Nuestra historia. Armando y Betty.

Capítulo 12

Pov Beatriz

Es increíble la sensación de paz y tranquilidad que me trasmite Armando, las cosas que dice y que hace me alejan de este mundo lleno de problemas y caos.
Es tan apasionado y dulce a la vez, sé que quisiera verme desnuda todo el día, pero cuando se da cuenta que todavía me avergüenza me ayuda a cubrirme, la manera en la que utiliza el humor o la naturalidad para hablar de nuestra sexualidad me hace sentir muy cómoda y tranquila.

Desayunamos en silencio, de verdad ambos teníamos demasiado apetito. Después de dejar todo organizado decidimos salir a dar un paseo, cerca del edificio hay un parque muy lindo.
Por primera vez ambos nos veíamos con ropa casual, es tan natural y a la vez tan extraño poder compartir momentos cotidianos juntos.

Caminamos un buen rato hasta que decidimos tomar un descanso, nos sentamos en un banco rodeado de enormes árboles, un oasis dentro de la ciudad.

- ¿Puedo preguntarle algo Betty? - pregunta tímidamente- ¿Cómo fue que decidió irse con Cata a Cartagena?

Dentro de mi cabeza pasan mil formas de explicarle todo, quisiera evitar volver a hablar de las cosas que nos destruyeron, pero es inevitable.

- Cuando yo encontré la carta, sentí que moría, que no podía respirar. Me encerré en el hueco y desde allí logré ver como usted la leía, como se reía con lo que decía y miraba todas las cosas que tenía que entregarme- su cara se transforma automáticamente.

- Betty ... no perdón, perdón yo no quiero hacerla pasar otra vez por eso.

- Armando, tranquilo, ya hablamos de esto y lo superamos juntos, pero para contarle cómo fue que salí de Ecomoda tengo que contarle esa parte.

- Está bien, pero si en algún momento quiere parar de verdad está bien, no importa.

- Yo le dije que quería contarle, déjeme hacerlo, estoy bien, se lo prometo- le doy un corto beso para que esté seguro de que no tiene nada por qué preocuparse - en ese momento doña Catalina entró para que yo le revise unos presupuestos, me encontró muy mal, en medio de un ataque de pánico, me llevo al baño después de pedirle que por favor usted no me viera en ese estado, no quería que supiera que yo me había enterado de todo- sé que en este momento le duele más a él que a mí enterarse como fueron sucediendo las cosas- después de tranquilizarme me llevo a mi casa, durante el camino me dijo cosas que me ayudaron mucho. Tiempo después fue ella quien nos vio besándonos cuando usted no quería soltarme.

- Betty... Esa es una de las cosas que me duelen, el haberla forzado a besarme, a abrazarla, aunque usted no quisiera- otra vez los demonios.

- Armando yo si deseaba besarlo y abrazarlo. Usted peleaba con mi orgullo, con mi dolor. Pero dentro mío lo único que quería era estar con usted- lo tranquiliza saberlo- cuando ella nos vió, supo cuál era la razón por la que yo le había dicho muchas veces que quería irme de allí, después de eso, me ofreció su ayuda y trabajo para cuando yo decidiera salir de Ecomoda.

- ¿Usted le contó todo?

- En ese momento no, me ofreció su ayuda sin preguntarme nada, sabía que yo sufría por amor, pero jamás intento ir más allá de lo que yo le contaba. El día de la junta volaríamos para Miami donde yo trabajaría a su lado, pero a último momento la convocaron para el reinado y fui como su asistente. Apenas llegamos quise renunciar, de hecho, renuncié, pero después de meditarlo y darme cuenta de que Doña Catalina me había ayudado mucho cambié de opinión y me quedé.

- ¿Por qué se arrepintió? ¿Por qué quería renunciar?

- Creo q no debo ni decirlo, imagíneme a mí, con mi aspecto anterior en el reinado de belleza, era una total ironía.