XV

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(Actualizado)

—Mi señor, debería estar descansando— una voz cálida la que se escuchó, tratándose de una mujer adulta, mientras lo tomaba del brazo.

—Estoy bien— dije entre dientes, intentando soltarme.

—Ni siquiera puedes mantenerte recto— evito que se soltara de su agarre—no pensé que los muchachos tuvieran razón— admitió

Era Alexia una hembra humana que vivía entre nosotros, suele hacer actividades comunitarias dentro del edificio intentado llevarse con todos, en ocasiones intentaba ser una madre para muchos, en este caso lo intentaba conmigo, pero siempre le huía, no soportaba su conducta, debido a que siempre era demasiado afectuosa que cansaba, el hecho de que alguien intentara suplantar el lugar de mi madre me afectaba, no era sencillo vivir de esa manera, tenía doce cuando ella falleció y peor aun estaba a un mes de cumplir trece cuando todo se fue a la mierda.

—Alexia no lo molestéis— dijo un macho, mientras se acercaba—ni siquiera deberías tocarlo, sabes que no le agrada el contacto físico.

—Pero si no se puede mantener el solo sin tener que sostenerse de la pared— volteo a ver al macho, respondiendo al llamado de atención.

—Lo siento líder— dijo mientras alejaba a la humana de mi lado—mi compañera no entiende lo que es el espacio personal.

Mire a ambos sin mostrar algún tipo de molestia, era una de las pocas parejas que había aquí, llevaban mucho tiempo juntos, el macho fue un antiguo trabajador de mi madre, y aun se mantenía conmigo después de todo.

—Descuida, no pasa nada.

—Lo acompañaremos hasta su habitación para asegurarnos que no se lastime—hablo.

—Está bien, Arem.

Mantuvieron su distancia en todo momento, ninguno hablaba después de empezar a caminar, hice lo posible por caminar recto y lo pude lograr, al llegar se despidieron con una corta reverencia y retirarse. Al entrar pude verlos dormir plácidamente abrazados, era extraño ver como no estaban incomodos ante aquella posición, pero tampoco podía decir mucho, debido a que siempre habían estado así, desde que eran unos cachorros sumamente pequeños.

Me afectaba demasiado el que ellos permanecieran en este estado, vivir rodeado de paredes sin la posibilidad de disfruta del aire fresco de afuera y ver más allá de una simple ventana. Sin hacer mucho ruido salí dándole un último vistazo antes de cerrar la puerta.

—Leith, ven aquí— hable bajo desde la puerta.

Salió de una de las habitaciones más lejanas, parecía ver estado descansando, puesto que su andar era lento mientras se tallaba con cuidado los ojos, intentando alejar el sueño.

— ¿Qué necesitáis líder? —pregunto bostezando.

— ¿Podrías hacerte cargo los cachorros? — al estar más despierto me miro curioso—es seguro que tenga que salir.

—No prefieres que Zar se haga cargo mejor— sugirió—sueles tenerle más confianza a él.

—No, quiero que lo hagas tu— mi voz había delatado mi descontento al escuchar el nombre del susodicho—además puedes dormir dentro de la habitación, solo asegúrate de que nadie más entre.

— ¿Por qué yo? —pregunto desconcertado.

—Porque no me apetece a tener a Zar cercas, ¿puedes hacerte cargo?

—Pero hay mejores que yo— se mostró dudoso.

—No me interesa eso, solo quiero una respuesta sencilla, si o no, es lo que necesito saber.

Con mis palabras fueron más que suficientes, acepto, se equipó y se preparó para hacer guardia, me dirigí a la sala de investigación, el resto del escuadrón estaba ahí presentes, de pie preparada para darme un informe.

—Hablen— ordene.

—Todo lo que es origen animal, está contaminado para delatarnos, es nuestro plato principal para todos nosotros, necesitamos de este para mantenernos, la reserva de alimento principal, se terminaron cuando destruyeron la fábrica de clonación, es una nueva droga la que están utilizando, es muy difícil de saber el componente principal, debido a que está muy manipulado la formula.

—Así que estás diciendo, Nash, que estos idiotas, tiene más ventajas sobre nosotros— el asintió—y que, además le será más fácil encontrarnos debido a...

—Al ver la reacción, cualquier humano puede consumirla sin ningún problema, no hay reacciones por partes de ellos, en cambio en nosotros, tenemos instintos y al tener contacto la droga en nuestro sistema, termina nublando nuestra cordura, ataca más nuestro ADN animal, por eso le es más fácil identificarnos.

—Empiecen la investigación para formular un antídoto a la droga, será más fácil para nosotros hacernos notar, guíense con la fórmula del antídoto de la cura, les será más útil para lograr el objetivo.

—Sí señor.

—Necesito que me escuche señor— Outer me hablo, era uno de los hombres más mayor entre ellos, quien era leal desde su unión a la organización—no podremos exponernos de nuevo, no ahora que ellos ya saben un punto débil entre nosotros, lo más aconsejable es que salgamos de noche, los oficiales nos respaldan durante ese periodo.

—¿Y de qué nos sirve eso? —cuestione.

—No estamos solos, aún se encuentra los puntos centrales— confeso.

— ¿Estás diciendo, que aún existen habitantes escondidos en el subterráneo? —mencione incrédulo.

—Más que eso señor— afirmo—aun trabajan de ese modo, podremos conseguir nuestro sustento sin ponernos en riesgo, han estado ocultos por toda la ciudad, son ellos quien nos informan.

—Necesito verlos.

—Yo lo llevare, conozco mejor el terreno y la vida de ellos, será más fácil que se dejen ver, además, me han informado de un traficante de la N.V., hace poco notaron ese movimiento, están seguros de donde podrán encontrarlo.

—Bien, preparen mi equipamiento— ordene en alto—iremos a deshacernos de estos bastardos, ya tengo suficiente con lidiar con ellos por más de ocho años.

Estaba listo para verlos de frente, no les temía en absoluto, deseaba venganza y mis intentos me exigía la sangre de ellos, señale que estaría en la terraza.

Observaba la poca tranquilidad que había en este espacio de la ciudad, aun no me iría sin ir por aquellos idiotas que mire desde la ventana. En este momento los estaba observando, a tres calles, estaba alistándose para invadir una casa sana, no lo permitiría.

Me ser que al final de la estructura del edificio, tomando una de las armas oculta entre las sobras, me asegure que el rifle de largo alcance que estuviera cargada, me posicione para mirar desde la mira, fije mi blanco, tome una respiración larga y la retuve, para tirar del gatillo, deje salir el aire, después de ver disparado.

La bala tomo demasiada velocidad, tanto que tras paso la pierna del hombre sin ningún problema y saliendo la bala aun con fuerza. Sonreí con satisfacción al ver el resultado, los demás asustados empezaron a ver a su alrededor, pero no hallaban nada, por más que buscaban de donde había provenido el disparo no encontraban rastro alguno ni pista. No dude ni un segundo para cargar de nuevo y fijar el nuevo blanco, ahora estaba centrado del bastardo que manejaba, y al estar listo dispare de nuevo, observando desde el mirador como la sangre se esparcía dentro del auto.


Gracias por leer.

El guardián de la noche, la historia del monarca. [PAUSADA]Onde histórias criam vida. Descubra agora