Sally
Apenas pude procesar lo que ocurrió, los gritos desesperados de Ángelo, mi pánico al entrar al estudio y ver a Antoni inconsciente en el suelo. La preocupación en los ojos de Daphne, la prisa de la señora Wilson y de Mary para hacer que los niños fueran a sus habitaciones, el miedo en rostro de Antonella cuando miró a su tío ser sacado de la casa por los paramédicos en una camilla.
Un infarto.
Eso fue lo que le médico acaba de decirnos.
—¿Un...un infarto? —la voz de Ángelo sale incrédula—pero...
—Veo que hay antecedentes de problemas cardiacos en su familia —dice el médico hacia Ángelo —es probable que su hermano haya heredado los problemas cardiacos, sus estudios revelan que ha sufrido varios infartos silenciosos en los últimos años...eso son los peligrosos porque no dan señales de presentarse, hasta que es demasiado tarde.
—¿Va a estar bien? —inquiere.
—Lo estará —el alivio cae sobre mí como una piedra gigantesca —pero deberá estar en observación por algunos días más, sin presiones o noticias que puedan afectarlo.
Ángelo asiente casi aturdido.
—Pueden pasar a verlo, una enfermera estará monitoreándolo constantemente —añade el médico —se recuperará.
Ángelo me lanza una mirada, luego se acerca hasta colocar su mano en mi espalda baja. Un toque cálido me recorre, parece que los hermanos Lombardi tienen el don de reconfortar a las personas, como si fuese algo innato de ellos.
Seguimos al doctor hasta la habitación que nos indica, nos hace un gesto para permitirnos ingresar y luego se marcha. Antoni está sobre la cama, una sabana lo cubre hasta la cintura y tiene una máscara de oxígeno.
La enfermera que se encuentra con él nos lanza una sonrisa amable.
—No se preocupen, despertará pronto —dice con suavidad —su cuerpo necesita recuperarse.
—Gracias —mi voz brota en un susurro débil.
La mujer nos sonríe una última vez antes de marcharse de la habitación, dejándonos solos.
—¿Cómo...cómo pasó? —inquiero con la voz temblorosa.
Ángelo camina hasta llegar al costado de su hermano. Se deja caer sobre el sillón que está pegado al colchón, y solo entonces eleva la mirada hacia mí.
—¿Recuerdas el robo? —asiento —parece que lo que ocurrió la otra noche fue una simple distracción. Alguien robó los diseños de Antoni desde hace meses, y ahora...ahora alguien lo ha lanzado al mercado.
Las palabras de Antoni se reproducen en mi mente, todas las posibilidades que él dijo. Estaba tan confiado de que les tomaría meses copiarle el software...
—La llamada que tuvo antes de sufrir el infarto, era de Marlon —mira a su hermano —le dijo lo que estaba ocurriendo. Supongo que fue...demasiado.
Su voz tiembla y soy consciente como su cuerpo se pone rígido. Como las venas de sus brazos y cuello resaltan con la fuerza que emplea para contenerse.
Camino con lentitud, a pasos suaves hasta llegar a su lado y colocar mi mano sobre uno de sus hombros.
—Va a estar bien —susurro —el médico lo dijo.
Él sacude la cabeza, cierra los ojos por unos segundos y cuando me mira otra vez, veo aún el miedo en ellos. La fragilidad que aparece cuando alguien a quien amas está en peligro.

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Un desastre inevitable (SL #2)
RomansaÉl es un millonario fiel a un principio, no comprometerse nunca, ella es la niñera de sus sobrinos que ha renunciado al amor romántico. Antoni Lombardi nunca sintió la necesidad de asumir un compromiso, hasta que la conoció. Sally Rizzo estaba har...