Capítulo 11

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Gabriela

Estoy corriendo con los nervios de punta por todas las escaleras hasta mi departamento, no sé cómo encontrare todo en casa y su seguridad me preocupa. Al entrar grito a todo pulmón

—¡Ana!

— ¡Gabriela!, ¿estás bien?  —Ana me abraza con fuerza y yo respiro tranquila sabiendo que todo está bien— tuve miedo al no saber de ti

—Lo estoy, empaca todo lo que puedas ¡nos vamos de inmediato!

Empezamos a empacar todo lo que podemos rápidamente  pues el tiempo corre en estos casos, voy a mi sala de armas y toma unas cuantas de ellas con silenciador por si acaso, ya con todo listo, cargo lo más pequeño que tengo y en la mano lleva las maletas, estamos a punto de salir cuando... escucho un ruido

- Gabriela... ¿qué es eso?

- Ana, no temas, toma, baja por las escaleras de emergencia, Madox estará  esperándote

- Gabriela...

- Hazlo ya

Ana hace lo que le pido y baja sigilosamente mientras vigilo pues siento que tengo más personas en mi departamento de las que debería, hablo con Madox por el pequeño micrófono en mi oído izquierdo

- Madox, ¿dónde estás?

- Callejón, veo a 5 subiendo

- Tengo dos dentro... Madox si no puedo salir... llévatelos lejos

- Gabriela...

- Prométemelo

- Lo prometo--- y espero que cumpla su palabra

Intrusos...

- Señor veo bajar a una mujer por las escaleras, debe de ser ella, ¿la detenemos?

- No... sé quién es, déjala ir, pero no la pierdas de vista

- entendido

Casa...

Veo a los intrusos entrar por las habitaciones y tirarlo todo, estoy escondida en uno de mis escondites secretos que tengo en casa

- Madox, ¿Ana está contigo?

- La veo pero en el edificio de enfrente se encuentra un francotirador, la tienen en la mira --- saber esto no me deja concentrar y mis ansias de salir a defender son muchas

- Yo me encargo

- Yo lo haré, no te delates, solo sal de ahí --- Al escucharlo me tranquilizo porque sé que tengo su apoyo, lo veo bajar del auto y se aleja de él, veo que se coloca en un punto específico del callejón visualiza el objetivo y dispara dando en el blanco

- Gabriela, habla a Ana, dile que entre al carro 

- Ana entra al carro que está en el callejón de la izquierda es azul.

- Muy bien --- Ana no está muy segura pero confía, así que lo hace, al rato ve que alguien se acerca, pero se tranquiliza al ver que se trata de Madox, ya viéndolos juntos me relajo y me concentro en la guerra que tengo enfrente 


Ana

— ¡Madox que alegría verte!

—Igualmente Ana... espera... ¡abajo!

—Madox ¡¿qué pasa?!

—Escucho un tiroteo y puedo observar que es en el departamento... no... Gabriela, háblame... Gabriela...  —Veo el rostro perfecto y hermosos de Madox y empiezo a sentir temor por lo que observo en sus ojos

—Madox, no... dime que está bien

—¡Gabriela!

—Madox, elimine a 3, estoy en la azotea, ¡vete ya! —suspiro de alivio al escuchar su voz, pero me tenso al escuchar su orden

—De acuerdo

—¡Madox no lo harás!

—Claro que no, como su apoyo estoy con ella en las buenas y en las malas  —abre su computadora y empieza a verificar las salidas del edificio— Gabriela ve al lado sur


Gabriela 

—¡Carajo Madox te dije que te fueras!

—Obedece, luego peleas  —sabía que el muy cabezón no se iría, veo un gran túnel y me doy cuenta de lo que pretende que haga así que de una salto, el túnel me lleva a un contenedor de basura donde aterrizo y puedo escapar, encuentro el auto a unas tres calles de su ubicación ya que Madox se movió para no levantar sospechas, al llegar veo Ana sonreír con lágrimas en los ojos y a Madox con la expresión "de nada"

—Eres un idiota, te dije que te fueras —Madox me ignora y conduce por carretera por más de 6 horas, al llegar a su destino el cielo se alumbra con los primeros rayos de sol.

—Llegamos, pueden bajar ahora

—¿Dónde estamos Gabriela? —pregunta Ana al ver solamente vegetación y una cabaña a su izquierda

—En nuestro nuevo hogar, nunca hubiera recurrido a él si no fuera porque nos están persiguiendo y una casa a las afueras de la ciudad es perfecto  —Ana mira preocupada por todos lados, pues las únicas personas que encuentra en su visión somos nosotros

—Tranquila Ana no te alarmes a unos 1 hora se encuentra el pueblo más cercano, pueden reabastecerse de municiones —la tranquiliza un tranquilo Madox

Contemplo la cabaña donde pase gran parte de mi niñez por los trabajos de mi padre, el me traía aquí con mis abuelos maternos para que estuviera a salvo y no en peligro ni sola, así él podía ejecutar con tranquilidad sus misiones.

Al entrar nos recibe una pequeña sala de color café oscuro con alfombrado en el piso junto a una chimenea, más adelante encuentran una cocina con todo equipado para lo que necesitan al igual que la despensa, observan unas escaleras de lado izquierdo y subimos a la planta superior, donde se pueden ver bien tres habitaciones y un baño aparte, solo en una habitación hay baño propio el cual decide Ana cederme, mientras ella toma el de al lado. Para mí el estar aquí es como revivir viejos tiempos en los que era una niña sin preocupaciones, a veces me encantaría volver a esos tiempos, donde era mimada y amada por mis abuelos.

Madox al ver las instalaciones limpias ya por su equipo especial, baja el equipaje de cada una y la lleva a nuestras respectivas habitaciones. Ya con ello, instala diferentes cámaras de vigilancia por todas partes, al igual de sensores de movimientos y trampas, yo ayuda colocando armas escondidas por toda la casa y fuera de ella , la mayor razón por la que elegí este lugar fue porque contiene un túnel escondido en la despensa de provisiones en donde el abuelo guardaba su armamento pesado, si algo ocurría por esa vía de escape podría salvarse y es la que usare yo por si algo pasa, en el cuarto desocupado montamos la zona de espionaje con todo lo que necesitamos cada computadora y armamento es de lo mejor en espionaje .

Mientras Ana ordena, Madox y yo empezamos a investigar quienes eran los delincuentes que habían entrado a mi casa, pues no estaré tranquila hasta atraparlos....

TRAS DE TI (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora