Calculador, serio y recto, bien eran algunas de las palabras que describían la regia y dura actitud de Giyu Tomioka.Una muy importante, era la responsabilidad, pero ese día, había fallado.
Si bien una noche de sexo era buena y liberaba estrés, siempre fue responsable del bienestar de Makomo, incluso el de Sabito.
Desde que Sabito pasó a ser su subordinado, se encargó del bienestar económico de ambos, pero sabía también que los chicos habían sufrido mucho.
Makomo había llevado terapia y sesiones con una muy buena psicóloga, Sabito se había negado, él sabía que la más afectada era Makomo, pero nunca obligaría a hacer algo que no quisieran.
Con las sesiones Makomo le había comenzado a tomar confianza a Giyu, pasando de ser Tomioka-san, hasta el amado ani-ue de Makomo.
Sabito siempre trato con respeto a Giyu, siempre sería su señor, una persona que le tenía lealtad ciega, pero Giyu sabía de la forma en la que Sabito lo veía, lo veía con ojos de admiración, pero no quería dañar más a Sabito, suficiente daño le había hecho en el pasado como para seguir haciéndoselo.
Ya su pasado era tormentoso, como para seguir pensando en la forma en la que lastimó y marcó a Sabito, nunca se lo perdonaría, pero sabía que el de cabello melocotón tampoco olvidaba esa parte de su pasado.
Giyu dejó de pensar cuando vio la puerta de la casa, llegaría y desayunaría al lado de Makomo y Sabito, después tenía un asunto importante que tratar con Sabito.
Al entrar lo recibió el olor a panqueques y café, vio a Sabito arreglando la mesa y a Makomo sirviendo jugo en un vaso.
- ani-ue llegas justo a tiempo- dijo Makomo acercándose a abrazarlo - que bueno que llegaste, preparamos el desayuno para ti, ven a comer- dijo para jalarlo y sentarlo a la mesa-
El desayuno transcurrió muy normal, pero el ejecutor notó a Sabito más callado de lo normal.
- gochisousama deshita- agradeció Giyu con una reverencia - ve por tus cosas Makomo, yo te llevaré hoy, Sabito, limpia todo por favor-
- si mi señor- respondió Sabito comenzando a levantar los platos
Giyu salió con una feliz Makomo de su brazos con rumbo a la escuela, esperaba que hablar con Sabito, no fuera demasiado tedioso.
- ¿tienes algo que decir?- preguntó Giyu sin rodeos
Había vuelto de dejar a Makomo en la escuela, cuando vio a Sabito sentado a la mesa, el ambiente se podía leer fácilmente, la platica no sería nada cómoda.
- nada malo de usted mi señor-
- ¿y de alguien más si?-
- sabe lo que pienso al respecto mi señor, ese niño es un problema y...-
- eso te da derecho a ir a mi casa de noche y espiar-
Sabito comenzaba a molestarse
- no fui a su casa a espiar, solo fue una coincidencia, fui porque no lo encontraba y Makomo y yo estábamos preocupados, usted no es una persona de desaparecer sin avisar, por eso me preocupe-
- me sé cuidar Sabito, no necesitabas...-
Eso hizo enojar a Sabito
- si lo necesitaba, sabe lo preocupada que estaba Makomo, la forma triste en que se durmió esperando su regreso, las lágrimas que corrieron por sus mejillas al ver que no contestaba, conoció a ese chiquillo y ahora nuestras vidas están de cabeza, tenemos derecho a molestarnos-
Giyu se acercó a Sabito
- debes calmarte, yo tengo mi propia vida y puedo tener mis cosas, debes calmarte-
Sabito se sostuvo del saco de su señor, reteniendo las lagrimas que amenazaban con salir
- yo le soy fiel mi señor, he vivido para usted, usted no solo es mi señor, es mi todo, mi primer amor y primer...-
Giyu lo habia interrumpido, tapando la boca de Sabito con su mano y sus ojos oceánicos, como si una tormenta luchara entre sus iris.
- tienes que callarte y olvidar el pasado, te pedí perdón por todo el daño que te hice, pero no puedo seguir así, me largo de esto-
Giyu se molestó y estaba a punto de irse, Sabito no podía permitirlo y se arrojó a las piernas de su señor
- perdóneme mi señor, no se vaya, fui un tonto, un idiota, pero ese chico fue el culpaba, ha fracturado nuestra vida perfecta, por primera vez usted no se despidió como debía de Makomo y me está tratando mal, no merecemos esto mi señor-
Las lágrimas ya estaban brotando de los ojos lavanda, Giyu se golpeó mentalmente, tenía sus momentos débiles.
- levántate, no pasa nada-
Sabito sabía que eso era mentira, que ese pequeño acto había desencadenado algo imposible de parar, como una bola de nieve.
- mi señor, sabe que yo daría todo por usted-
- aún así, esto debe acabar-
Sabito lo vio salir, las lágrimas caían de manera constante por sus mejillas, lo amaba, demasiado, más que su propia vida y su bienestar,
Odiaba a Tanjiro, por ser el causante de la estabilidad de su señor, ese chico había puesto su vida de cabeza y se negaba a aceptarlo, recuperaría al viejo Giyu, ese hombre regio y perfecto, su señor y amo, al hombre que amaba, quien era dueño, de todas sus primeras veces.....
Espero les guste
Los kiere y ama inukagban
Rakel 😘😘😘😘😘😘😘😘😘
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Daddy mafia
RandomTanjiro Kamado, un joven adolescente inigualable. Siempre vio por el bienestar de su familia. A la corta edad de quince años, había quedado a cargo de su hermana menor Nezuko, al morir sus padres y sus hermanos y ser ellos los los únicos sobrevivien...