretara y creyera que estaba en busca de ensuciar la imagen de las mujeres de su manada.

NEVERLAND (+18)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora