EL DESPERTAR

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Sus ojos estaban pesados, podía oír susurros a su alrededor, le costaba enfocarse en una sola voz y reconocerla. Pudo abrir con esfuerzo sus ojos y observo un techo rocoso, y luego el rostro de una anciana que la observaba.

-Lena. Susurro ¡Lena, por Rao.! ¿Dónde está Lena?. Intento moverse y su cuerpo no respondió. Soltando un grito de dolor.

-Amor. Amor, tranquila, no te muevas, aquí estoy mi cachorro de sol. Beso sus manos, su frente. Su voz se notaba rota. –estoy bien, vamos a estar bien. Le susurro. –Descansa, ahorra tus fuerzas. Acaricio sus cabellos hasta que la vio cerrar sus ojos y su respiración se hizo suave.

-Mi señora. Déjame segur ocupándome de ti. Necesitas estar bien para cuidarla. Le hablo con dulzura la anciana. –Pequeña Lena, déjame cuidarte para que puedas cuidarla.

-Ranna. No puedo perderla, no ahora, me niego a perderla. Sollozo soltando su preocupación.

-Aliméntate pequeña. Ordenaba la anciana. Mientras una silenciosa Lesli sostenía una cabra frente a ella.

-Deja de dar vueltas y aliméntate de una puta vez. Le gruño la rubia. Ella te necesita a su lado. Su voz se rompió –Bríndale la tranquilidad de verte bien, que sepa que estas bien. Te necesita. La guerrera obedeció, y bebió del animal, luego, Ranna termino de curar su herida. Bebió del brebaje que esta le ofrecía y se tumbó al lado de la rubia, con cuidado de no lastimarla y lentamente se quedó dormida.

-¿Sobrevivirá?. Pregunto Lesli a la niña que se encontraba sentada cerca del fuego.

-No lo sé. Respondió esta. Susurrando.

-De que sirven tus poderes si no puedes responder mi pregunta. Soltó duramente.

- No los controlo, ellos me controlan y en este momento están en silencio. La miro a los ojos y tomo la mano temblorosa de Lesli. –Gracias, por regresar por mí.

Flasback

Lena.

Desde el suelo pude tomar mi cuchillo y lanzarlo, atravesando la garganta de mi atacante. Vi pasar por mi costado a Lesli corriendo. Y la escucho gritar.- ¡Kara!, lo que la hizo reaccionar, incorporarse y seguir la dirección por donde fue Lesli.

El olor de la sangre de mi esposa me golpeo las fosas nasales. Era un olor fuerte, debido a la cantidad de sangre que se encontraba en el lugar. El cuerpo de Kara se encontraba a unos 10 metros debajo, del borde del acantilado, tenía una lanza que le atravesaba el abdomen. Se encontraba inmóvil y no respondía a los gritos. Mi vista fallaba, la sangre escurría por mi brazo, llegándome hasta la mano y goteando por mis dedos.

-¡Kara!.¡Kara!. y mi cuerpo se desplomo.

Lo próximo que sentí fue un suave movimiento de mi cuerpo, al abrir mis ojos, me encontré arriba de mi caballo, atada de la cintura, al cuerpo de la niña, que llevaba las riendas. Delante de ella. Lesli en el caballo de Kara, llevando en brazos a la rubia. Y delante de ellas, la cueva de Ranna.

Fin del Flashback.

-¿Cómo llegaron hasta aquí?. Interrogo la anciana, que machacaba unas hiervas para formar una pasta. -¿Qué fue lo que ocurrió?

-Le falle. Eso paso, le falle. La deje sola durante una lucha. Y ahora está allí. Señalo hacia el camastro donde se encontraba Kara, dormida en un estado febril. -Jure protegerla con mi vida, estoy atada a Kara de Ellan Vannin. Sus manos temblaban y sus lágrimas mojaban su rostro. - La vi nacer anciana, no quiero verla morir. Sollozo Lesli.

Gor se bañaba en el rio, frotaba su cuerpo con esmero. En la orilla, los cuerpos de dos hombres que lo acompañaron a realizar su tarea, no quería dejar testigo de lo ocurrido. Los tomo de sus ropas y los lanzo al agua, vio sus cuerpos ser arrastrados por la corriente. Se vistió con sus ropas de siempre y lanzo las ropas de campesino que había usado. Monto su caballo y se dirigió en busca de su amo.

EL NOMBRE DE LA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora