Capítulo 30: "Cuatro ojos"

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Fainder, al oír lo dicho por el capitán, se extrañó y girando su cabeza hacia los demás buscó con sus oscuros ojos a aquella chica rubia que lo había ayudado.

-¡Es verdad, Yirene no está! -Exclamó al confirmar que ella ya no estaba con ellos. Su hermano mayor también volteó el rostro en búsqueda de aquella linda chica que los ayudo a liberarse, constatando por sí mismo, que había desaparecido.

«¿Ellos tampoco saben que se hizo esa mujer?... Eso quiere decir que actuó por si sola... Tal vez tampoco esperaban que se escondiera de un momento a otro... Si es así, es probable que no se trate de algún tipo de plan y solo trata de escapar. De todas maneras debo estar expectante» analizaba meticulosamente el C2.

-¡¿Dónde está la chica rubia?! ¡¿Está bien?! -Fainder preguntó con preocupación al grupo.

-¡Después la buscaremos! -Sotmi mostró un gesto de molestia -¡Tú solo concéntrate en el capitán!

Fainder se sorprendió por la respuesta dada.

-¿P-pero y si algo le pasó? ¿No deberíamos buscarla de inmediato? -Agregó sin comprender la actitud del médico.

-¡Ya cállate! ¡¿Luego que no querías luchar!? ¡Pues concéntrate en eso! -Le gritó enojada Naely -si ella se escondió como una cobarde no es nuestro asunto, no podemos obligarla a pelear -añadió.

Daine avanzó unos pasos hacia el C2.

-Capitán, no deberías preocuparte por ella, de quienes realmente debes prestar atención es de nosotros -el joven lo señaló con una de las puntas de la lanza -¡no dejaremos que dañes más esta ciudad! -Sentenció.

A una seña de Daine con el brazo, Sotmi y Naely se fueron en carrera hacia el capitán; cada uno por un costado, a quienes le siguieron Fainder y Reinder por el centro, aunque este último más lento por la herida recibida en su pierna. El capitán comenzó correr de espaldas al tiempo que templaba el arco posicionando la flecha para atacar.

-No podrán siquiera tocarme -susurró el número 2 con gran confianza, quien enseguida disparó la flecha hacia el centro por donde venía Fainder.

-¡Esto será fácil! -Entonó el castaño, sujetando su barra de acero para desviar la flecha.

Pero de un momento a otro ya no era solo una flecha, eran 10 las que ahora se dirigían hacia ellos. Sin prever aquel suceso, cada uno intentó protegerse del múltiple ataque a como diera lugar. Sin embargo, no fue del todo posible. Naely recibió una flecha en el hombro derecho, a Sotmi una flecha le rasgó toda una mejilla, a Fainder, -a pesar de desviar la primera flecha-, una segunda impactó en su pierna izquierda y Reinder, por su parte, resultó herido en un costado del abdomen. Daine, al estar más lejos, tuvo mayor tiempo para esquivarlas y no recibió ningún daño.

-¿Qué fue eso? -Se preguntaba Daine por el inesperado ataque -¡¿están bien chicos?! -Indagó rápidamente al notar que fueron alcanzados por algunas de las flechas.

Pero no recibió como tal una respuesta, solo silencio y quejidos de dolor.

-¡Desgraciado! -Daine, muy furioso, atacó primero con su lanza, pero no tuvo efecto, así que lo intentó con su cuchillo, pero tampoco funciono, lo que sí consiguió fue otra patada en la cara que lo obligó a retroceder.

En eso, Sotmi accionó su arma de fuego tratando de aprovechar la distracción que daba Daine, pero la bala fue evadida con solo ladear su cabeza. Sorpresivamente, Naely apareció por detrás del C2 y arremetió con sus 2 espadas; una fue esquivada sin siquiera mirarla y la otra detenida con una de las espadas que clonó. En un pestañeo, la varilla de Fainder estaba volando a centímetros de impactar contra el cráneo del capitán por la parte trasera, no obstante, fue atrapada por él sin la necesidad de voltear a mirar. Simplemente la atrapó, así como si nada.

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