Tanjiro Kamado, un joven adolescente inigualable.
Siempre vio por el bienestar de su familia.
A la corta edad de quince años, había quedado a cargo de su hermana menor Nezuko, al morir sus padres y sus hermanos y ser ellos los los únicos sobrevivien...
Por fin el día había llegado, el tan especial festival, Tanjiro se había emocionado por asistir, la distancia entre su casa y Asakusa era un poco más de diez kilómetros, por lo que tendría que asistir con alguno de los otros miembros del clan.
Al principio pensó que iría con Zenitsu y el ejecutor Tengen, pero al final, fue Muichiro quien lo llevaría, Tanjiro se sintió más tranquilo, tenía una amistad con el joven ejecutor y Urokodaki le tenía confianza.
- mira Tanjiro, es el templo Sensōji- apuntó atónito desde la ventana del auto
- hay muchas personas-
El chico observaba desde la ventana a todas las personas, desde bailarines y músicos, incluso reconocía algunas de las chicas de Tamayo vestidas como geishas.
- esta a punto de comenzar el daigyoretsu, por cierto, ¿te gusta tu traje?-
- creo que es muy lindo, gracias por el regalo-
Tanjiro admiro aún más el traje que usaba, era un traje inspirado en la era edo, Muichiro le había explicado que durante el daigyoretsu, los sacerdotes, músicos, bailarines y geishas, asisten vestidos inspirados en esa época, después realizan el binzasara mai para pedir por cosechas abundantes y prosperidad para la familia.
- esto es genial-
- espera a que llegue el domingo para poder vernos a los ejecutores al lado del oyabun-
Tanjiro sonrió de emoción, llegaron en el momento en que los mikoshi de los cuarenta y cuatro barrios comenzaban la procesión.
Pidieron ver a todos los ejecutores vestidos conforme la época, cada uno en sector específico, Muichiro dejó a Tanjiro llegado su momento y el ejecutor lo dejó al lado de Zenitsu para que disfrutara del festival.
- como ejecutores ellos se encargan de la seguridad de los ciudadanos, cada uno cuidando que no ocurriese algún ataque o imprevisto-
El día termino y Tanjiro fue llevado a su casa, Muichiro le dijo que lo recogería después del desayuno.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sábado comenzó atareado, Tanjiro observaba el mar de mikoshis alrededor del templo sensōji, despues de la bendición de estos, salieron en procesión para transmitir la buena fortuna y suerte.
El día fue igual de alegre, peor Tanjiro quería que llegara el día siguiente con mucho entusiasmo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
