Capítulo 22

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Pov Armando.

Me despierto con el cuello dolorido, inevitablemente caí rendido en el sillón, lo último que recuerdo fue el mensaje de texto que recibí de Betty "lo sé" me dolió profundamente que no me respondiera un "te amo" o que simplemente dijera "Yo también"

No sé por qué todavía sigo haciéndole caso a la parte más animal que tengo, no puedo ser tan bruto, tan idiota, tan terriblemente imbécil como para echar a perder todo lo que había conseguido. Cuantas veces sufrí por los ataques de celos de Marcela para ahora comportarme como su versión masculina.

Tengo que enmendar este error, pero no sé cómo hacerlo, desearía saber cuál es la manera perfecta para explicarle, no quiero presionarla ni que se sienta obligada a hablar si no lo desea, me pidió que la esperara hasta hoy para hablar, que ni siquiera la buscara y eso es lo que voy a hacer, creo que lo mejor es esperar hasta que ella decida cuál es el mejor momento para aclarar las cosas, aunque la espera me mate lentamente.

Casi en piloto automático ingreso a la empresa, solo quiero saber si ya llegó, no pretendo molestarla antes de la junta, pero quiero saber si por lo menos está aquí a unos pasos de mí, como si eso pudiera hacerme sentir mejor.

-Buenos días Aura María, ¿Betty ya llego?

-No doctor, me avisó que tenía que asistir a unas citas en el Banco Montreal, creo que con el Dr. Mora, ¿no le avisó?

-Si, me comentó algo ayer, pero me había olvidado, avíseme cuando llegue, estaré en mi oficina.

Ya casi es la hora de la junta y Betty no ha llegado, estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano para no tomar el teléfono y llamarla. Trato de tranquilizarme, pero es casi imposible, esta junta tiene que ser un éxito, tenemos que demostrar que todas las ideas de Betty dieron sus frutos, ella se merece todo el reconocimiento del mundo.

Escucho la voz de mi papá fuera de mi oficina, salgo inmediatamente para saludarlos y entretenerlos hasta que Betty llegue, no quiero que tengan ninguna excusa como para molestarse con ella, ambos se encuentran radiantes.

-Buenos días papá, hola mamá- digo mientras me acerco a saludarlos.

-Buenos días hijo- hace mucho tiempo no veía a mi papá tan feliz.

-Buenos días mi amor- me acerco a darle un beso a mi mamá, pero sorprendentemente me abraza como hace mucho no lo hacía- ¿estás bien Armando?

-Si mamá, solo no pase muy buena noche-no era consciente de cuanto necesitaba estar en los brazos de mi mamá.

-Todo estará bien, confía en mi vida, sabes que te quiero con todo mi corazón y que siempre estaré contigo ¿no? - susurra mientras mantiene su abrazo.

-Si mamá, pero gracias por recordármelo- digo mientras me esfuerzo por no llorar en sus brazos como niño pequeño.

Entramos a la sala de juntas, Daniel y Marcela ya se encuentran en sus respectivos lugares, mis padres toman asiento mientras yo decido si sentarme al lado de Betty o alejarme un poco. Al final me decanto por la primera opción, pase lo que pase en esa junta quiero estar a su lado.

-Y se puede saber dónde está nuestra honorable presidente-arroja Daniel.

-No sé si lo sepas Daniel, pero el presidente de una empresa como esta tiene una agenda sumamente ocupada, además todavía faltan unos minutos para dar comienzo- para mi sorpresa mi papá se muestra muy indiferente con Daniel solo para defender a Betty.

Para mi alegría en ese instante ella se hace presente, mi corazón no puede latir más rápido, por un segundo siento lo mismo que sentí cuando la vi llegar a esta misma sala desde Cartagena. Mis manos sudan y tiemblan a la vez, está tan perfecta como siempre, parece como si pudiera tener el control de cada situación que se le presente.

Nuestra historia. Armando y Betty.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora