Capítulo cortito... Tengan miedo
¿Qué tienen en común la vida y la muerte?
Es una muy buena pregunta, a la cual no tengo una respuesta lógica, pero si una que me parece apropiada: ambas tienen un motivo, incluso cuando no lo parece.
Tú naces por una razón, y mueres por una también.
Mi padre biológico nació por algo, quizás hizo algún bien en su vida, quizás su propósito era entregar sus espermatozoides para que mi hermana y yo naciésemos, no lo sé, pero nació por algo.
Y murió también por una razón. Pudo haber muerto por haber sido un esposo deplorable, un padre miserable y un ser humano despreciable, o bien pudo haber muerto solo porque era su momento. Sea la razón que fuese, su muerte me marcó.
Bueno... Eso es evidente, ¿no? No sería tan miserable, ni estaría tan rota si su muerte no hubiese causado algo en mí.
Definitivamente no me habría escapado de casa tras llevar 36 horas lidiando con mis pensamientos, sobria, ni habría tomado un autobús a un lugar donde nadie me buscaría pero sabía que estaría segura.
Chachachá es un bar universitario que siempre está lleno de vida. Lo atienden las hermanas Brown -Chantal, Charity y Chanelle-, quienes estudian en la Universidad, o toman algunos cursos. No estoy segura.
—¿Qué te sirvo, dulzura? —Me pregunta una de las hermanas, Chanelle si no me equivoco. Es difícil cuando las tres se parecen tanto.
—Lo más fuerte que tengas —Respondo con cansancio.
¿Cuánto más seguiré haciéndome esto? ¿Por qué no puedo parar? Miro mis manos temblando y los recuerdos de los gritos, el olor y el alcohol golpean mi mente. Por eso no puedo detenerme.
Tengo miedo a la terapia, tengo miedo de lo que pueda descubrir en ella, y el alcohol parece ser la cura para el olvido.
Chanelle deja un vaso de algo rosado frente a mí y me sonríe con dulzura antes de pasar a otro cliente.
Miro el contenido y no lo pienso dos veces antes de empinármelo y beber la mitad de un trago. Mi garganta arde por un segundo antes de adecuarse al sabor, y dejar que trague el resto del contenido.
Pido otro, y luego otro. A tercero comienzo a sentirme un poco mareada, pero no me detengo a pensarlo, hasta que para el cuarto un chico viene con la bebida.
—Hola belleza —Me saluda, coqueto—. ¿Qué hace una chica tan linda como tú sola?
Sospecho que cree que estoy lo suficientemente borracha como para caer por su coqueteo barato.
Veo su mano deslizarse cerca de mi trago, y con disimulo lo muevo lejos de su alcance.
—¿No quieres acompañarme? Mis amigos y yo seguro podemos hacer que tengas una noche... Memorable.
Miro hacia donde sus tres amigos, quienes levantan sus cervezas en mi dirección. Todos con sonrisas gatunas en sus rostros.
Por unos segundos no sé qué responder, mi cerebro no hace sinapsis. Estoy lo suficientemente bebida como para no poder defenderme de ser necesario. Gracias al cielo no debo hacerlo.
—Ella está bien, Charles. Está conmigo esta noche.
Charles, el tipo ese, hace una mueca y mira a quien le interrumpió.
—Solo estaba haciéndole compañía a tu amiga.
—Tus servicios de buen corazón ya no son necesarios, porque yo estoy aquí —Si las miradas mataran, Charles estaría seis metros bajo tierra—. Puedes retirarte.
Cuando se va, miro a la chica que me ayudó. Tiene unos anteojos definitivamente demasiado grandes para su rostro, cabello de un rosado pálido muy lindo y ojos que no logro reconocer su color.
—Ven, linda, puedes estar en mi mesa con mis amigas —Se cuelga de mi brazo y me ayuda a caminar, como si supiese que no puedo hacerlo por mi cuenta—. Algunas personas deberían entender que una chica sola en un bar no es una invitación para acosar.
—Muchas gracias...
Me dice su nombre cuando llegamos a la mesa con sus dos amigas. Una morena bajita de cabello alocado y la otra una chica que me escrudiña completa antes de dedicarme una de las sonrisas más bellas que alguna vez he visto.
Me cuentan cosas que al quinto vaso de lo que sea que Chanelle me está dando se me olvidan. Me hacen participar en una conversación sobre libros que me parece divertida, y luego me obligan a subir al escenario a destruir una canción de una artista que no conozco.
Rio demasiado. Dios mío, ¿hace cuanto tiempo que no me reía de esta forma? No parecen molestas ante el hecho de que no recuerdo sus nombres, es más, parece que nada les molesta.
Si fuese una fiesta, asumiría que es porque están bebiendo, pero solo una está tomando un coctel de algo mientras que las otras dos se mantienen con agua.
—Yo bebo por las tres —Explica la de sonrisa bonita—, esa es nuestra dinámica.
—Ellas parecen borrachas.
—Es su estado natural —Se burla, mirando a sus amigas destrozar otra canción en el escenario. Me mira y analiza—. Estás triste.
—Estoy borracha —Corrijo.
—Se puede estar de más de una forma —Rebusca en su bolso algo, y pronto encuentra un papelito que me alarga—. No sé si te interese, espero que sí, pero los domingos en la Clínica Mayweather un grupo de personas, mujeres, se juntan para hacer terapia de grupo. Podría interesarte.
Tengo el impulso de decirle que se vaya a la mierda y que me deje en paz, pero es una desconocida que me está ofreciendo ayuda. Asiento y tomo la tarjeta, incluso cuando sé que no haré nada con ella.
Al sexto trago ya casi no puedo formular oraciones coherentes.
Al séptimo se me están cerrando los ojos sin proponérmelo.
Pero no es hasta el noveno que las chicas se ofrecen llevarme a mi casa, y de alguna forma logro darles mi dirección. Una de ellas me hace tragar agua y hacerme comer, pero la sola idea de consumir cualquier cosa me provoca nauseas.
Llego a casa, les prometo que estoy bien, incluso cuando me miran con verdadera preocupación en sus rostros, y me intento meter por la ventana como siempre que me escapo, pero algo no me lo permite.
Me mareo.
Cierro los ojos buscando calmar el mareo, pero cuando intento abrirlos no puedo.
Luego de eso... No recuerdo despertar.
Holaaaa mis bichas, ¿Cómo están? *risa maléfica*
No sé si quieren matarme, agradecería que no lo hicieran.
Bueno... ¿Opiniones?
¿Qué creen que va a pasar ahora?
Les adoro, en serio. Gracias por leer y comentar, y por sus estrellitas que me dan vida.
Mis días favoritos de la semana son cuando actualizo <3
Besosososos
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Las Alas de Cupido (#1)
Romantizm"Abre tu corazón y no tengas miedo de que te lo rompan. Los corazones rotos se curan. Los corazones protegidos acaban convertidos en piedra" P.S. Tengo muchas cosas claras en mi vida: ¿Me gustan los libros eróticos? Por supuesto. ¿Amo a mi familia...