Capítulo XLVIII: Todo tiene sentido ahora

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Pasados los meses los problemas de ser un artista en auge comenzaron a presentarse, al grado que tuve que renunciar del todo al conservatorio. Y para finiquitar mi contrato con la discográfica de Godestep quedamos en que les abriría un concierto más, después quería hacer el intento de iniciar una carrera como solista. Tenía dudas sobre todo ello, aún quería descubrirme como persona antes de tomar una decisión tan grande.

Un día mientras estábamos en un estudio fotográfico tomando lo que serían las nuevas fotos promocionales Tony nos gritó haciendo que todos los allí presentes se quedaran inmóviles:

—Chicos, hagan sus maletas, nos vamos a Europa.

—¿A Europa? —preguntó Manuel mientras aún mantenía la pose que tenía.

—Si, los de arriba me acaban de avisar, iremos a Italia, Portugal, Francia y terminaremos en España —dijo finiquitando los detalles a través de su teléfono.

—¿Qué sucedió? —preguntó Javier caminando hacia él—. Acabamos de lanzar un nuevo promocional, pero no creo que fuera para tanto.

—Seguramente vieron nuestra actuación en Japón —dijo Cid sacándose un cigarro del bolsillo de la camisa.

—Por primera vez en tu vida tu arrogancia tiene la razón, un millonario europeo escuchó lo que hicimos y está dispuesto a replicarlo en Europa —dijo mientras comenzaba a marcharse—. Todavía tienen una semana para organizarse, pero los quiero a todos listos para la gira. Incluyéndote Sebastián.

—¿A mí? —dije levantándome del cajón en donde me encontraba sentado para no molestar—. Solo me queda un concierto por contrato.

—Acabamos de extenderlo para esta gira, solo falta que lo firmes.

—No lo sé... quizás debería dejar pasar esta oportunidad. No me he sentido con ánimo estos últimos meses —dije cruzando los brazos mientras miraba al piso.

—Chico, esto es una oportunidad que muchos quisieran... pero si no quieres buscaremos a otro —dijo Tony deteniéndose por un momento.

—Bueno, lo haré —dije comenzando a levantar el rosto—. No quiero arrepentirme de nada.

—¡Así se habla! —dijo Javier mientras caminaba hacia mí y me daba una palmada en la espalda.

Así que esa sería mi última gira con Godestep, al menos como artista amateur. Días después, ya dentro del aeropuerto a punto de entrar por los torniquetes, me detuve por un momento viendo una imagen mental del momento cuando me despedí de Lyla hacía tantos años atrás. Esta vez sería diferente, así que me dije traspasando esas imágenes mentales: «Nunca más me arrepentiré».

Los conciertos en Italia y Portugal fueron como estaban previstos, nada fuera de lo común, mucha gente y muy buen ambiente. Pero no fue sino hasta el concierto Francia en donde por fin pudimos conocer al millonario que había financiado aquella gira. Unas horas antes del concierto mientras terminábamos de hacer las pruebas de sonido, un señor alto vestido de negro comenzó a mirarnos sentado en una de las butacas del complejo teniendo a su lado a un muchacho más joven de igual pinta. Eran someramente sospechosos, pero no le di importancia alguna. Cuando bajamos de la tarima Tony nos llamó mientras hablaba con aquel señor misterioso.

—Quiero presentarle al señor Andera Vioneli, él financia todos estos eventos —nos dijo mientras seguía mirando su teléfono.

—Un placer señor —le dijo Javier extendiéndole la mano.

—El placer es todo mío, los conciertos están siendo un éxito, esta no será la primera vez que colaboraremos —dijo el señor Andrea muy amablemente.

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