Lagrimas que no quiero ver

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Makomo estaba muy triste y angustiada, su hermano se había ido enojado, se había llevado una maleta y no miró atrás, ella estaba aterrada, a punto de tener un ataque de ansiedad.

De inmediato entró a la casa y marcó el número de su ani-ue, Giyu le contestó de inmediato

- ani-ue, onii-san se fue, se llevó una maleta y me dejó-

- no llores, estaré en un momento ahí-

Makomo escuchó como la llamada se cortaba, pero no puedo evitar llorar, su hermano no estaba y era su culpa, ella le había pedido a su ani-ue eso, era su culpa, solo suya, primero su madre y ahora su hermano, era un desastre.

Todos a quienes amaba, se iban de su vida, cuanto faltaba para que Giyu se hartara de ella, él era demasiado paciente con ella, la acogió, se encargó de criarla y le pagaba de ese modo, siendo una chica problema, sentía que solo era una carga.

Tal vez debía hacerlo, fue a la cocina y lo vio, parecía que la esperaba con los brazos abiertos y sonriendo, como si su sola presencia era una premonición para lo que estaba a punto de suceder, tomó el cuchillo entre sus manos y los dirigió a su muñeca, la primera gota de sangre cayó, tal vez era lo mejor.

Pero nunca imaginó que solo sería una gota, una mano le había arrebatado el arma blanca y ahora, ojos como el océano en tormenta la miraban, con furia y fuerza.

- yo lo...-

No pudo hablar, esperaba un golpe, una reprimenda, pero Giyu la atrajo a ella en un silencioso abrazo, no la cuestiona, solo la abrazó, sabía que eso necesitaba, Makomo lloraba y gemía de dolor, ese abrazo era su salvavidas, en ese momento era el único afecto que la mantenía a flote.

- ya estoy aquí-

- el se fue.. me dejó...- las lágrimas comenzaron a salir a mares del rostro de Makomo - primero mamá y ahora onii-san, ¿cuanto falta para que tú también me dejes ani-ue? solo soy un desastre, siempre has visto por mi, soy una carga para ustedes, las terapias, los gastos, esta casa, cuidar de mi, soy una carga, cause la infelicidad de ustedes, si no hubiese tenido ese accidente nunca te habrías separado de onii-san y ahora estarían felices, perdóname, soy un estorbo-

Por primera vez en su vida, Giyu pellizcó la mejilla de Makomo, demasiado fuerte para su gusto

- si vuelves a decir eso, no le hago responsable de mis actos-

- es que es cierto soy una carga-

Las facciones de Giyu comenzaban a relajarse, al mismo tiempo que exhalaba

- no lo eres, te lo dije antes, tú no tienes la culpa de nada, prometo traer a Sabito de vuelta, pero no pienses de nuevo en atentar contra tu vida, tú lo eres todo para mi, no pienso perderte eres mi pequeña y si tú te vas, yo no podré seguir, tú y Sabito me sacaron de una oscuridad, no prometo que todo será igual que antes, pero no llores más, siempre estaré para ti, soy tu ani-ue-

Una pequeña sonrisa le fue dada a Makomo, esas sonrisas que fueron de pocas personas, pero Makomo era egoísta, deseaba esa sonrisa que Giyu le daba a su hermana mayor, Tsutako era la adoración de Giyu y no es que Makomo deseara usurpar ese lugar, pero siempre deseo esa sonrisa que solo Giyu le dio a ellas, cuando el azabache era genuinamente feliz.

- nunca me dejes ani-ue, no podría soportar perderte-

- estaré siempre a tu lado-

Limpio las lágrimas de Makomo y la arrulló en sus brazos, cuando por fin durmió, subió a la habitación de la chica y la arropó, le dio un beso en la frente, igual que los que su difunta hermana le daba.

Al bajar se permitió derrumbarse en el sillón, sabía que debía buscar a Sabito y traerlo, debía hacerlo, no podía permitir más lágrimas en los bellos ojos de Makomo, ella no perdería a su hermano, no viviría lo mismo que Giyu, ella merecía ser feliz, aun si eso, trajera desgracias y problemas a la vida de Giyu...













Espero les guste







Los kiere y ama inukagban








Rakel 😘😘😘😘😘😘😘😘😘

Daddy mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora