Capítulo 31

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Pov Beatriz.

Los primeros rayos de sol comienzan a llenar la habitación, adoro ver a Armando dormir a mi lado, los recuerdos del día y la noche de ayer hacen que sonría como una tonta, me abrazo a su espalda, amo sentir su piel, su olor, saber que de ahora en más voy a despertar así todas las mañanas me hace muchísima ilusión, jamás pensé que llegaría a convivir con un hombre, obviamente pensé que sería una solterona para toda la vida, pero todo cambió y esta aventura recién comienza, me encanta pensar que voy a descubrir cada pequeño detalle de su vida y que poco a poco comenzará a ser nuestra vida, que los recuerdos serán compartidos.

Lentamente comienza a despertar.

-Buenos días mi amor, ¿despertaste hace mucho? - me dice tratando de despabilarse por completo.

-Solo hace unos momentos, me encanta verte dormir.

-Y yo adoro que seas lo primero que vea cuando despierto.

-Me alegro que le guste porque de hoy en adelante no va a tener otra opción.

-Soy tan feliz porque pronto me convertiré en tu esposo, no puedo esperar para contarle a todo el mundo.

-Yo también mi amor, solo espero que todos sepan respetar nuestra decisión- temo pensar en que demasiadas personas puedan creer que esto es una locura.

-Anoche antes de dormir pensé en que contarle a Camila, es la persona a la que más deseo hacerla parte de esto, hace bastante tiempo que no hablo con ella.

- Armado, deberías estar más pendiente de ella y hablar más seguido, es tu hermana, no puedes dejarla botada- ha tenido tantas inconsistencias en sus relaciones familiares que ha afectado hasta los lazos más importantes.

- Lo se mi vida, pero hemos tenido unas semanas bastante agitadas y de verdad que no me di cuenta de eso hasta ahora, lo último que hablé con ella fue que habías regresado.

- ¿Ella sabe nuestra historia? – me cuesta mucho saber que personas que no conozco sepan esta parte tan intima de nuestra historia, aunque me alegra que pudiera contar con su hermana en esos momentos.

-Si, cuando te fuiste fue la única persona a la que pude acudir para contarle todo lo que me pasaba.

-Me alegro mucho que la hayas tendido cerca, pero me avergüenza un poco que conozca todo.

- No tienes que avergonzarte, en todo caso debería ser a mí al que me de vergüenza después de todo lo que hice y de hecho me dio mucha pena contarle, pero quería que supiera toda la historia contada por mí.

- No digas eso mi vida, solo lo digo porque no la conozco, creo que sabe mucho más de mí que yo de ella.

- En eso tienes razón y para que veas que no tienes que tener vergüenza ni miedo la pondré en alta voz cómo hiciste con tu mamá.

- No es necesario Armando.

- Pero quiero hacerlo para que veas que ella también se pondrá feliz por eso, solo espero que no diga nada inoportuno, voy a marcar, debe estar en casa porque es cerca del mediodía allá.

- Hola- contesta rapidísimo.

- ¿Hola hermanita cómo estás? - me encanta su dulzura para hablarle.

- ¡Armando Mendoza voy a matarte! – y ella es gritona como el hermano, de eso no hay dudas.

-Camila ¿que esa manera de hablarme? – creo que se avergüenza un poco de ser tratado como niño pequeño.

-No intentes desviar mi atención, te he llamado mil veces y no me respondes. No puede ser que ya no quieras hablar conmigo, ¿qué diablos te pasa?

-Cami por favor tranquilízate, estoy bien, todo está bien.

Nuestra historia. Armando y Betty.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora