TRAS DE TI (En Corrección)

Capítulo 31

Albert

Seguí revisando todo y por ultimo deje el closet, lo abrí y empecé a inspeccionarlo bien para ver si no era una puerta a algo, todo apuntaba a que Gabriela estaría aquí, pues no hay más cabañas después de esta, tiene que ser esta o ¿es que yo lo quiero así?, no sé, lo que si se es que este closet tiene algo en particular que me atrae, enciendo la lámpara pequeña que traigo y empiezo a ver el fondo de este, no es madera lo que siento al fondo, sino otro tipo de material, pero no identifico cuál puede ser, sigo tocando he investigado cuando me sobresalto por una voz

— ¡¿Que se supone que haces ahí metido?!

—Señor yo...

— ¡Nos piensas robar! por eso andas revisando toda la casa ¡sal de ahí! Quiero que te vayas ahora y te lleves a tu amigo —lo observo y miro el closet— no escuchas o que ¡sal!

— ¿De que esta hecho? —por la expresión del anciano puedo ver que cree que soy un tonto al preguntar de que esta hecho

—De que va ser, de madera

— ¿Por qué el fondo parece de otro material?

—No tenía más madera, use otro materia para reforzarlo, ¿contento? ¡sal ya!

— ¿De qué material? ¿Acero? Tal vez hie... —no me deja terminar, me saca a empujones del cuarto

—Sal ya, deja de ser un preguntón, que no lleva a nada bueno en la vida

—Solo dígame

—Que te importa —me baja a empujones, después entra a la cocina y saca del mismo modo a Demian— fuera los dos, no son bienvenidos aquí

—Pero nosotros....

— ¡He dicho fuera!

—Viejo cálmate —le pide su esposa

—No, se van ahorita ¿Dónde está mi escopeta? —cuando la encuentra nos mira con rabia y nos apunta con ella

—Cuento tres y ya no están, uno

— ¡Viejo cálmate! —esta vez suplica su esposa

—Dos

—Lo sentimos, no queríamos molestar, gracias por su hospitalidad —explico de carrerita

—Tres —Demian y yo salimos rápido, pues el viejo si pensaba dispararnos— ¡y no vuelvan nunca!

—Estuvo cerca amigo —lo dice un Demian soltando el aire que retenía

—Ni que lo digas

— ¿Encontraste algo?

—Nada, solo un closet algo extraño, aunque ahora que lo pienso no y tú

—Pues la anciana solo me contó de sus nietos, de que viven aquí desde su jubilación, que tienen dos nietas quienes adoran y así

— ¿Dos nietas?

—Sí, es normal

—Sí, pero no sé porque aun siento que estuve cerca de encontrarla —Y no haberlo hecho me enfurece y preocupa al mismo tiempo

—El quedarte con las ganas te dejo así..., ya, no me mires así Albert, me asustas con tus ojos de amenaza, mejor concentrémonos en saber cómo encontrarla

—Creo que huyo de nuevo, este era el único lugar que nos quedaba por revisar

—Yo también lo creo

—Joder con tu hermana Demian —me ve enfurecido y sé que me soltara

—Joder contigo por joder todo amigo —Ahí está, nos miramos retadores, hasta que ambos decidimos no decir nada que después lamentemos