—¿Por qué este tipo está aquí presente? —preguntó con rabia Lashel, al ver que había sido citado junto a Noaelí.
—Porque lo que debo hablar con ustedes, lo compete a él también —explicó con calma el médico.
En la sala, estaba Lashel, su mujer y Noaelí, junto al médico principal de Araza, y dos oficiales, en caso de que la situación se saliera de control al momento de darles la noticia.
—Como ya se ha establecido, Araza será llevada a Eritma mañana a primera hora, el equipo ya está listo para hacer el traslado. Pero esta mañana, mientras una de las enfermeras se encargaba de su aseo, notó algo que llamó su atención —explicó el médico mirando a los tres, antes de darles una copia del resultado a cada uno—. Decidimos realizarle un análisis de sangre para descartar o confirmar la sospecha de la enfermera, y ella tenía razón, Araza está embarazada.
—¿Cómo que embarazada? —preguntó aturdida su madre.
—¿Y qué tiene que ver este tipo en todo esto? —cuestionó Lashel, aún sin poder creer lo que le estaban diciendo.
—Ella y yo estuvimos juntos esa mañana antes del accidente —murmuró Noaelí.
Lashel apretó los puños con rabia, arrugando la hoja.
—Nos llevaremos a mi hija de todos modos de aquí.
—Lo sabemos, pero era necesario que ustedes tuvieran conocimiento de su actual estado, para tomar una decisión.
—Pero si no hay nada que discutir, deben realizarle un aborto —masculló Lashel, poniéndose de pie—. Mi hija no está en condiciones de tener un hijo, no cuando ni siquiera es conciente de lo que ocurre.
—Pero ese bebé es mi hijo también, y Ara despertará, ella no-
—Tú cierra tu puta boca —gruñó con rabia, mirándolo—. Si hoy Araza está en ese estado, es toda tu maldita culpa. Si ella no hubiese ido a buscarte a esa puta isla, estaría despierta, sana.
—Yo jamás hubiese querido que ella terminara de este modo. Sé que no acepta mis sentimientos por ella, pero en verdad la quiero.
Ura'Elie se puso de pie también, y se dirigió a la puerta, abriéndola.
—Quiero que ambos salgan de la habitación, necesito hablar a solas con el médico.
—Elie no hay nada más que hablar, la decisión ya está-
—Lashel, quiero que ambos salgan —pronunció seria—. Yo hablaré con el doctor, y luego decidiré que hacer con ella. Yo soy la representante legal de Kirash.
Su marido apretó los puños, y fue el primero en salir. La morena miró a Noaelí, y él se acercó a ella por un momento.
—Yo sé que Araza despertará, y cuando lo haga, le prometo que haré las cosas bien esta vez. Quiero una familia con ella, un hogar.
Ura'Elie asintió con la cabeza, y cuando el muchacho salió, cerró la puerta.
—Doctor ¿Cuál es el estado actual de salud de mi hija?
—Araza está estable, tiene posibilidades de despertar, y hasta que no lo haga, no sabemos con exactitud que tipo de secuelas pueda llegar a presentar. Todos los días, y varias veces durante el día, Noaelí se ha hecho cargo de sus cuidados para evitar complicaciones musculares, debido a su estado de reposo.
—Ya ha pasado poco más de un mes ¿En verdad cree que lo logrará?
—El coma es imprevisible, señora Ura'Elie, pero ella podría hacerlo.
—¿Qué tan grande es el vínculo que Noaelí tiene con ella?
—Desde que le dimos el alta, él no ha abandonado la clínica, se ha quedado aquí para estar cerca de Araza. Y cuando comenzamos los cuidados de fisioterapia, él estuvo presente hasta aprenderlos, y hacerlos luego él. Lo he escuchado más de una vez decir que ella es su Umi'et, y eso para nosotros es algo muy importante e irremplazable.
—¿Podría mi hija llevar su embarazo en su estado actual?
—Sí, podría hacerlo, ¿Pero está segura de eso? No sabemos cuánto tiempo ella estará en su estado actual, podrían pasar semanas, meses... O incluso años.
Ura'Elie asintió con la cabeza, mirando una vez más el resultado en sus manos.
***
—Ara, hoy acaban de darme la noticia que tendría que ser la más feliz de mi vida, de nuestras vidas, y sin embargo no puedo sentirme de ese modo —le contó tomándola de una de sus manos, sintiéndose tan afligido—. Tu mamá es quien decidirá que hacer, y estoy seguro que elegirá interrumpir el embarazo.
Respiró profundo y apoyó una de sus manos sobre el vientre de ella.
—Creo que es lo mejor, mi amor. No creo que tú hubieses querido esto, no sería justo para tí, ni para tu salud, hacerte pasar por algo así. Prefiero esperar a que despiertes, a que ambos podamos planearlo, y decidirlo... Pero no puedo evitar sentirme mal por él, o por ella —pronunció bajo, sintiendo un nudo en la garganta—. Es muy injusto lo que está pasando, después de todo, que estés embarazada también es mi culpa, yo... Y-Yo no pude...
Se cubrió el rostro con su mano libre, sintiéndose tan impotente. Todo era su culpa.
—Noaelí.
—Señora Ura'Elie, lo siento, no sabía que estaba aquí —le dijo girándose al verla, mirando hacia abajo.
—Descuida, sólo quería pasar a ver a mi hija —pronunció acercándose a la camilla.
Se colocó del lado contrario de dónde estaba Noaelí, y le acarició suavemente el cabello.
—Yo tengo la esperanza de que pronto despierte, sé que lo hará.
—Sí, yo también lo sé... Sólo que se hace más difícil la espera con cada día que pasa.
—Hablé con mi marido, y aunque él no estuvo de acuerdo, puedes venir a Eritma a visitar a Kirash. Yo sé que para ella eres alguien especial también.
—Yo le juro que la amo como mi umi'et —le dijo sintiendo sus ojos cristalizarse—. Y si pudiera, cambiaría mi lugar con ella.
—Te quedarás en su casa el tiempo que decidas quedarte en Eritma.
—Muchas gracias, señora Ura'Elie, le juro que cuidaré bien de ella, que-
—Ellos —lo interrumpió.
—¿A qué se refiero con ellos?
—De Araza y tu hijo, no interrumpiremos el embarazo.
—P-Pero... Ella no es conciente de nada.
Ura'Elie observó a Kirash, y le acarició suavemente la mejilla.
—Si mi hija jamás despierta, será lo único que me quede de ella. Y no me importa ser egoísta por eso, si los médicos pueden asegurarme que ella puede llegar a término con el embarazo en su estado actual, lo intentaremos.
...
Yo no estoy de acuerdo... Pero bueno, no soy la madre 👀
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Princesa de Eritma
Short StoryLibro especial de Bestias, que tiene como protagonistas a Araza y Noaelí.