Las Alas de Cupido (#1)

Capítulo treinta y uno

NICO

La Clínica Mayweather en teoría es un hospital como cualquier otro con una especialización muy importante en la salud mental. Es por eso que, además de la clínica, existe el Hogar de Descanso Mayweather o, como es más conocido, el Hospital psiquiátrico Mayweather.

Sin embargo, no es exactamente un Hospital como lo muestran en las películas o series. En realidad es un lugar que, si eliminas las personas con batas quirúrgicas, podrá pasar fácilmente por un hotel.

Tiene bonitos y amplios jardines, un hermoso paisaje hacia el lago, y actividades todo el día para los pacientes.

Intento verle el lado positivo al hecho de que tuve que internar a mi madre en ese lugar, pero no es sencillo.

Joder, nada de esto es sencillo. Ni venir a verla, ni tener que venir a verla, ni el hecho de pagar todos los meses para que tenga que estar ahí, ni haber rentado la casa en la que crecí, ni tener ese departamento solo mientras mis hermanos viven en otro lugar. Nada de esto es sencillo.

Suspiro cuando me acerco a la recepción y digo el nombre de mi madre.

Vine hace algunos días, pero me dijeron que era mejor no verla porque no estaba en un buen momento. Ahora me dicen que está en el jardín y de buen humor.

¿A esto se reducirá mi vida ahora? ¿A visitar a mi madre y rezar que esté de buen humor?

Pienso en mis hermanos esa mañana cuando les dije que vendría a verla. Theo tuvo la decencia de decirme que no, Cari se aseguró de dejarme en claro que no quería volver a ver a nuestra madre en su vida.

No los culpo por no querer verla. No soy tan iluso como para pretender que mamá fue una madre ejemplar, como todos tiene defectos, pero nunca dudé que nos amase, solo... Para ella siempre fue difícil el tema de la maternidad.

Los chicos no lo recuerdan porque aun no nacían, pero mientras estaba embarazada de ellos mamá estaba muy deprimida, incluso cuando fue un embarazo planeado, y creo que lo único que la hizo seguir adelante fue papá. Él siempre tuvo un instinto paternal desarrollado, mientras que mamá tuvo que aprender.

Luego se quedó sola de golpe, con cuatro niños. Encontró el refugio para su dolor en su trabajo y cuando vio que yo era más que capaz de ayudar con mis hermanos, se quedó ahí.

Ahora veo que cometí un error al hacerme cargo de ellos cuando era su deber, pero no me arrepiento. De nada.

Solo me duele ver que Cari y Theo le guardan tanto rencor, y sospecho que Andy también lo hizo. Amarla es una cosa, entenderla otra... Y yo fui capaz de hacer ambas, lo cual no significa que mis hermanos también.

Un enfermero se acerca y me dice que lo acompañe a los jardines donde mi madre debe estar.

Se nota que son principios de primavera en Osavia, porque incluso cuando hace frío, hay un sol agradable y las flores comienzan a verse en los árboles.

Lena ama la primavera, es su estación favorita del año, y ama haber nacido el 22 de marzo, el primer día de primavera.

Su cumpleaños se acerca. Incluso cuando son los primeros días de marzo, el tiempo pasa rápido y debo buscarle un regalo.

Pensar en ella y en las flores me da el empujón para seguir caminando detrás del enfermero hacia mi madre.

Ella está sentada junto a una fuente mirando las tortugas en su interior. Parece tan ensimismada que no se da cuenta de que nos acercamos hasta que estamos frente a ella.