XIII

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(Actualizado)

Ambos se acercaron cuando guardaron sus armas de contención, con cuidado quitaron los dardos, sentía mi cuerpo adormecido mientras que mis ojos empezaban a cerrarse, hicieron lo posible para ponerme de pie y llevarme hasta la cama, cada minuto que pasaba me hacía sentir sumamente pesado, no podía moverme demasiado sin la ayuda de ellos.

—Nos tranquiliza el saber que llegamos a tiempo— me miro Zar—tuvimos suerte.

—Le aseguraremos que llegaremos al final de esto, para saber quién se ha atrevido a alterarlo— aseguro Reíd.

—Losé— admití—confió plenamente en ustedes.

—Lo dejaremos descansar, vendremos a verlo para asegurarnos que está bien— solo asentí.

Aún seguían impresionándome con la rapidez que creaban sus hipótesis y se movían en sincronía para hacer esto, lo hacían de manera organizada y efectiva, al parecer había hecho una buena elección al escogerlos para quedarse conmigo y trabajar, eran completamente eficientes.

Tenía que ser más cuidadoso ahora, si esto estaba sucediendo debían ser demasiado astutos aquellos humanos para ver logrado esto.

—Medre— murmure—si me escuchas, sea donde sea, te prometo que terminare con lo que empezaste, are que te sientas orgullosa de mí, los mellizos están bien, estoy intentado ser lo mejor por ellos y protegerlos, si pierdo mi camino, ayúdame— le suplique ante mi petición—aun te sigo necesitando para salir de esto.

Fueron mis últimas palabras antes de quedar profundamente dormido, no había podido contra los sedantes, al parecer esta vez la dosis había sido mayor que anteriores veces.

Después de unos minutos una niña estaba caminando con prisa por los pasillos, se había escabullido de su habitación, estaba muy ansiosa por ver a una persona, así que había aprovechado que los dejaron solos a ella y su hermano después de quedarse supuestamente dormidos.

—Han— exclamo con entusiasmo aquel nombre—Han— repitió el nombre.

Al no recibir respuesta sentía su corazón latir con frenesís, temiendo que los hubiera dejado solos, tomo un largo respiro antes de empezar a correr, hasta llegar aquella habitación, permaneció quita al tener la puerta al frente, con manos temblorosas abrió la puerta, solo tuvo que olfatear un par de veces para saber que ahí estaba, entro sin hacer ruido, debido a que había notado la absoluta oscuridad, pero ni estando así, fue un impedimento para seguir su camino.

—Han —dijo en voz baja, mientras seguía dando pasos cuidadosos.

Y aun así no recibió respuesta, con cautela se acercó a la cama al ver el cuerpo de aquel hombre, no volvió a intentar hablar cuando vio que él permanecía dormido, solo lo observo unos segundos antes de intentar subir a aquella cama, su estatura era un impedimento para subir, ya que la cama era mas alta de lo común, debido por la estatura de aquel hombre. Con dificultad subió y se movió a hasta estar a un costado de él, no podía dejar de verlo, puso su cabeza en el brazo de él, quedando recostada a su costado, estuvo largos minutos observándolo detenidamente hasta que finalmente se quedó dormida.

Mientras del otro lado, el menor despertó sobresaltado al percatarse de la falta de la presencia de su hermana, miro a su alrededor asegurándose que no estaba ahí y mucho menos a su lado, sin perder un segundo más, se levanto y camino sin precaución hasta salir, por un momento la duda fue reflejada en su mirada al ver al frente, aun estando dudoso dio un paso al frente mientras dejaba salir una larga y profunda exhalación. Cerro sus ojos un momento para abrirlos y empezar a caminar mientras olfateaba con sutileza, siguiendo el rastro que había dejado su hermana, no le tomo mucho saber a donde había ido, pero tuvo que detenerse de golpe, al escuchar pasos y voces muy de cercas donde estaba.

