IRRITANTE CACHORRO

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Los guerreros de Alba desembarcaban lentamente. Como si no tuvieran apuro. Alex diviso a lo lejos a su odioso primo Mon El, desde niños no se llevaban, solo se habían visto un par de veces para que su pomposo primo le cayera mal, tal vez ahora que era un adulto el tiempo lo haya mejorado.

-No esperaba verte aquí padre mascullo Jor El

-Hola para ti también respondió Zor, deben estar cansados y hambrientos y llegan justo a tiempo del almuerzo. Palmeo la espalda de Mon El.

El grupo marcho hacia la tienda principal. Los ojos de Jor se paseaban por los guerreros de Aguas del Cielo, siempre envidio a su hermana por poseer tan legendarios guerreros. Los mismísimos guerreros de Rao.

-Sobrinas, que alegría volver a verlas, ¿Cuánto tiempo ha pasado?

-bastante tío. Respondió Alex

-Nuestras invitadas, la señora de Eire, Lena, hija de Lionel y su prima Samanta. Presento Zor

-No esperaba verlas aquí señoras saludo con una inclinación Jor El.

-Como tampoco esperábamos ver al chico de las caballerizas, sonrió irónicamente Mon El señalando a Kal.

-¿Por qué se encuentra el aquí? Pregunto con furia Jor El.

-Es mi hijo señalo Zor El. Kal El, comandante del ejército de Ellan Vannin.

-¿Tu que? Jajajajajaj. No me sentare a la mesa con un sirviente, que se retire.

-Abuelo no te molestes, me retirare. Ofreció Kal

-No te retiras hermano, siéntate ordeno Kara. Le recuerdo tío, que estas en la tienda bajo la bandera de Ellan Vannin y eres nuestro invitado.

-Quien te crees que eres ¿acaso te olvidas a quien le estás hablando? pequeña druida.

-No lo olvide tío. No olvide usted donde está, territorio de Eire y su señora comparte nuestra mesa.

Realmente el cachorro es toda una sorpresa pensó Lena.

El almuerzo fue tenso, se puso al corriente a los recién llegados de la situación. Kara comió en silencio, pero tanto Lena como Sam veían sus ojos posadas en ellas con curiosidad.

-Mañana quisiera partir a primera hora de la mañana para reunirnos con mi padre y asi planear la estrategia.

-Mañana será entonces, se adelantó a responder Jor El

Una parte de ambos ejércitos se quedaría en el campamento de la costa vigilando los barcos, el resto viajaría al encuentro del ejercito de Eire.

Lena noto en todo momento la mirada de Jor El hacia las hermanas. Su mirada era de desprecio, sobre todo hacia Kara, cosa que no le agrado y se sorprendió de ello. Rápidamente pensó que era solo su posesión y recelo hacia lo que le pertenecía. Y Kara después de todo era suya. Si alguien la miraba mal. también la veía mal a ella.

Por la tarde salieron de cacería con Sam y el resto de los suyos. Al emprender el regreso en un claro a la orilla de un rio, Sam hizo un gesto con la cabeza, llamando la atención a Lena sobre un lugar y al dirigir su mirada hacia allí pudo observar a Kara sentada sobre una gran roca, con solo dos guardias a distancia de ella. Lena sintió el enojo subir por su cuerpo y sin pensarlo se dirigió hacia allí, no sin antes pedir a los demás que continuaran el regreso al campamento.

-Se puede saber ¿qué haces aquí?. No pudo evitar la dureza de su voz. De lo cual Lena se arrepintió inmediatamente.

-Quería estar sola, y poder pensar, muchas cosas en pocos días, además si observas no estoy sola. Respondió Kara señalando a los dos guardias.

-Nos encontramos bajo la amenaza de un ataque y te expones así, creo que no estas tomando en cuenta el riesgo y el papel que tienes en todo esto.

-Lo tengo bien claro. Con algo de molestia en su voz, Kara se puso de pie sobre la roca.

-Creo que no, dispondré de mis hombres para que te custodien.

-Eso no es necesario, si observas tengo tres pares de ojos sobre mí. Pronuncio irritada la rubia

Lena solo veía a dos guerreros, pero sentía la mirada de un tercero sobre ella que provenía de lo profundo del bosque.

-Eres mi prometida, mi deber es protegerte. Ahora baja de allí, montas y me sigues. Una muy molesta Lena esperaba sobre su caballo que Kara se moviera –¿qué esperas para moverte?

-No escuche el por favor sonrió Kara.

-Por favor cachorro, baja y volvamos a la seguridad del campamento. Mascullo Lena apretando los dientes.

El regreso fue en silencio, Kara notaba el enojo de Lena y eso la hacía sonreír divertida, vaya carácter la morena pensaba. Pero la hacía ver más bonita. Se distrajo viendo sus piernas, su larga cabellera negra., el contorno de sus hombros. Hasta que la voz de Lena la sobresalto.

-¿Ves algo que te guste?

-No sé de qué hablas, solo venia pensando.

-Irritante cachorro descuidado el que me toco, escupió Lena.

-¿ y tú crees que me gane la lotería contigo?. Pelinegra insoportable.

EL NOMBRE DE LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora