TRAS DE TI (En Corrección)

Capítulo 44

Gabriela

— ¿Qué hacemos aquí Madox? —es raro que Madox me haya traído a una cafetería, él sabe muy bien que no quiero salir para nada de la casa, pero me deje convencer.

—Primero que nada no quiero que me mates por lo que diré, quiero una vida con Ana y no la tendré si me matas, segundo, no te alteres —esto ya no me está gustando nada de nada y mucho menos cuando suelta un gran resoplido— Albert y Demian están dentro del local

—Tienes mucha razón, no tendrás una vida con Ana. ¡Me vendiste!

—No, escucha... —trata de explicarse, pero no lo dejo

—Madox es la segunda vez que me traicionas, ¡sal del auto!, me iré lejos ahora mismo y no volverás a ver a Ana

— ¡Gabriela escucha y cállate de una buena vez! —nunca me ha hablado así y eso hace que me quede muda por primera vez— gracias, el pequeño micrófono que tenías en la cabaña lo dejaste con ellos, lo rastrearon y concertaron una cita conmigo a la que acudí, empezamos a hablar y... —me cuenta todo lo que hablaron, agradezco que omitiera toda información importante que no quiero que sea revelada— como vez, no dije absolutamente nada sobre el asesino de tu padre

— ¿De qué sirve hablar con ellos ahora? —cruzo los brazos, para mí no sirve de nada

—Podemos infiltrarnos, buscar al asesino y desmantelar el arma química y destruirlo, se necesitan las dos partes de la margarita para hacerla funcionar, mi pregunta es ¿Qué hace solo una?, podemos terminar con lo que tu padre te dejo a cargo ¿no es lo que quieres?

—Sabes que sí

—Entonces cabezota, habla con ellos y acepta, sabes que si algo sale mal estaré contigo —dudo, confiar en ellos no me ha dejado nada bueno

—Lo sé —prefiero ganarle a mi lucha interna que me aconseja que no lo haga— está bien, veamos que tienen que decir estos dos —salgo del auto, respiro hondo y entro al lugar

—Gabriela están atrás —los veo hasta el fondo, de pie, esperándonos con cara de malhumorados

—Hola chicos —sonrió entusiasmada al ver esas caras

—Mujer, ¡cómo se te ocurre irte! —de nuevo explota una guerra entre Albert y yo

— ¡No soy tú responsabilidad Albert!

—Mía si, insensata —creo que Demian necesita que le recuerde algo

—Por si lo has olvidado soy mayor de edad hermanito

—No lo parece, ¿Cómo sigues? —veo preocupación en los ojos de mi hermano, la culpa en mi pecho empieza a molestarme

—Mejor, gracias Demian —le dedico una pequeña sonrisa

—Una semana Madox, ¡te costó una semana contactarnos! —sabía que Albert no se mantendría callado por mucho tiempo

—Tranquilízate Albert, quería que Gabriela se sintiera mejor para venir —Albert me observa y pone mala cara

—Yo no te veo recuperada —prefiero ignorarlo y sentarme para descansar un poco, los invito a sentarse al ver que ya están "tranquilos"

—Pues lo estoy, ahora cuéntenme, ¿qué es lo que pasa? — lo hacen y al terminar me rió a carcajadas

—Tú.... conmigo.... ¿en una misión? —. Niego con la cabeza mientras me sujeto el costado— tú sí que estás loco de remate

—Quieres parar por favor, te estás haciendo daño —la preocupación de Albert hace que trate de respirar profundo para calmarme— No estoy loco, si por mi fuera, te dejaba fuera de esto, pero Madox dijo que eres una insensata y que actuarias sola sino teníamos una conversación antes contigo—veo a Madox, no puedo creer que hable así de mí, el idiota me desvía la mirada, pero no se la aparto y eso hace que me devuelva la mirada