LIII

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—¿Acaso ellos tienen algo que ver con mi salud? —pregunte curiosa.

—Así es cariño, pero déjame proseguir— solo asentí—ellos al ver el accidente no dudaron en ayudar, alejando a todas esas personas que estaba en contra de ellos, para podernos auxiliar, el auto se había volcado debido a que tu padre intento esquivar a las personas que aparecieron de repente en el camino provocando que saliera de la carretera y sucediera eso, aun así viendo las personas lo que habían ocasionado, no les importo y decidieron atacar al auto, porque pensaron que nosotros queríamos ingresar cuando solo estábamos de pasada, pero nos salvaron, estaba mal herida y sangrando, tu padre corrió con mas suerte, pero yo estaba en peligro, ellos me brindaron atención médica, estuvieron atentos a mi progreso y salud, siempre fueron tan amables— su gesto había cambiado a una totalmente de ternura—su tratamiento era mucho mas avanzado y lograron que tu pudieras vivir sin complicaciones, pero con ello implicaba en que hubiera cambios en tu genética, me expresaron que abría cambios notorios y otros no tantos, que tu aspecto podía ser diferente o ser normal, entre muchas cosas más, estuvimos ahí por un largo tiempo, incluso naciste ahí, eras la cosita mas hermosa que pudo ver mis ojos, tan pequeñita, pero saludable, todo estaba perfecto no había nada extraño, lo mejor de todo conocí a la persona a cargo, era una mujer imponente, e incluso llegaba a intimidar con aquella mirada que portaba, pero sin duda era una persona muy dulce, agradable y amable, personalmente se encargaba de estar al tanto de mi progreso y el tuyo.

—¿Una mujer?, ¿Cómo era ella? —cuestione intrigada.

—Su simple presencia irradiaba autoridad, tenia una mirada que intimidaba sin duda alguna, siempre mantenía una postura recta, sus pasos denotaban su seguridad, no había manera de que no pasara desapercibida en absoluto, de alguna manera hacía sentir que nadie podía interponerse en su camino sino, abría serios problemas, pero su apariencia era sin duda algo en lo que no se podía dejar de ver, era bastante alta, y debo de aclarar que era muy guapa, pero toda aquella apariencia que daba al comienzo desaparecía cuando sonreía, trasmitía honestidad, tranquilidad y amabilidad.

—Guao, ¿cómo era ese lugar?

—Era enorme, todo estaba rodeado de vegetación, las casas eras demasiado bonitas tenían el estilo de una cabaña, muchas de ellas se encontraban colocada debajo de las inmensas ramas de los árboles, e incluso estaban construidas alrededor de los árboles, había muchas personas ahí, pero eso sí, eran muy altos, algunos de los hombres lucios muy atractivos a pesar de que sus facciones estaban alteradas, por ello es por lo que se le adopto el nombre de cambiantes cuando supimos que podían tomar la forma de un animal.

—¿Eso es posible? —cuestione impresionada.

—Si lo es, aunque parezca imposible, llegue a ver eso muy pocas veces, puedo decir que lo puedo contar con los dedos de una de mis manos.

—Entonces, lo que tratas de decir es ¿que yo pude ser uno de ellos?

—Si, no sabemos exactamente como eso era posible, pero así se me explico, por eso tus primeros tres años no pudimos salir hasta asegurarnos que no hubiera un cambio notable, si el caso fuera lo contrario, estaríamos viviendo en la zona en la que ellos vivían antes.

—Impresio... espera un momento, ¿cómo que ellos vivían?, ¿qué quieres decir con eso?, ¿acaso ya no hay más de ellos? —cuestione con rapidez.

—Ellos se marcharon después de lo sucedido, ya no hubo rastros de la existencia después de ver como muchos de ellos perdieron la vida injustamente por el simplemente el hecho de existir.

Al escuchar sus palabras, podía comprender la razón del porque nunca se hablaba de ellos, e incluso me hacia sentirme triste por cómo pudieron verse sentido ante el rechazo inmenso y el trato injusto que recibieron después de tanto tiempo conviviendo tan tranquilamente.

No podía imaginarme como deberían sentirse ellos al estar viviendo entre nosotros, tal vez estarían viviendo con miedo todo el tiempo, con la incertidumbre de que sería el día de mañana para ellos, si nosotros estábamos encerrados siendo personas comunes, quien sabe como seria para ellos estar en esta posición, sin la posibilidad de sentirse libres y cómodos. Después de esa platica ya no dijo nada más referente a ellos, dando por terminado aquella conversación, ella fue a la cocina supuse que debía de estar preparando algo, porque se escuchaba mucho ruido ahí adentro, en mi caso permanecí en la sala mientras miraba televisión, terminé viendo un documental de la conducta de los animales en momentos de sobre vivencia, no prestaba mucha atención, debido a que aun rondaba en mi mente las palabras de Kilian.

Había sido una declaración repentina, ni siquiera me creía lo que estaba sucediendo, ¿Cómo era posible que él tuviera ese sentimiento por mí?, muchos años sin vernos visto, sin saber nada del otro, de alguna manera éramos extraños, porque no conocíamos mucho de la vida del otro.

Cuando regreso mi padre, tuvimos que ir a la cocina ya que mi madre nos había hablado para comer, lo que había preparado estaba delicioso, comí dos porciones mas debido al apetito que se me genero después de verlo probado, al terminar limpiamos la cocina, cuando menos lo pensé ya era de noche y no tenia ni un poco de sueño, pero mis padres ya se habían marchado a dormir, así que sigilosamente salí de casa para tomar asiento en los escalones de la puerta y mirar el cielo, lucia tan bonito, las estrellas apenas se veían pero no importaba porque al menos eran visibles, pero solo dure un poco debido a que pronto se escucho la alarma en toda la ciudad avisando el toque de queda. Coloqué él seguro a la puerta y volví a mirar la televisión esta vez con volumen bajo para no molestar ni despertar a mis padres.

El guardián de la noche, la historia del monarca. [PAUSADA]Onde histórias criam vida. Descubra agora