Treinta y cuatro

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Entre muchas de las cosas que jamás creía que sucedería en su vida era estar con algún Alfa y luego casarse.

El Omega no podía creer lo que el reflejo del espejo le brindaba, un reflejo de él mismo pero vestido con un traje de novio. Era una de las cosas que veía imposible hace menos de cuatro meses, pero estaba ahí, siendo maquillado y vestido con aquel traje.

No quería creer que era él mismo chico Omega que estaba en campos de entrenamiento disparando flechas o luchando con armaduras a llevar puesto un estúpido traje de novio.

Así se sentía, estúpido y arrepentido.

Por que al verse así mismo en el espejo no le daba emoción, no había ni una chispa de felicidad. No había. ¿Por qué no podía sentirse como aquellos Omegas antes de estar en el altar, sentir nervios y mucha felicidad antes de dar el "si"?.

Más por lo contrario él príncipe deseaba salir y correr lejos del palacio. No quería esto. Además estaba Taehyung, ¿por que no podía sentir esa alegría que sentía con él Alfa en ese otro mundo? ¿Por qué lo sentía muy diferente? Él Taehyung que esperaba por él en el altar era más bien él Alfa que conoció toda la vida, era su amigo, no él Alfa del que se enamoró. Él Taehyung del otro mundo era alguien intimidante y atrevido pero a la vez era alegre, gracioso, le gustaba esa combinación. Pero con él que está apunto de casarse era alguien gentil, caballeroso, correcto, no estaba mal, pero no era lo mismo. Eran muy distintos.

Lo sentía distinto.

Se sentía estúpido por tal comparación por que al fin de cuentas finalmente seguía siendo él mismo Alfa que tomó otra personalidad que nunca existió. Se sintió estúpido por haberse enamorado de algo que nunca existió, algo que duró sólo 40 días.

Además otra pregunta era porque ya no podía sentir a su lobo... ¿Por qué ya no se manifestaba? El Omega podía recordar que el último recuerdo que tiene de su lobo fue antes de volver a ese otro mundo, luego de ello nunca más se comunicó con él. Parecía que había muerto o había dejado de existir al igual del Alfa que se enamoró.

Jungkook se preguntaba si era correcto casarse o no... No tenía mucho tiempo para pensarlo.



El Alfa Min Yoongi observaba a Jimin desde lejos que estaba siendo atendido por demás doncellas que arreglaban su cabello y vestido al Omega, a la vez otras le colocaban pulseras de oro puro, un collar de perlas y una tiara de diamantes sobre el cabello.

Algo que él Alfa podía reconocer era la belleza de ese Omega, sin duda Jimin era muy hermoso.

Pero aún así no se sentía atraído por él y era algo que cuestionaba a su lobo, este siempre le decía que no era su Omega. Pero también podía recordar que en el diario, él mismo expresaba haberse enamorado de un Jimin adorable, amable, tímido que apenas se podía escuchar lo que decía... Tal vez esa era la repuesta, en su mundo ese Jimin no era un príncipe al que atendían muchas doncellas sino era alguien que hasta cocina muy rico, según su diario. Y no este Jimin que es alguien que moriría antes de tocar una olla.

La diferencia era demasiada y pensaba que esa era la respuesta, no eran lo mismo por lo tanto no podía decir estar enamorado de alguien que parece otra persona, solo por ser Jimin. Sería engañarse.

Min Yoongi llegó a hacer una comparación para distinguirlos. Era como si Jeon Jimin y Park Jimin (según su diario era Park y no Jeon) eran gemelos que compartían el mismo rostro sólo que personalidades diferentes pero seguían siendo Jimin en el rostro. Park Jimin fue quien lo enamoró pero este desapareció para siempre pero ahí está Jeon Jimin pero este no se parece en nada a Park Jimin, por lo tanto no puede enamorarse de él sólo por que tiene su rostro.

40 DÍAS •TAEKOOK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora