Tanjiro Kamado, un joven adolescente inigualable.
Siempre vio por el bienestar de su familia.
A la corta edad de quince años, había quedado a cargo de su hermana menor Nezuko, al morir sus padres y sus hermanos y ser ellos los los únicos sobrevivien...
Sabito se encontraba tomando una taza de café, la comida ya estaba lista y sabía que dentro de una hora, su hermana menor llegaría a comer.
Estar lejos de su señor y de las actividades de clan, habían hecho que cada día se sintiera más miserable, podría prescindir de ayudar al clan, eso no era relevante, pero ayudar a su señor, era como negarle el agua a una planta. Sentía como si se marchitara lentamente.
Lo único bueno, era que había dejado de ver a ese chiquillo Kamado, pero el estar lejos, también le había permitido investigar un poco.
El accidente de la familia de Tanjiro, además de sólo tener a su hermana y a un hombre que los había acogido, era obvio el porqué el chico se había encariñado de inmediato con su señor, pero era algo que no permitiría, solo muerto Tanjiro podía quitarle el amor completo de Giyu Tomioka.
De pronto el teléfono sonó, al ver el nombre de Shinobu en el, decidió contestar.
- espero que sea algo bueno para que me interrumpas-
- nee, Sabito-kun, fui descubierta, mis hermanas me han dado la espalda y ahora el clan me busca por atacar a Gyomei-
- no se como pudiste ser tan imprudente, debiste ser más lista y hacer todo sin que se dieran cuenta idiota-
- jajaja, me dice idiota el imbecil que golpeó a un chico por celos y que solo logró que Giyu lo mandara a la mierda-
- deberías callarte estupida, Giyu solo lo ve como un pasatiempo, uno que pronto se olvidará y dejará atrás, como tú comprenderás -
- aww, casi me haces llorar, pero solo se que estás dolido, pero te puedo decir que no folla tan bien como para ser recordado, pero en fin, como te decía, ahora ya no puedo estar en el clan pero este es el momento ideal para dar un golpe letal, y ese será el rapto del hijo de Kagaya-
- crees que después del ataque a Hinaki y Nichika no estarán más alertas con la seguridad de sus hijos-
- pero con esto y con Gyomei fuera, de seguro hay una pequeña oportunidad-
- estas loca si crees que voy a encárgame del hijo de Kagaya, suficiente tengo con darles la ubicación de las hijas mayores y...-
- ¿tu hiciste que?...-
Apenas audible, pero perceptible al oído de Sabito, podía reconocer era voz en todo el mundo, su mirada conectó con la de su hermana, estaba en problemas.
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Makomo estaba en su penúltima clase, cuando de pronto se había sentido mal, podría haber sido el desayuno, el estrés diario, o las preocupaciones por las cuales estaba pasando su familia.
Desde que Sabito se había ido y regresado, las cosas ya no eran la mismas, las comidas sin Giyu eran más comunes a diario, las antiguas tardes de ver películas en el sillón, pláticas entre los tres, comidas con sonrisas, se estaban muriendo lentamente y agonizaban cada día más, pero Makomo aún así tenía esperanzas que podría cambiar.
La enfermera notó la elevada temperatura y decidió mandarla a casa, Makomo pensó en llamar a su hermano pero desistió, pero su ani-ue no había contestado su llamada.
Decidió tomar un uber a su casa para poder descansar, al llegar decidió que debí acostarse, la cabeza le estaba comenzando a doler y era mejor descansar, pero el sonido de la voz de su hermano en la sala, llamó su atención.
Estaba por ignorarlo y subir cuando escuchó a su hermano decir que él había sido de un incidente con las hijas del oyabun, no pudo evitar hablar y fue cuando Sabito la vio, esa mirada, ya no era la del hermano amoroso que antes tenía, era la de un hombre que podría asesinar sin compasión.
- te llamo después-
- onii-san, tú...-
- lamentó que escucharas Makomo, y lamento lo que pasará ahora-
Makomo tembló del miedo, su hermano se acercó lentamente, ella quería correr pero sus piernas no respondían, en menos de un momento, su mirada se fue a la oscuridad y cayó inconsistente.
Cuando recobró el sentido, se encontraba en la parte trasera de un auto, estaba amordazada y amarrada, su hermano al volante, comenzó a moverse pero sería imposible desatarse.
Sabito notó el movimiento y solo decidió hablar.
- no quería que todo pasara de este modo, pero ya pasó, entonces era esto o matarte, así agradéceme por ser tan buen hermano, pronto, todo cambiara, yo volveré a estar con Giyu y tú podrás irte a estudiar al extranjero, claro que volverás para la boda mía y de Giyu, pero eso será a su debido tiempo-
La sonrisa tétrica y sin sentido de su hermano le dio a entender algo a Makomo, él ya no estaba bien ni cuerdo, y lo pero, que esas, eran las personas más peligrosas.....
