El guardián de la noche, la historia del monarca. [PAUSADA]

LVII

El mayor poco regreso a la conciencia al percatarse del sonido que emitía él menor, parpadeo repetidas veces hasta que su atención se mantuvo en lo que miraba, preocupado abrazo al pequeño, mientras este lo seguía sujetando de la camisa con fuerza y lloraba abiertamente, mostrándose asustado. Miro a su alrededor captando cuál era su posición y como todos lo miraban con desconfianza.

Al querer hablar, solo pudo ver una negativa de sus colegas para permanecer mejor callado, el menor oculto su rostro en su cuello mientras el llanto disminuía y empezaba a suspirar entrecortadamente, con eso basto para abrazarlo con algo más de fuerza mientras acariciaba su cabeza.

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Había tenido la sensación de hace unas noches ser observadas en mi habitación, pero sabía perfectamente que no había nadie, y desde entonces no sentía nada de confianza de dormir ahí, de mi mente pasaba la idea de dormir en la sala, lo pensaba seriamente.

Como la rutina de todos los días, tome mis clases, pero no contaba que vería de nuevo a Jorge, no pude evitar emocionarme, pero antes de que pudiera acercarme había notado lo diferente que se veía, lucia más serio de lo habitual sin contar el distanciamiento que mantenía con todos, entre clase volteaba a verlo unos segundos para seguir con las actividades, no me sentía lo suficiente confiada para acercarme a él. Al salir, me llevé otra sorpresa, en vez de mirar a papá esperando por mí, me encontré con Kilian que mantenía una sonrisa discreta en su rostro con aquellos lentes característicos suyos. No dude en ir corriendo hacia su dirección quien correspondió mi abrazo con el mismo entusiasmo, sentí su mejilla restregarse contra la mía y llegar hasta el costado de mi cabeza mientras lo escuchaba olfatear mi cabello durante el proceso.

-¿Pero que hacéis aquí? -pregunte animada.

-Quería verte de nuevo- dijo mientras tenía sus manos en las mejillas de ella-te extrañé tanto- beso la nariz de la chica-sé que me desaparecí después de mi propuesta, pero mi trabajo me ha mantenido muy ocupado para lograr llegar a verte.

Al escuchar sus palabras creo un alivio, la idea de que me estaba evitando me estuvo afectando, pero la realidad era otra, solo pude abrazarlo sintiendo su calidez que emanaba de su cuerpo, se había estacionado al otro lado de la calle, ni siquiera pregunte a donde íbamos, solo me deje guiar mientras manteníamos nuestras manos unidas, al llegar al auto, abrió la puerta de mi lado esperando a que subiera lo cual hice e incluso el mismo me puso el cinturón de seguridad no sin antes besar mi mejilla y después cerrar la puerta y subir luego él tomando la misma precaución. Mantuvo nuestras manos juntas a pesar de que debía manejar, estuvimos en un silencio cómodo, el trayecto fue algo retirado de mi casa, pero aun así no pregunte, hasta que finalmente llegamos al parecer un establecimiento de comida, me ayudo al bajar después de vernos estacionado, al entrar era un lugar cálido y hogareño, no había mucha gente.

-No conozco mucho tu gusto, pero pensé que te gustaría estar en un lugar como este- explico mientras movía la silla para ella, permitiendo que se sentara y acercarla a la mesa-además de que quería pasar tiempo a solas contigo.

-Muchas gracias, Kilian- le dije con amabilidad-realmente me gusta la sensación que da.

Al parecer Kilian ya tenía todo planeado debido a que ni siquiera tuvieron que pedirnos la orden cuando ya traían nuestros platos, era pasta acompañado por refresco, durante la comida me había explicado que su trabajo se había vuelto más pesado durante estos días, que ni siquiera había estado durmiendo bien y que convivía tan poco tiempo con su madre, pero una vez que se liberó no tardo en tomar el tiempo para estar con ella y conmigo, lo cual me hacía feliz por él.

-Te vez tan hermosa- dijo sin pensarlo.

-Oh, gracias- dije tímida.

-¿Aun tienes hambre?, puedo pedir algo más- hablo rápido al notar como ella aun miraba su plato y escuchaba ligeramente como su estómago hacia ruido.

-No, no, para nada, estoy bien así- dije avergonzada.

Sin importar la negativa que le di, pidió otro platillo que era carne con puré de papa, con demasiada pena termine comiendo, tenía demasiado apetito y no sabía el motivo, aunque creo que la pena no era mucho porque me lo había acabado todo sin pensarlo, después de ello nos retiramos después de que el pago la cuenta.

-Se que no hemos hablado mucho al respecto- empezó a hablar él con algo de nerviosismo-tal vez no me darás una respuesta al respecto, porque te estas tomando el tiempo, al menos me gustaría saber como te sientes al respecto.

-Realmente no me esperaba tu confesión- admití, mientras veía mis manos-y me tomo muy de sorpresa, realmente deberíamos tomarnos el tiempo de conocernos lo suficiente para darte una respuesta clara.

-Saber eso me hace sentirme mas tranquilo, ahora comprendo la diferencia- dijo pensativo-para nosotros es más fácil aceptar y actuar, pero ustedes lo piensan demasiado antes de hacerlo-guardo silencio un momento-bueno eso no significa que sea malo- aclaro rápido.

Al escuchar eso no pude evitar verlo confundida, no sabía cómo tomar aquello.

-¡Joder!, no quiero que lo mal interpretes- aclaro mientras se estacionaba y me miraba-no es malo que piensas la respuesta, mierda- murmuro lo último-lo que intento decir es que somos totalmente diferentes en esto, y que entiendo ahora.

Al escuchar como se enredaba en sus propias palabras no pude evitar reír, era una situación complicada para él de explicar y hacia lucir todo esto divertido, por su parte su reacción paso a ser de confusión por mi reacción.

-No necesitas intentar explicar nada de esto, tengo claro que somos diferentes en todos los sentidos, así que tranquilo.

-No puedo estar tranquilo cuando se trata de ti, me poner nervioso- admitió sin pena-y quiero que tengas en claro que quiero estar contigo, pero no debo presionarte ni apresurar las cosas, porque de ti depende la respuesta, y si hago mal las cosas solo provocare que te distancies de mí.

-Iremos con calma- di un ligero apretón a su mano para que se calmara.

-Vale.

Pude notar como se relajaba, después de eso pasamos la tarde juntos, estando en casa, mis padres lo saludaron cálidamente mientras ellos seguían haciendo la comida, miramos unas cuantas películas, hasta que tuvo que marcharse por su trabajo mencionando que estaría más presente en mi vida. Estaba más tranquila sabiendo que todo estaba claro y que me estaba dando la oportunidad de estar con alguien. Me dedique a hacer mis tareas en la sala después de que él se marchó, al terminarlas guarde todo en su lugar y deje mi mochila a un lado de la puerta para después ir a comer.

Gracias por leer, les doy capítulo por ser navidad, cuídense mucho, disfruten de su familia y no olviden tomar awita.