TRAS DE TI (En Corrección)

Capítulo 13

Gabriela

Cafetería OLA.

—Señorita, agradecemos su arduo trabajo para esta organización.

—Es una lástima que no pueda estar con nosotros  —sabiendo que alguien me persigue y temiendo que en la organización se encuentre, prefiero hacer una vídeo conferencia en un reservado de un café apartado de donde actualmente vivo, no quiero que de un momento a otro todo se estropee.

—Disculpen señores, pero mi seguridad es lo primero, como esta fue mi última misión ya no tengo el respaldo de ustedes.

—Qué bueno que lo recuerde —lo dice con resquemor el señor Henry.

—Señorita la misión fue todo un éxito, muchos de los contrabandistas fueron encarcelados, sus propiedades fueron confiscadas, al igual de información importante.

 —Lo prometido es deuda señorita Gabriela, la información de su padre le pertenece, en este instante se lo están enviando, úselo correctamente.

—Gracias señores, así lo haré, pero quiero pedir una cosa más

—Lo que desee, con lo que ha hecho puede pedir lo que sea

—Quiero que la organización se aleje y que no meta las narices en mis asuntos desde ahora, olviden que mi padre fue un colaborador de ustedes, cualquier trabajo pendiente ya lo culmine yo —me ven entre molestos, a diferencia del señor Henry quien me observa con odio puro

—No se preocupe, nos mantendremos alejados. —Siento orgullo al ver como lo pronuncian con los dientes apretados

—Con esto me despido señores, buenos días

Al desconectarme de la transmisión hago una pequeña llamada a mi ayudante.

—Madox ¿qué tal te fue?

—Entre a la base de datos y encontré información de los delincuentes que estuvieron en tú casa  —todo el tiempo en que estuve hablando con ellos, Madox tuvo la oportunidad de jaquear la seguridad de la organización, ya que estaban más pendientes de la reunión —vuelve, debemos prepararnos

—Salgo de la habitación directo a la caja, pago la cuenta, al salir del café tiro la computadora en un basurero, está en un segundo explota dentro, Madox me espera en casa pues debemos de poner manos a la obra para atrapar y desenmascarar a los asesinos que fueron enviados por el asesino de mi padre, con el fin de matarme y recuperar la margarita dorada

Ya en casa, Madox me explica todo:

—Tenemos una dirección Gabriela

—Perfecto, entonces andando

Nos equipamos bien y vamos rumbo a la dirección que encontró.

***

Por la tarde, entramos en un pequeño casino clandestino que se encuentra en un barrio a las afueras de la ciudad, a estas horas se encuentra desolado. En los archivos que Madox pudo ver encontró que las personas que llegaron a mi casa son ex-convictos que trabajan en este lugar. Mi comportamiento habitual no es agresivo, no, pero cuando intentan lastimar a alguien que quiero no me puedo contener y voy con todo...

Al entrar vemos a unos cuatro hombres descansando en una mesa, tomando cervezas y jugando al póquer, al vernos se levantan con un comportamiento agresivo

— ¡¿Quién eres tú?!

— ¡Eso no te importa! ¡¿quiero saber por qué estaban en esta dirección a las tantas de la noche?! —no soy persona de irme por las ramas, prefiero ir al punto

—Por nada en específico, dime ¿uno no puede estar paseando a su perro a esas horas?

—Entonces ¿se pasean entre ustedes? —uno de ellos se levanta y trata de golpearme, pero Madox  lo intercepta y lo somete bajo sus pies, empezamos a pelear y al conseguir ventaja los sujetamos con cuerdas  a cada uno de ellos para que no hagan ninguna estupidez

—¡Basta! ¡Contesten o no habrá un mañana para ninguno de ustedes! —Madox y yo sacamos nuestras armas para que vean que no estamos jugando 

— ¡¿Quiénes son?! —Madox me observa para ver que haré a continuación y yo hago lo mismo

—Oye Madox, veo que nadie hablara, entonces empecemos  —tomo  de la mesa una navaja y empiezo a pasar entre ellos sorteando quien será el primero en ser herido— de tin... marin... de... do... ¡pin... fue!...

5 minutos después...

—Fuimos enviados para atrapar a la persona que vivía en ese lugar y buscar un objeto que contiene una margarita dorada y después de terminar el trabajo asesinarla —todos me miran asombrados pues aunque no hice nada con la navaja, pude hacer que hablaran y me dijeran todo solo con amenazarlos con cortar sus partes nobles

— ¿Quién los envió?  —pregunto, deseo saber su nombre y vengar a mi padre

—Nunca vimos el rostro del hombre, siempre se esconde en las sombras, pero pudimos ver que llevaba en el cuello una cadena de oro con un símbolo similar

—¿Algo más? —al no recibir respuesta sigo amenazándolos con la navaja hasta que responden

—Sabemos que estará participando en la entrega de reconocimiento a la pieza más rara del mundo en el museo central.

Mi venganza esta próxima...

Albert

Llevo en este país una semana y aún no he podido tomar un respiro  de todo el trabajo que tenemos Demian y yo, nos enteramos que hubo una redada de gangster unos días atrás y ahora nuestro hombre se esconde muy bien para no ser visto, le teme a algo, lo sé y quiero averiguarlo, quiero desmantelar toda organización delictiva que tenga, solo necesito unas pistas más para llevarlo a juicio, pero en eso Susana me llama, pues he roto mi promesa de traerlos aquí...

—Sí... Susana lo siento, no he podido terminar mis asuntos, sé que te lo prometí... si lo sé, que tal esto, ya pronto serán fiestas en este lugar, ¿qué te parece si mando por ustedes en dos días?   —Susana emocionada que sus suplicas y berrinches surjan efecto en mí acepta la propuesta— de acuerdo nos vemos en dos días... adiós

Al colgar observo a Demian para ver su reacción ante las visitas en dos días, veo que prefiere tragarse sus palabras y seguir con la organización del plan.