Tanjiro Kamado, un joven adolescente inigualable.
Siempre vio por el bienestar de su familia.
A la corta edad de quince años, había quedado a cargo de su hermana menor Nezuko, al morir sus padres y sus hermanos y ser ellos los los únicos sobrevivien...
Makomo se había levantado muy animada, hoy su ani-ue la llevaría a pasar y a comer algo, era una tradición que el azabache tenía con ella, a pesar de siempre salir con su hermano mayor y con Giyu, atesoraba cuando solo salían ellos dos.
Preparo el desayuno, notando que su hermano seguía en cama, algo muy anormal en el, normalmente era el primero en levantarse para despedirla, pero su hermano tenia un par de días extraño, se notaba apagado, cansado y desanimado, pensó que era por algo de trabajo, ella sabía lo que su hermano y ani-ue eran, pero sabía que eran buenas personas, ella nunca los juzgaría.
Escuchó el sonido de un auto acercarse y de inmediato se emocionó, corrió a la entrada, donde al abrir la puerta, Giyu la recibió con un enorme ramo de flores.
- un detalle para mi pequeña-
- no debiste molestarte ani-ue, son hermosas- dijo Makomo oliendo las flores
- tu nunca eres una molestia, nos vamos, tengo reservación para desayunar y luego iremos a donde tú quieras-
- si, solo déjame despídeme de onii-san, no a bajado a desayunar-
- te espero- dijo Giyu esperándola
Al subir, Makomo abrió la puerta del cuarto de su hermano y lo vio aún arropado
- onii-san, deje tu desayuno listo, volveré más tarde y te traeremos la comida-
- esta bien-
Makomo se comenzó a preocupar, su hermano tenia algo, y de seguro Giyu sabía lo que tenía, aprovecharía ese día para saberlo.
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- mira, que lindo pez- dijo Makomo observando
- es un symphysodon, o comúnmente conocido como pez disco-
Makomo acercó más su cara al vidrio y de inmediato el pez huyó nadando
- es un pez muy asustadizo-
Giyu recordaba viejos momentos, Makomo era como verlo a él de pequeño, él mismo acuario donde años atrás su hermana lo trajo, la diferencia era que el era un niño pequeño y Makomo una adolescente, casi adulta, aún así, su sonrisa y curiosidad, era igual a la suya de pequeño.
- ani-ue, ¿dejarías el clan y terminarías una carrera de biología marina?-
La pregunta de Makomo fue tan repentina, pero Giyu tenía claro lo que era, es y sería.
- yo soy lo que soy y seré, el pasado no se puede cambiar, solo agradecer el presente-
- pero si pudieras, ¿cambiarías tu pasado?-
- ¿me pides el que renuncie a ustedes por una vida tranquila?-
Makomo sabía a lo qué se refería, si Giyu no se hubiese unido al clan, ella y su hermano en ese momento podrían estar muertos.
- no es justo, sabes que siempre he deseado que seas feliz, quisiera regresar el tiempo y que nunca hubieses sufrido, que Tsutako no hubiese muerto y...-
Giyu abrazó a Makomo, sabía que las emociones de ella podrían descontrolarse y no quería hacer una escena en un lugar público.
- mi onee-san no está y si hay algo que no me arrepiento es de poder proteger tu sonrisa, del mismo modo que ella lo hizo, sé que quisiste venir a este lugar por hacerme sentir bien, pero no quieras vivir lo que yo no pude, se que amas la fotografía y quiero que estudies lo que amas, quiero que seas feliz y tengas un buen futuro, que te enamores, te cases y ese día me permitas estar a tu lado para felicitarte-
- serás tonto- dijo Makomo casi llorando - claro que iras, tú me tiene que entregar en la iglesia-
Habían sido demasiadas emociones en un día, Giyu terminó el paseo para ir a comer, con una Makomo más tranquila.
Pero mientras degustaban sus platillos, Makomo no pudo evitar la pregunta del millón.
- ani-ue, ¿estás saliendo con alguien?-
Giyu detuvo sus movimientos
- si, pero no es nada oficial, prefiero mantenerlo así-
- ¿es Tanjiro?-
- me lo preguntas o piensas afírmalo-
- es que es obvio que a él le gustas y pues por los celos de onii-san-
- te molesta que salga con Tanjiro-
- no, es un buen chico, pero me lastima ver a onii-san así, esta muy deprimido y en el fondo, esperaba que algún día volvieran-
- sabes que lo qué pasó es algo que no puedo cambiar, por eso puse cierta distancia con Sabito, pero aún así es mi familia y temo que él piense que aún pueda pasar algo entre nosotros, lo quiero más no puedo amarlo-
- esta bien, se que mereces ser feliz-
Pidieron algo de comida para Sabito y Giyu llevo de nuevo a Makomo a su casa
- ani-ue, ¿podrías hacer que onii-san tenga otro trabajo?-
- ¿lo hacer por mi?-
- lo hago por el, los amo a ambos, pero si él te sigue viendo, nunca dejará de amarte-
- hablaré con el oyabun, pero mi protección siempre la tendrán y me haré cargo de sus cuentas-
- esta bien-
Makomo besó la mejilla de Giyu y se despidió.
Giyu la vio entrar y se dio cuenta de que Makomo era más fuerte de lo que pensaba, había dado el primer paso que Giyu no se atrevió a dar, pero ella tenía razón, mientras estuviera cerca de Sabito, las cosas nunca cambiaran, mañana hablaría con él oyabun, no podía detener más, el momento que debió pasar años atrás...
