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Maratón. Parte 4/4.

Mis piernas estaban entrelazadas con las de Kit. Estábamos en mi habitación viendo una película, pero ambos terminamos dormidos con nuestra cabeza apoyada en el respaldo. Sentí los labios de Kit sobre mi frente y abrí los ojos mirándolo con ternura.

-Liv, despierta. -dijo con la voz ronca- Son las diez de la noche.

Despegué mi cabeza de su pecho y miré el televisor.

-¿Qué? -exclamé.

Kit posó su mano sobre mi barbilla volviendo a poner mi cabeza sobre su pecho.

-Tranquila. Yo ya me voy.

Lo miré durante unos segundos en los que él me acarició el cabello.

-Quédate. -le pedí.

Curvó sus labios creando una sonrisa en su rostro.

-Es tarde, debo irme. -susurró sin quitar sus dedos de mis mechones rubios.

-Quédate. -repetí.

Él soltó un suspiro y apoyó su cabeza sobre la mía, entrelazando nuestras manos.

-Vale, pero duérmete.

Cerré mis ojos acomodándome sobre su pecho. Deslacé nuestras piernas y con las mías rodeé su abdomen. Con delicadeza acarició mis mejillas y sentí su respiración en estas.

-Te quiero. -susurró.

Por un segundo reuní el valor para responderle, pero me acobardé al recordar el llanto de Joe. Sus ojos rojos e hinchados de tanto llorar recorrían mi mente. Sentía sus mentiras hablarme al oído, y me estaban destrozando, destrozando lo que había entre Kit y yo. Me alejé un poco de él, apoyando mi cabeza entre la almohada y su hombro, y él soltó un pequeño gruñido de confusión. Él estaba tan confundido como yo. En este instante no sabía que hacer. Joe me había dicho que dejara nuestra discusión atrás y fuera a por Kit, pero no era capaz de hacerlo. Sentía que estaba haciéndole daño a Joe, y no podía hablarlo con Kit ya que él no sabía nada sobre el asunto. Realmente amaba a Kit, pero también a Joe. ¿Sería capaz de arruinar lo que había entre yo y el chico al que amo por mi amistad con Joe? ¿Arruinaría los sentimientos de Kit por Joe, o viceversa?

Dejé ese pensamiento atrás y traté de dormir, pero al cabo de un rato me di cuenta de que sería una noche muy larga, en la que me desvelaría con Kit a mi lado y la presencia de Joe en mi mente.

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-Sal, aléjate de aquí; pues yo no quiero partir. -¿Qué es esto? ¡Ah! ¡El prematuro fin de Romeo! -¡Avaro! Tomárselo todo, sin dejar ni una gota amiga para ayudarme a ir tras él! Quiero besar tus labios; ¡acaso exista aún en ellos un resto de veneno! -dije poniendo toda mi atención en el diálogo.

Nos encontrábamos ensayando de nuevo para la obra. Ya quedaba menos para el día en que esta se estrenaría, y quería que todo saliera perfecto.

-Muy bien, Olivia, pueden descansar. -dijo el director.

Kit, yo y algunas personas más bajamos del escenario y Kit y yo nos estamos en una banqueta.

-Te sale genial, quita esa cara de preocupación. -me dijo Kit mientras sacaba su almuerzo.

-No puedo. -le respondí.

Me miró durante unos segundos y luego sujetó mi barbilla. Conocía sus intenciones, y no estaba segura de si me agradaban. Vi a Joe mirándonos de reojo, y me intimidé con su mirada. Odiaba el simple hecho de que siempre estuviera ahí para arruinar el momento, ya fuera en la vida real o en mi mente. Y ahora estaba en ambas.

-Aquí no. -musité desviando mi mirada.

Kit me miró con el ceño fruncido y fue quitando poco a poco su mano.

-¿Por qué? 

Miré de nuevo a Joe quien ya no nos miraba.

-No lo sé. -susurré- Es complicado. No quiero que lo hagas.

Volteó su cabeza sin dejar de mirarme.

-¿No puedo besar a mi novia? 

Y al oír esa palabra desconecté, pero sin estar mentalmente en esa situación seguí hablando.

-Técnicamente no lo soy, no aún. Nunca me lo pediste. 

Él miró sus manos, y sonrió perverso.

-¿Quieres serlo? -me preguntó.

Sabía la respuesta, y temía la reacción de los demás.., de Joe, mejor dicho.

-Si. Pero no así, no aquí. Tendrás que currártelo más, ganártelo. -recalqué la última palabra.

Él bufó desconcentrado y asintió.

-Eres una chica complicada. -espetó- Pero respeto tu decisión, intentaré ganármelo.

Miré sus labios durante unos segundos y me acerqué para dejar un beso en su mejilla.

-Estoy segura de que lo harás.

Me levanté y con un movimiento de manos me despedí de él.

-Esta noche nos vemos a las nueve en mi casa. -me gritó Kit, lo suficientemente fuerte para que lo oyera pero a bajito a su vez para que no se enteraran todos.

-Vale, tu puedes. -reí ante mis palabras y asentí con la cabeza.

Él negó con la cabeza riendo y me lanzó un beso a distancia.



¿Quién queréis que sea el narrador del próximo capítulo? ¿Kit? ¿Olivia? ¿Ambos?

Me paso por aquí para decir que se acabó la maratón, pero la trama sigue. 

No dejen de votar y leer, ¡los quiero mucho!

De verdad muchas gracias por las 3k de visitas.

¿Qué queréis como muestra de agradecimiento? Os leo.

Bye. <3

Casualidad / Kit ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora