TRAS DE TI (En Corrección)

Capítulo 42

Gabriela

Madox me ayudó en todo momento llevándome en sus brazos al auto, al estar cómoda en él, me quedo dormida. Es raro volver a este lugar que me vio crecer y también huir como una criminal, aunque no lo era, en el pasado escape porque en los ojos de Albert vi decisión, no angustia ni resentimiento, ¡vi decisión en la cara de mi esposo!, ahora mi ex esposo, no podía seguir a su lado, verlo con ella me destrozó. Para rematar su orden de arresto me aterró, debía de protegerme y por eso tome la decisión de irme dejando todo y a todos atrás. Ahora escapo porque tengo una misión que no puedo olvidar, también porque estar cerca de Albert revive en mí sentimientos que deben seguir enterrados en lo más profundo de mi corazón.

—Gabriela, estamos por llegar —susurra Madox para poder despertarme

—Madox... gracias por salvarlos y cuidarlos por mí

—Somos un equipo y eres mi familia, siempre estaré para ti, ¿Cómo llevas el divorcio?

— ¡Genial! —Madox me regala una mirada como diciéndome: "deja la ironía"— No me veas y conduce... ojos al frente —le pido, me está poniendo de los nervios. Al llegar veo la casa que compre a las afueras de la ciudad, tiene seguridad para entrar y salir del lugar y eso me gusto, no siempre puedo estar al pendiente de todo y esto me ayuda a que si pasa algo una alarma por medio de ellos me lo dirá. Madox jaqueo su seguridad para ser los primeros en saberlo.

—Ponte esto —Madox me tiende una peluca, lentillas que cambian mi color de ojos, huella digital falsa y unos lentes, todo esto para no ser descubierta, paso por el área de seguridad diciendo mi nombre falso Rebeca Montesinos, paso mi huella dactilar falsa que indica al momento quien soy y me dan paso, Madox conduce hasta la última casa que queda cerca de un pequeño bosque, al llegar Ana me recibe con una silla de ruedas

— ¿Celosa de que me cargue tu prometido?

—Calla Gabriela, te extrañe tanto —me abraza y empieza a llorar en mis brazos

—Tranquila, estoy bien y recuerda que soy Rebeca Montesinos

—Lo siento... fue la emoción —Entramos y el aire que tenía retenido lo suelto al ver que todos están bien, lloro y abrazo a lo más importante en mi vida

—Ya todo pasó

—Lo sé —sonrió aun no creyéndolo

—Mi niña, que alegría verte bien —María me abraza, pero noto un cambio en ella

—Gracias, yo también me alegro de verlos a todos bien

—No debiste traernos pequeña —me menciona Jorge— no queremos ser una carga —creí que con el tiempo que llevaban con nosotras ya no se sentían así. ¿Seré yo o en Jorge también puedo notar otro cambio?

—Y no lo son —dejo a un lado mi paranoia y tomo sus manos para que vea que hablo enserio al decirle— son parte de mi familia ahora —me gano una gran sonrisa de agradecimiento por su parte

—Te duele pequeña —menciona María al notar mis vendajes

—No tanto, ya se pasará —y espero que sea verdad

—Gabriela se los he dicho todo —asiento a lo que Madox me dice, se a lo que se refiere, del mi gran problema

—Menudo lío traes niña —menciona un Jorge impresionado

—Perdón por no decirlo antes pero...

—Necesitabas saber si éramos de fiar

—Si —le respondo a María en un susurro