EL NOMBRE DE LA LUNA

EL DIA DESPUES

El campamento comenzaba a despertar de apoco. Se desarmaban las tiendas y cargaban algunas carretas.

-Por Rao mi cabeza. Me pasa por comer y beber como bestia. Pensaba Alex. Pero sonrió pensando en ello, ya se había sacado de encima la presión de ser la heredera sucesora de Ellan Vannin. A su lado seguía durmiendo una mujer. Su larga cabellera castaña cubría su espalda desnuda, su trasero la hizo suspirar. No resistió la tentación y lo acaricio. Lo que hizo que la dueña del trasero, pegara un salto sentándose en el camastro. Abriendo inmensamente ambas sus ojos cuando se reconocieron. -¿Qué me hiciste?. Acuso furiosa Alex. –Algo me hiciste, de lo contrario ¡Jamás! Esto hubiese ocurrido, bufaba.

-Mejor me cuentas que me hiciste, porque la que me despertó manoseándome el culo eres tú. Señalo Samanta todavía adormilada.

-Pero eso fue..... Eso.. Pero. ¡Cállate! ¡Te voy a dejar sin colmillos!. Se abalanzo sobre ella Alex. Se detuvo de seguir golpeándola al sentir a la vampira lloraba sonoramente y no se defendía.

-¿Que será de mi vida ahora?. ¡Perdóname Anu, perdóname!!.

-¿Qué. ¿Qué ocurre?

-Fuiste tú. Me manchaste. ¡Me violaste!! Grito Sam cubriéndose el rostro.

-¿Qué yo que? Maldita mentirosa. Se volvió a echar sobre ella para seguir golpeando.

-Yo era virgennnn. Me preparaba para ser sacerdotisa de Anu. Waaaaaaa.

Alex se quedó petrificada y pálida, se inclinó del camastro y vomito. Se limpió con el dorso de la mano, tomo se ropa apresuradamente y salió desnuda de la tienda, dando antes a Sam una mirada, que esta no pudo describir.

-Su majestad. Su hermano pide verla. Anuncio un guardia.

-Déjalo pasar.

Jor El entro a la tienda de Elisa. Llevándose por delante a los dos guardias de la entrada.

-¿Que es tan urgente o tan malo para que entres de esa manera?

-¿Quién mierda te crees que eres?. Pregunto entre dientes acercándose a ella y tomándola de su ropa. La acerco hacia su rostro. ¿Cómo te atreves a hacer ese cambio sin consultar?

-Si me sueltas y me aclaras de que estas hablando tal vez, solo tal vez, quiera responderte. La voz de Elisa era firme.

-¿Te atreves a hacerte la estúpida?. ¡hablo de nombrar a tu media sangre como heredera de la isla de Rao!. Bramo Jor, tirando todo lo que había sobre la mesa. Inmediatamente ingresaron dos guardias a la tienda, ya con sus espadas en las manos.

-. Los llamare si los necesito. Esta todo en orden. Los freno su Reina. una vez que se marcharon. – Y ¿Por qué debería consultar?

-¡Porque soy el Rey de Alba y me debes obediencia!

-Las decisiones sobre Ellan Vannin no te corresponden hermano. Ellan Vannin, ni mis hijas forman parte de tu reino. Lamento que mis decisiones no te agraden. Pero son mis decisiones, solos mías.

-Nunca tuviste cerebro, ni dignidad. Se retiró de allí furioso. Sus ojos negros de la rabia.

Camino con pasos duros hasta su propia tienda, el que lo veía se apartaba de su camino. Irradiaba furia. Llamo a uno de sus guardias.

-Manda a buscar a Gor. Fue su orden.

Mon el se vestía apresurado. Quería salir de allí lo más rápido posible sin ser visto.

-Mon. Es temprano, quédate un poco más. Palmeo la cama.

-Me gustaría, pero sabes que no puedo. Pero esta noche pasare a verte. Se despidió con un beso en la frente. Y de forma sigilosa salió de la tienda.

Al pie de la montaña, donde había una pequeña cabaña. Dos mujeres se encontraban en recostadas en el pasto. Una de ellas era usada de almohada y se dedicaba a peinar con sus dedos una melena rubia, mientras mantenían una charla.

-Creí que no podías transformarte en lobo. Nadie sabía a ciencias ciertas si podías o no.

-¿Estuviste averiguando cosas sobre mí?

-Mmmm no. Pero Samanta si. Estaba muy interesada en saber todo sobre mi prometida. Rio Lena.

-Cuando llegamos a los 16 años. Ocurre nuestra primera transformación. Para ello se realiza una gran ceremonia donde todos los que llegamos a esa edad, al llegar la luna llena, en su fase más elevada, sufren la transformación. Los ancianos nos ayudan en el proceso. Esa noche éramos 4, yo no me transforme. Solo me dio un intenso dolor en el cuerpo que me mantuvo en cama por días. Me sentí muy avergonzada y me deprimí bastante. Me enoje muchísimo con mi madre, con mi abuelo y Alex. Siempre me dijeron que iba hacerlo, especulaban con el color de mi pelaje, me entusiasme con eso. Y agregando presión, el entrenamiento, debía saber defenderme y proteger. Según todos, mi gran destino. Fui entrenada para ello, y fue muy duro. El entrenamiento fue brutal. Lena sintió el cuerpo de su cachorro tensarse.

-No tienes que recordarlo si no lo deseas. Se sentó y la acomodo sobre su regazo.

-Realmente fue duro el entrenamiento. Rio. –Nadie me pregunto, ¿Kara, quieres ser guerrera? Pero al no poder transformarme, decidí serlo en cuerpo y alma. Entrené dos años con mi grupo, pero también fui entrenada por Faora Comandante de la guardia de plata. Entrenaba hasta que se me desprendía la piel de las palmas de mis manos. Al menos me iba asegurar ser buena en algo. Dijo levantando los hombros.

-Pero lograste transformarte. La abrazo mas

-Con unos compañeros del grupo de entrenamiento. Oímos que iban a organizar los soldados una fiesta. Nos escapamos del campamento y fuimos. Bebimos, comimos y bebimos. Rio. Y en medio de la fiesta se aparecieron Alex y Kal. Reconocieron el emblema de mi grupo y Alex comenzó a buscarme. Iba a estar en muy serios problemas por estar bebida. Así que comencé a correr, súper asustada, me ganaría un gran castigo, pero más le temía, a la sandalia de mi madre contra mi trasero. Alguien me corría, me di cuenta que era Alex y me enoje, la había salvado de muchas y ella quería atraparme y fue allí que quise ser con toda mi alma un lobo y poder correr más veloz, mi sangre me comenzó a quemar y cuando salte de una gran roca, aterrice en cuatro patas y perdí a Alex. Sonrió.

-Que afortunada. Rio Lena divertida

-Pues no tanto. Alguien encontró mis ropas echas girones. Y se lo llevo a mi madre. No tuve consecuencias con Faora. Pero si una larga charla con la sandalia de mi madre.

-Jajajajajajaja. Bien por Elisa. Veo que tienes la costumbre de ponerte en peligro, sin medir consecuencias.

-No es gracioso Lee. En su boca se instaló un hermoso puchero que fascino a la pelinegra.

-Le voy a pedir clases a Elisa. Rio

-Malvada.

Gor. Tenía ojos oscuros, media casi dos metros. Perro fiel de Jor El, cuando era llamado era para un solo propósito. Matar sin dejar rastro a quien su señor señale.

-Gor. Te necesito. Es el trabajo más fino e indetectable que debes hacer. Quiero que te tomes tu tiempo. Es delicado. Cuando termines de hacer este trabajo, te llenare de oro y te daré una región bajo tu mando.