Tanjiro Kamado, un joven adolescente inigualable.
Siempre vio por el bienestar de su familia.
A la corta edad de quince años, había quedado a cargo de su hermana menor Nezuko, al morir sus padres y sus hermanos y ser ellos los los únicos sobrevivien...
El renunciar a sus trabajos, había sido difícil, era obvio que era pesado y cansado para sus estudios, pero eran muy amables con él.
Pero lo peor, fue renunciar al bar, a pesar de que nunca Inosuke había pronunciado bien su nombre, le tenía cariño al chico.
Un par de lágrimas masculinas rodaron por las mejillas de ambos, pero a pesar de la separación laboral la amistad seguiría, esa era una promesa de corazón.
Lo difícil seria ocultarle a su familia que ahora trabajaría para los yacuza, con ambos trabajos, Tanjiro apenas pasaba tiempo en casa, además le habían informado que no lo llamarían a diario, pero debía estar disponible para ellos.
Como le podría ocultar eso a su hermana y a su casi padre, sería algo difícil, pero no imposible de lograr.
Tal vez podría entrara uno de los clubes de la universidad o estudiar en la biblioteca hasta tarde, debíapensar bien que hacer.
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Esa mañana, Tanjiro se había levantado sin cansancio, tal vez se debía a que esa noche no se había desvelado sirviendo tragos hasta el amanecer.
Se levantó animado y decidió preparar un delicioso desayuno a su familia. Unos ricos panqueques con miel de maple, café, tostada con mermelada, un licuado de fresa y mora y un poco de yogurt con frutas.
Cuando Urokodaki bajo a desayunar, se encontró con un Tanjiro, que entusiasmado, terminada de sacar el ultimo panqueque.
- buenos días Urokodaki-san, prepare el desayuno- decía Tanjiro mientras le servía una taza de café y unas tostadas – iré a levantar a Nezuko-
El anciano observó al chico subir y bajar con su pequeña hermana
- ¡onii-san, tu preparaste todo esto, luce delicioso!- exclamó emocionada Nezuko al ver el delicioso desayuno
- es lo mínimo que se merecen- dijo Tanjiro, sentándose a comer con su familia
- por cierto, ¿anoche no fuiste a trabajar al bar?- preguntó Urokodaki
Tanjiro se puso nervioso, no sabía que decir, recordó que no debía involucrar a nadie y volvió a mentir, pero toda por el bien de su futura vida amorosa
- ya no iré al bar, encontré un trabajo mejor, a paga es buena y... es por las tardes, intentare cambiar mi clases a la mañana y así ya no saldré a trabajar en el bar-
Claro, tenía que mentir incluso con lo de la escuela, cada vez se metía en más problemas, pero en su cerebro, Tanjiro rogaba mentalmente que Urokodaki y su hermana, se creyeran sus mentiras.
- eso es genial onii-san, así podrás pasar más tiempo conmigo- dijo Nezuko feliz
- me alegra saber eso, no me agradaba que estuvieras tan noche y en peligro-
Con esas palabras, Tanjiro se quedó más tranquilo, ahora vería lo de su cambio de horario, otro problema más en lo que lo metían sus mentiras.
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Al llegar la tarde, Tanjiro se encontraba llegando a la universidad y unas cuadras antes de llegar, reconoció a Sabito y la camioneta del amor de su vida.
Del auto, bajo el azabache y lo llamó con su mano, el cómo perrito fiel enamorado, se acercó de inmediato.
- ¿espero que estés ya disponible para el clan?- preguntó Giyu
- si Tomioka-san, ya renuncie solo debo arreglar unas cosas...-
- necesito que te cambies al horario de la mañana- no era una pregunta Giyu parecía exigir
- de hecho...-
- no me interesa si quieres o no, es obvio que la mayoría de nuestras actividades son de tarde y necesito que estés disponible, hablare a la universidad y para mañana tendrás que asistir al turno matutino-
Con esas palabras, Giyu subió de nuevo, dejando a Tanjiro sonriendo, sin querer, Giyu había ayudado a Tanjiro.
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El nuevo día comenzada y con ello, un Tanjiro emocionado por su nuevo horario, de ese modo podría estar las tardes estudiando, mejorando sus notas y en las noches, pasar un rato con su hermanita, tal vez ver películas o platicar de armas antiguas con Urokodaki.
Al llegar notó que muchas personas se le quedaban viendo, al llegar al salón de clases, vio a varios chicos, el rubio fue el primero en acercársele y saludar
- ¿tú debes ser Tanjiro Kamado? yo soy Zenitsu Agatsuma, ven te presentare a los demás-
