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Narra Kit.

Mi mano se encontraba sobre el muslo de Olivia mientras dejaba leves caricias. Ella dormía plácidamente, pero de golpe despertó.

-Buenos días pequeña. -susurré besando su oído.

Soltó un pequeño quejido y me alejé arrepintiéndome de mi acto. Se estiró y se acomodó de nuevo en la cama dándome la espalda.

-Oh, bueno. -musité, sin dejar de verla.

La dejé dormir durante las siguientes dos horas, y ella no se preocupó por la hora así que yo tampoco lo hice. No fue hasta que dieron las doce y media de la mañana y opté por ir al baño para lavarme la cara y mojar un poco mi pelo.

Lavé mis manos y cara y me mojé un poco el cabello. Lo sacudí quitando las gotas que tenía encima y salí encontrándome con Olivia sentada sobre la cama, apoyando su espalda en el respaldo.

-Buenos días. -dije, llegando a su lado.

-Hola. -respondió, alejándose un poco.

Fruncí el ceño con confusión y asentí sin insistir en acercarme.

-¿Te pasa algo? -dije.

-No, ¿por? -musitó.

Negué encogiéndome de hombros y ella soltó un suspiro.

-Es que no me siento bien. -inquirió de repente.

-Ah... -susurré- ¿Te duele algo? ¿La barriga? ¿La cabeza? ¿Quieres agua? -dije volviendo a la realidad. Rio negando y yo sujeté su mano. -Pídeme lo que necesites, quieras o se te antoja. -sonreí besando esta.

Ella negó y me abrazó. Besó mi mejilla y luego se alejó de nuevo.

-No quiero que te enfermes por mi culpa, será mejor que te vayas.

-No, claro que no. -respondí al unísono.

-Que si, Kit. Vete, mis padres me cuidarán. -dijo- Mi madre. -rectificó.

Sus ojos se perdieron en el suelo durante unos segundos y luego la abracé haciéndole entender que la apoyaba y estaba, estoy y estaría para ella siempre. Escondió su cabeza en mi pecho y bufó apretando mis manos fuertemente.

Una vez se tranquilizó nos separamos y la miré sonriendo, extendiendo mis manos.

-Venga. -dije.

-¿Eh? -musitó, mirándome.

-Golpéalas. -dije moviendo mis manos- Desahógate.

Sonrió y yo asentí. Segundos más tarde golpeó mis manos con sus puños con fuerza mientras jadeaba. Cuando se cansó (al cabo de unos diez segundos) dejó de golpearme y se cruzó de brazos.

-¿Mejor? -dije.

-Mejor. -respondió, sonriendo.

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Me fui a casa a base de quejidos de Olivia, y por evitar una pelea, me fui. Al llegar a casa me encontré con Shopie en la entrada, y al verme salió corriendo a abrazarme.

-¡KitKat! -exclamó.

Sonreí y la abracé también.

-¿Que haces aquí? -dije, cuando se separó de mí.

-Visitarte. -respondió.

Iba vestida de negro, con un top escotado el cual era muy resaltante, con una falda negra con los bordes grises y maquillaje en su cara.

-Oh, okay. Pasa. -dije abriendo la puerta.

Entramos y saludé a mis padres. Seguidamente nos subimos a mi habitación ya que a ella le apetecía ver una película de terror.

Pusimos Saw, y nos sentamos sobre mi cama con la manta encima y un bol de palomitas para acompañar. La peli empezó y todo fue bien, hasta que al cabo de unos veinte minutos Shopie se asustó y se aferró a mi brazo con fuerza. La miré de reojo y ella me sonrió al notarlo. Pero, no obstante, no hizo ningún ademán de separarse y tampoco lo hizo cuando los minutos siguieron pasando.

-Shopie, me das calor. -dije, separándola un poco..

-¿Como así? -me dijo con la mirada pícara.

Oh, dios, lo había malpensado. ¿Por qué no era capaz de comprender que mi novia era Olivia? ¿Por qué parecía que ambas se peleaban por mí?

-No de esa forma. -respondí rodando los ojos.

Asintió y se ajustó un poco la falda que según ella se había arrugado. Minutos más tarde, se tumbó en mi regazo, poniendo su cabeza en mi abdomen y sus piernas estiradas. Oh, dios, esto si que no. Intenté separarme un poco pero ella no hizo nada, así que no me quedó más remedio que quedarme así. 

La película acabó al cabo de una hora y media y cuando esta acabó ambos nos levantamos con intención de llevar a Shopie a casa. Salimos y caminamos unos pocos kilómetros hasta llegar a esta. Estaba lejos, y no podía llevarla en auto. 

Cuando llegamos, ella se puso de puntillitas para dejar un beso en mi mejilla como despedida. 

-Adiós. -dije, sonriéndole.

-Adiós. -musitó con una sonrisa.

Caminó hasta la puerta de su casa y al llegar a la puerta se paró en seco. Se dio la vuelta para mirarme y se acercó a mi corriendo a una velocidad lenta. Cuando llegó a mi lado, yo con mis manos en los bolsillos, fruncí el ceño confundido.

-¿Qué? -dije.

Miró a su alrededor y antes de que yo pudiera ver nada me besó. Sentí sus labios rozar los míos y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-Tengo novia. -dije en seco, separándome.

Asintió y se encogió de hombros.

-Ya bueno... -inició. Luego me volvió a besar.



Holaaa. 

Perdón por no actualizar tan seguido. ;(

Bye. <3

Casualidad / Kit ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora