Capítulo 12

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Albert

—Señor, hemos perdido el rastro de su esposa una vez más  —otra vez... ¡acaso no se cansa de huir de mí!

— ¡Largo! —lo único que puedo decir, estoy cansado de esta carrera que tengo con Gabriela y de colmo se me suma el tener que retrasar mi ida al extranjero por la enfermedad repentina de Erick...  y una audiencia en la corte

 —Albert... cálmate, ve como huyo Gonzales por tú arrebato de ira

—Cállate Demian  —trato de tranquilizarme masajeando mis cienes— ¿está listo todo para nuestra partida?

—Mira, aunque no soy tú secretaria, ya lo tengo todo listo

—Bien, después de verificar que Erick se encuentra mejor y finalizar la audiencia, nos iremos

— ¿De verdad iras a esa reunión? —me detengo al escuchar a Demian decir esto ¿enserio me lo está preguntando?

— ¿Porque no iría?

—Pues porque tú...

— ¡Calla!, ¡ella me dejo!, ¡se largó!, tengo derecho de rehacer mi vida

— ¿Al lado de una mujer que no amas?  —lo veo enojado, a veces odio que sepa todo de mí

—Que importa si no la amo, Erick necesita una familia estable y de eso me encargare

—Que ciego eres en todo...

—Mira, no me toques los cojones porque me olvidare de que somos amigos

—Te lo ahorro  —Demian sale de la oficina, pero no contento aún se voltea y suelta— recuerda que te apoye con todo lo que paso, a pesar de tus desplantes estuve a tú lado cuando ella se marchó por tu infidelidad, ¡estuve contigo en vez de...!, mira has lo que se te pegue la regalada gana, yo ya no estaré a tú lado ni siquiera en la misión, si por un arrebato de odio haces la mayor estupidez de tú vida no estaré para detenerte, estas solo Albert  —Demian sale con semblante serio y arrugado por el enojo, atrás queda el sonriente y bromista amigo pues hoy se ha convertido en la voz de mis pensamientos...

***

Llego a la audiencia, convencido de lo que debo de hacerlo

—Señor Albert, aquí por favor, con este documento usted queda libre de todo lazo que lo une a...

—Si, si, ahórrese de mencionarla  —tomo el bolígrafo, dudo un momento antes de escribir en el papel, al tenerlo listo dejo el bolígrafo en la mesa abruptamente, veo a los abogados con frialdad y salgo de la sala sin pararme a escuchar lo que estos dicen.

Después de esperar por un momento en mi auto, entro en esta casa donde se encuentra la única persona que me ha hecho sonreír estos últimos meses,

—Albert, amor, llegas a tiempo para cenar con nosotros  —una sonriente Susana me recibe con un abrazo que esquivo porque me dirijo a la pequeña cuna improvisada en la sala

— ¿Cómo esta Erick?

—Mucho mejor, el verte a ti todos los días a su lado lo ha fortalecido, ¿te quedas a cenar?  —pienso en lo que acabo de hacer y acepto para sentir la calidez de mi hijo calentar mi corazón

Toda la velada Susana fue muy atenta, sirviéndome todo lo que hasta no pedía, estaba sorprendido porque en todo este tiempo no había visto tal gentileza en ella, pues siempre trabajaba hasta tarde y a veces por las misiones me quedaba en el cuartel o en mi departamento de soltero, si tan solo Gabriela hubiera sido como Susana, cariñosa, atenta, si ella me hubiera escuchado yo... no, prefiero no pensar, lo hecho, hecho esta

Me permito estar en casa dos días pues quería pasar más tiempo con mi pequeño y conocer a Susana ya que en ella debo de pensar en mi futuro hogar desde ahora, no es resignación ¿o sí?

—Albert... ¿te iras mañana? —dejo de alimentar a Erick y la observo

—Regreso en una semana, ya te lo había dicho —Susana, mostrando cara de pena y dolor por mi partida se acerca y con pena me abraza de la cintura, mi primera reacción es apartarme pero si espero que en un futuro esto funcione debo de poner de mi parte y aceptar su gesto.

—No te vayas, llévanos contigo

—No estaré de vacaciones, estaré trabajando

—No te molestaremos, es que me encanta estar a tú lado —al verla con un rostro lastimero sé que tengo que pensar en una solución

—Que tal esto. Volare mañana, arreglare todos mis asuntos y mandare por ti al día siguiente

— ¿Enserio? —Susana no se lo podía creer, en un instante ella se pone de puntillas y me besa en los labios, siento que esto es muy rápido así que me aparto— poco a poco querido

-—Sí...

¿Me estaré apresurado a tomar una decisión?

***

En el Jet...

Al recordar que posiblemente no tenga a mi técnico para ayudarme en la misión, empiezo a repasar números de teléfono para encontrar a personal de confianza, pero en realidad es que prefiero trabajar solo pues no confió en nadie más solo en Demian, pero la esperanza es lo último que se pierde y sé que aunque es muy cabezón puede que aun llegue, tarde pero llegue.

El avión está a punto de despegar, me estoy haciendo a la idea de que actuare solo y que debo de conseguir más armamento para mi propia vigilancia...

Lo que debería hacer es golpearte la nariz hasta que sangrara, así me quedaría tranquilo de todo el enojo que traigo —como dije, mejor tarde que nunca

—Sabía que vendrías

—Dejemos en claro que soy profesional y, mi trabajo me importa mucho

—Al igual que tú amigo

—Ex amigo queras decir  —al ver su negatividad sonrío para picarlo un poco más— deja de sonreír

—Sabes lo que hice verdad

—Sí

—Y aun así estas aquí

—La palabra cobarde combina contigo —sonrió, ¿de verdad seré un cobarde?

—Creí que te agradaría y seria la causa de que estés hoy conmigo en este viaje

 —Considérelo un favor señor Montgomery  —y así lo haré

—Repasemos el plan

______________________

¡Hola!

Que piensan ¿Albert tomo una buena decisión?

¿Creen que se arrepentirá?

Les agradezco mucho por llegar hasta acá, espero que sigan disfrutando de esta historia y no se preocupen que ya pronto vienen sorpresas...

Les deseo un feliz domingo lleno de éxitos...

¡Hasta luego, un abrazo!

TRAS DE TI (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora