EL NOMBRE DE LA LUNA

CELOS

Andrea se paseó alrededor de Lena, con mirada seductora. Mientras que la señora de Eire miraba fijamente a Kara.

-Ups amor, ¿se suponía que era secreto?

-No me llames amor Andrea, nunca fuimos eso.

-Creo que tienen cosas de que hablar, me retiro para que puedan hacerlo. Con un rostro serio Kara se alejó del lugar.

-Kara. Espera por favor, no tengo nada de qué hablar con esta mujer.

-Creo que sí. Luego hablaremos así que con su permiso señora me retiro. Ser tratada con esa formalidad, dolió en el pecho de Lena.

Andrea tomo la mano de la pelinegra y la jalo hacia ella, viendo con una sonrisa como se alejaba la joven rubia.

-¡Que sea la última vez Andrea que le hablas de ese modo a Kara!. Pensé que todo había quedado claro entre ambas. Tomando su cuello la arrastro y la pego a la pared. –Jamás vuelvas a llamarme amor.

-¿Qué ocurre?,¿ quieres divertirte con el pequeño perro y te lo arruine? Te lo advertí Lena, No puedes usarme y descartarme.

- Andrea. No eres una dulce damisela desvirgada y engañada. Jamás pensé en ti de forma romántica. Solo fue sexo.

-Te gusta la perra bebe, ¿es eso? Solo cumple con el tratado, tírala de nuevo en su isla y volveremos a ser tu y yo mi amor. Ronroneo sobre el cuello de una furiosa Lena.

-Jamás seremos tu y yo. No te acerques a la princesa. Te costara muy caro. Furiosa y preocupada se adentró en el salón buscando a Kara. Lo recorrió, pero no estaba allí. Se percató que su guardia tampoco estaba. Así que recurrió a Kal, quien le dijo que se había retirado a sus aposentos. Al llegar allí su paso fue interrumpido por Livwire.

-Déjame pasar, quiero hablar con el cachorro. Como respuesta le mostraron unos afilados dientes. - Bien, no creas que te temo, solo que Kara intentaría despellejarme si te lastimo.

La rubia caminaba de un lado a otro. Bajo la atenta mirada de Imra.

-Kara. ¿Qué ocurrió? ¿Alguien te dijo algo? Si no cuentas no sé qué decir para ayudarte.

-No tienes que decir nada Imra. Soy yo la que debo repetirme que todo esto es solo un juego político.

-Eso ya sabias. ¿Qué cambio ahora? Acaso.

-Nada Im, nada, solo que sigo siendo un cachorro. Sonrió con los ojos cargados.

-Estoy aquí para ti. Trata de descansar que mañana tendremos otro largo día. Ven, debes descansar. Se recostaron en la cama. -Me quedare contigo hasta que te duermas. Atrajo a la rubia pegándola a su cuerpo. Hundió su nariz en sus cabellos y así sin darse cuenta ambas se quedaron dormidas. Al llegar la mañana la primera en despertar fue Imra, quien intento abandonar los aposentos sin que nadie notara su presencia. Pero no lo logro, Lena la observaba con asombro salir del lugar donde dormía su prometida, apretando la mandíbula con furia se retiró.

Fue directamente al campo de entrenamiento, donde se dedicó a entrenar con sus hombres hasta que los músculos le dolieron.

-Creo que lesionaste a varios de nuestros hombres. ¿se puede saber qué ocurre?

-Nada Sam, solo fue un entrenamiento duro.

-A quien no te conozca con ese cuento.

-He dicho nada Sam. Iré a ver cómo están los preparativos en el campamento. Sola, no necesito interrogatorios.

Se dedicó a recorrer el campamento supervisando los preparativos. Pudo observar a Alex hacer lo mismo y busco con la mirada a su prometida. La pudo ver unos metros más allá hablando con un joven, que por la forma de tratarse se los veía muy cercanos y a unos pasos de ellos Imra.