Capítulo 32

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Albert

— ¿Albert?

—He amigo, creí que no despertarías, eres un flojo —Demian sonríe y me muestra el dedo que a su hermana tanto le gusta mostrarme, estamos en el hospital, preferí que lo examinaran para saber que se encontraba perfectamente bien, se llevó un gran golpe al aterrizar en mi escritorio. La explosión fue solo una distracción para lo que en realidad querían y, no era Colton

— ¿Qué hago aquí?

—Tomando vacaciones, venga, levántate que hay trabajo —me tira una almohada que atrapo en el aire

—Enserio Ogro, ¿qué paso? No todo en mi memoria está claro

—Sabía que tu herma te la dañaría tarde o temprano —bromeo con él— pues bien, me tocara recordarte entonces, hubo una explosión, caíste en mi escritorio y te lastimaste la cabeza, al mismo tiempo te desmayaste, yo como tu buen amigo te deje encargado a Eli para que te cuidara y fui a ver qué pasaba

— ¿Y qué paso? —Le cuento todo lo que sucedió, la cara de asombro y preocupación que me dedica es la misma que yo tengo, pero en la mía le añadiré otra emoción, furia, al terminar mi relato trata de levantarse, pero lo detengo.

—Relájate, aun no estas para moverte

—Déjame, no tengo nada, mi hermana está en peligro y debo de ir a ayudarla

—Tranquilo Demian, yo...

— ¡No!, déjame ir, ella no te importa, a mí sí, es la única familia que tengo y la has puesto en peligro —al darse cuenta de lo que ha dicho me sujeta del cuello— idiota, ¡la pusiste en peligro!

— ¡Tú me hablaste del arroyo, yo no sabía que ella se encontraba allí!

— ¡Lo hizo Madox! —me suelta y se pasa la mano por el pelo castaño como el de su madre— joder, la pusimos en peligro por tratar que se reencontraran y arreglaran sus cosas, no pensamos que las personas que nos seguían la seguirían a ella, debemos de volver

—Lo sé, pero si regresamos estaremos buscando nuevamente una aguja en un pajar, por así decirlo

—Entonces qué propones

—Colton contó muchas cosas, tal vez por eso lo mataron, debemos de leer esa declaración y averiguar más sobre la banda Grillo, mi intuición dice que todo tiene relación y así encontraremos la forma de hallar a Gabriela sin seguir dando vueltas

— ¿Tienes los expedientes de esa banda?

—Hubo una segunda explosión y los quemo todos

—No, no puede ser y ahora que... —levanto la mano para que me deje hablar

—Tranquilo, los archivos de tu padre no se encontraban ahí, cuando falleció, Gabriela los guardo todos en su escondite secreto

—Que me imagino que tú conoces bien

—Por supuesto, si te encuentras mejor pediré tu alta y nos iremos cuanto antes por ellos

—Para luego es tarde amigo —salgo de su habitación y pido su alta. Al tenerla, ambos salimos del hospital y tomamos rumbo al escondite de Gabriela

***

— ¿Es aquí?

—Sí

—Vaya, mi hermanita es una sentimental, tuvo que ser su escondite la casa del árbol que construimos junto con papá

—A mí me dijo que tú no ayudaste en nada

—Claro, crees que mi papá le dejaría el trabajo pesado, no verdad, todo me lo dejo a mí y ella las pequeñas

TRAS DE TI (En Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora