TRAS DE TI (En Corrección)

Capítulo 33

Gabriela

Después del gran susto que sufrí gracias a estos dos entrometidos que se encontraban en mi hogar, salgo del túnel y me reúno con los demás arriba. Jorge esta que echa humo mientras que María trata de calmarlo.

—Jorge, ¿está bien?

—No mi niña, esos tipos me desesperan, enserio son muy odiosos

—He...Que uno de ellos es mi hermano —le menciona Ana

—Pues no se nota, tu eres un dulce, mientras que él es un insolente —Ana empieza a reír a carcajadas

—Mi niña —llama mi atención María— el otro joven, al observarlo me pareció que tiene algunos rasgos tuyos

—Es mi hermano

— ¿Enserio?, no puedo creerlo, pero que simpático —sabía que la sonrisa especial de Demian funcionaria con María

—Te gustó verdad vieja —le pregunta Jorge con enfado

—Pues, me trata mejor que otros —levanta los hombros con inocencia

— ¿Cómo que mejor?, viejita, yo te atiendo siempre y... —sus voces se alejan cada vez más mientras salgo al jardín

— ¡Gabriela! —escucho a lo lejos a Madox, quién trae a un hombre esposado, me altero, saco mi arma y le apunto

— ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

—Señorita Gabriela, es un gusto volverla a ver, sabe, nos costó mucho dar con usted, no puedo creer que el jefe estuvo cerca de encontrarla, mejor dicho, ¡la encontró!

— ¿Quién es tu jefe? —pregunto, alterada por su emoción

—Albert, me dejo a cargo de vigilar esta casa, ahora que la he visto puedo dar las buenas nuevas a mi superior —bajo mi arma

—Pues fíjate que no, tu jefe nunca sabrá que me encontraste porque tú nunca lo hiciste —me mira confundido— él te lo explicara —voltea y Madox lo inyecta para que olvide todo como muchas veces hemos hecho con Demian, se queda desorientado un momento y luego cae desmayado gracias al golpe en la cabeza que Madox le ha dado con su arma

—Sabía que harían algo como esto —Albert sigue alterando mis nervios con sus acciones

— ¿Quieres huir? —aunque Madox me lo ha preguntado, sé que puede ver que no es lo que deseo

—Aún no, este es mi hogar —levanta al soldado caído y se lo lleva en su auto para dejarlo en un lugar lejos de aquí, no olvidara quien es ni para quien trabaja, solo olvidara el momento que me encontró y su misión

***

Estoy fuera de la cabaña, en un tipo de granero que hemos construido para trabajar en silencio con nuestras computadoras, ya que con el ruido de la casa no podemos.

Los ancianos se han quedado prácticamente con nosotros, nos cuidan por si vuelven y nos han adoptado como sus nietas, estoy feliz porque ahora ya no estamos solas.

—Madox, ¿qué más dice los archivos que la organización me transfirió?

—No mucho, solo habla de la banda, sus inicios, y de los integrantes que tu padre atrapo, nada más

—Siento que algo se me escapa —el nerviosismo que siento en mi pecho me lo indica

—Y yo creo poderte ayudar —al momento de escuchar esa voz, ambos nos volteamos sacando nuestras armas y al mismo tiempo presiono mi perla para que Ana se esconda