Debido a que tenían estrictamente prohibido salir a estas horas y sin la compañía de uno de los responsables escogidos, provocaría estar en serios problemas con él. Retrocedió un par de pasos más, quedando entre la oscuridad del pasillo en la que se encontraba, se apegó a la pared manteniéndose lo más quieto posible y haciendo su respiración más sigilosa, cuando aquellos estaba muy cercas.

—No puedo creer que las cosas se estén complicando Max— el chico dejo salir un largo suspiro de cansancio—¿tienes idea de las complicaciones que nos trae esos humanos?

—Henry, se perfectamente, además de que el líder cada vez se muestra mas silencioso, me asustada de solo pensar las posibles reacciones con esto que acaba de suceder.

—Ni lo digas Max, escuche a los de su escuadrón y realmente me preocupe, no quiero imaginarme lo que hubiera ocurrido.

—Shhh, cállate Henry, no podemos hablar de eso aquí— advirtió su amigo—recuerda que no estaba bien hablar de esto, y menos por este pasillo.

Ambos chicos caminaban con tranquilidad por el pasillo cercas del menor que se ocultaba entre las sombras, debido a su genética debía mantenerse relajado, si no, llamaría la atención su aroma e incluso sus ojos que podrían delatar su ubicación.

—Lo siento, no recordaba eso— se disculpó el chico.

—Debes tener cuidado, hay reglas y debemos respetar estos temas delicados.

Henry asintió al escuchar a su amigo, pero por alguna razón había logrado percibir un aroma dulce en el aire, haciendo que se detuviera, tanto había captado su atención que no pudo evitar caminar hacia la dirección donde estaba el menor, deteniéndose al ras de la oscuridad del pasillo.

—¿Qué sucede? —cuestiono preocupado Max, al ver el comportamiento de su amigo, provocando que llevara su mano al arma que estaba en la funda de su cadera del lado izquierdo.

—Detecto un aroma, el cual no conozco para nada— informo mientras seguía olfateando.

—¿Sera de algún residente?

—No losé, solo puedo decir que es bastante llamativo, pero nada fuerte, es como si fuera el olor de la vainilla, pero— guardo silencio mientras seguía olfateando—hay otro aroma.

El menor se preocupó, sentía como su corazón latía con rapidez, no quería que lo encontraran, así que cerro los ojos mientras regulaba su respiración lo más silencioso posible, y pensaba en su hermana, era la única persona quien lograba calmarlo con más facilidad que el resto.

Por otra parte, los chicos se mantenían alerta, Max mantenía su postura de estar preparado para usar su arma en caso de que fuera necesario, mientras Henry seguía olfateando intentando detectar el otro aroma que había en el aire.

—¿Qué hacen ustedes dos ahí? —cuestiono otro hombre que salía de un de los pasillos.

En cuanto lo escucharon, su postura se volvió firme para voltear en dirección de quien les había hablado.

—¿Qué se supone que están haciendo ustedes dos? —volvió a cuestionar esperando una respuesta.

—Lo sentimos jefe, Henry detecto un aroma, y creímos que podía ser un intruso.

Al escuchar al chico no dudo en acercarse con pasos rápidos, olfateando para saber con exactitud si había un intruso.

—El aroma es fuerte, así que recientemente acaba de pasar, no se trata de ningún intruso, debió de ser una de las hembras más jóvenes que hay, no se descuiden con aromas dulces, vayan a la sala de investigación, ahí los ocupan.

—Si jefe— respondieron ambos.

Mientras veía como se marchaban aquellos, ni siquiera dudo marcharse, permaneció de pie cercas del pasillo oscuro, mientras miraba atentamente mientras olfateaba hasta distinguir un segundo aroma sutil a menta, al asegurarse que no significaba un peligro aquello, fue en la misma dirección que aquellos dos.


Gracias por leer.

El guardián de la noche, la historia del monarca. [PAUSADA]Onde histórias criam vida. Descubra agora