Friday

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Como regularmente, Heeseung estaba en el comedor de su facultad almorzando con sus amigos. La anécdota contada por Beomgyu fue interrumpida por el timbre del celular del pelinegro.

Supo inmediatamente quien era con solo escuchar el tono personalizado que le puso. Era Ni-ki, con una sonrisa enorme contestó sin querer hacer esperar al lindo japonés.

— Buenos días, Heeseung hyung. — Saludó entusiasta el menor. — Tengo algo que decirle.

— Hola, Kiki, claro dime. — Sus amigos solo pusieron sus ojos en blanco.

— La exhibición de arte se cambio para el próximo viernes. Hoy tengo que ayudar a mi madre en la escuela de baile. Así que nos vemos hasta el lunes. — Dijo con un poco de tristeza pues amaba pasar tiempo con el mayor.

— Está bien, no te preocupes pequeño. — Yeonjun imitó a su amigo de manera burlona. — Te veo el lunes en la cafetería.

— Si, tenga un buen fin de semana hyung. Lo quiero. — Se despidió el menor con alegría renovada al ver que Heeseung no se había enojado por cancelar su cita.

— También te quiero, Ni-ki. Nos vemos. — Colgó. Pronto sus amigos comenzaron a hacerle burla. — Silencio, llamaré a Sunghoon.

— ¿Saldrás con él hoy? — Preguntó Soobin interesado. El de cabello morado tenía una adoración especial por el pelinegro.

— Si, le había dicho que no porque iría con Ni-ki pero ahora estoy libre. — Heeseung buscó el número de su príncipe de hielo (Así lo tenía agendado).

— Eres un idiota y un maldito descarado. — Le dijo Taehyun. — Ya es viernes y aún no has decidido. Espero que el lunes después de tu viajecito con Jay te hayas dado cuenta que es él a quien le debes respeto.

— Heeseung, solo tienes este fin de semana y es todo. No te seguiremos cubriendo. — Aclaró Soobin y todos asintieron de acuerdo.

— Lo haré. El lunes terminaré con ellos y solo me quedaré con quien de verdad ame. — Prometió. — Pero no dejaré a Ni-ki. Él es diferente, como un hermano menor. Se los presentare a mi novio oficial y a ustedes.

— Bueno, pero déjale muy claro todo antes. Podrías romper su corazón. — Aconsejo Beomgyu.

— Sunghoon. Hola príncipe. — Interrumpió la conversación cuando la llamada fue tomada. — Quería avisarte que me desocupe esta tarde para poder  vernos. ¿Te recojo en tu facultad?

— Si, nos vemos en la entrada. Donde siempre. — Sunghoon sonreía mostrando sus colmillos. Festejaba internamente el no perder su día de citas con Heeseung. — Hasta más tarde Hee hyung.

— Adiós Hoonie. — La línea murió después de que Heeseung se despidiera.

— Enserio me das asco. — Kai fingió una arcada.

— Sólo este fin de semana chicos. Lo prometo.

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Sunghoon esperaba con su maleta de entrenamiento colgada de un hombro y su mochila en otro. Miraba impaciente el reloj en su muñeca. No iba a mentir que se moría de ganas de ver a su novio después de una larga semana.

Bueno tal vez si esté mintiendo un poco. O sea si quiere ver al mayor, si lo quiere y si es un grandioso novio. Pero aún había algo que a Sunghoon le molestaba.

Llevaban más de 3 meses saliendo y sentía que sus sentimientos no crecían. Era lo mismo de siempre. Le gustaba la manera en que Heeseung lo trataba, amaba la atención de los demás cuando los veían. Le causaba gran satisfacción saber que estaba con el chico más guapo y popular de la universidad. Sus amigos de la pista siempre lo halagaban.

Pero no sentía que amara a Heeseung. Por más que se esforzaba no sentía esa revolución en el estómago de la que tanto hablaban las series y libros.

Sin embargo decidió olvidar eso y seguir adelante. Tal vez aún era muy pronto para algo tan fuerte como el amor. Heeseung le atraía físicamente y emocionalmente que era lo que contaba.

Hablando del Rey de Corea. Justo el impoluto presidente estudiantil caminaba hacia su persona con esa brillante y encantadora sonrisa. Sunghoon le devolvió el gesto haciendo que sus colmillos se escaparan.

— ¿Has esperado mucho, Hoonie? — El pelinegro se acercó para besar con suavidad la mejilla de patinador.

— No, acabo de salir. — Entregó su maleta de entrenamiento al mayor quien con gusto la tomó. — Ha sido algo pesado hoy. Tuve practica de baile hace un rato.

— ¿Vamos a la pista?. — Tomó la mano del pálido para ir hasta donde había colocado su auto. Hoon pronunció un "mmh" a modo de afirmación. — ¿No estás cansado o hambriento?

— Si, pero la competencia regional está cerca y tenemos un concurso de baile pronto. Sobre la comida, estoy en dieta estricta. — Le comentó. Heeseung asintió entendiendo.

— Vale. Pero por lo menos dime que has comido a tiempo. — Heeseung se preocupaba genuinamente por la salud del chico

— Lo he hecho, Hee hyung. — Ahora fue Sunghoon quien beso la mejilla del más alto y tomó su mano. — Saliendo de la práctica lo dejare invitarme algo de carne.

— Claro, Hoonie. Lo que desee mi príncipe. — Sunghoon sonrió de esa manera tan hermosa que mostraba sus colmillos y Heeseung no pudo evitar robarle un beso a sus labios. — Vamos o llegaremos tarde a tu práctica.


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Heeseung observaba maravillado la escena ante sus ojos, su príncipe desplazándose con gracia y elegancia sobre la pista de hielo. La imagen era tan Etérea como Sunghoon mismo. Su sonrisa al conseguir hacer un giro perfecto y su rostro de concentración al deslizarse. Heeseung admiraba al más joven, el patinaje siempre le pareció un deporte complicado y bello.

Complicadamente bello...

Esa parecía la mejor definición para Sunghoon.

— Heeseung hyung, ¿quiere intentarlo? — Sunghoon lo sacó de sus pensamientos, estaba frente a él con una gran sonrisa entusiasta.

— No lo sé Hoonie, no quiero distraerte. — Murmuró apenado. Todos los compañeros de Sunghoon los miraban y eso lo ponía nervioso.

— Ya he terminado mi entrenamiento, solo un momento, por favor Hee~Ssi. — Pidió, Heeseung no pudo negarse... nunca podía.

Se colocó los patines que Sunghoon le dio y tomó sus manos para dejarse guiar a la pista. Sunghoon comenzó explicándole como mantener el equilibrio. Sus manos unidas y risas brotando de sus labios.

Todos a su alrededor observaban la escena enternecidos y con un poco de envidia. Pero parecía no importarles.

En cierto momento Heeseung ya podía ponerse de pie y desplazarse. Sunghoon comenzó a huir de él solo para verlo tratar de alcanzarlo sin tropezar, sabía que los miraban y eso solo aumentaba el ego. Estaba gritándole al mundo "tengo una relación perfecta".

Heeseung logró alcanzarlo y lo apretó entre sus brazos, Sunghoon reía y entonces se volteo para quedar frente a frente.

"Tal vez llegaré a amarlo pronto" Pensó al mirar los ojos de Bambi del mayor.

Sin previo aviso se abalanzó sobre el pelinegro y lo besó. Fue diferente esta vez, su corazón latió con fuerza y el aliento se le cortó.

Sería fácil enamorarse completamente de Lee Heeseung.

¡Todos Contra Hee! | Heeseung × ENHYPEN ☀️🌻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora