Doce

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Avertencia: Este capítulo contiene escenas +18 y si eres menor de edad leer bajo tu responsabilidad.

Jimin ingresó a la habitación de Yoongi, tratando de ser lo más silencioso de lo que estaba, caminaba como si una bestia dormía y no quería despetarlo

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Jimin ingresó a la habitación de Yoongi, tratando de ser lo más silencioso de lo que estaba, caminaba como si una bestia dormía y no quería despetarlo.

Tenía miedo y no sabía por qué.

Se sentó en la cama, suspiró y miró el pantalón que tenía en su mano y sonrió. Suspirando se quitó el uniforme de la universidad quedando solo en boxers, miró su cuerpo desnudo y solo suspiró por que hasta ahora seguía con esa sensación de que su cuerpo no es suyo, lo sentía ajeno. Pero él sabía que era una completamente una maltida locura por que eso no es posible, tal vez el hecho de muchos Alfas utilizaron su cuerpo lo sentía ajeno por que literalmente hacían de su cuerpo lo que les de la maldita gana.

Jimin de vuelta tuvo que reaccionar a su realidad torturosa y fea, se colocó aquel pantalón que le dió El beta. Luego con mucha timidez fue al armario de Yoongi buscando algo cómodo. Pero por la timidez, ni siquiera se tomó el tiempo de ver algo de su estilo, solo tomó lo primero que tocaron sus tiernas manitas.

Se desplomó en el piso con las lágrimas en el rostro por que de la nada su mente lo castigaba por estar en la habitación de un desconocido pero conocido.

En su mente se reproducía las palabras de Minho y otros Alfas.

Eres fácil.

Tu solo buscas prender fuego y no querer apagar lo que incendias.

Tu eres él que se nos ofrece.

¿Realmente era así? No, claro que no pero según  Jimin era así por que muchas veces se lo habían repetido hasta que él mismo se lo había creído.

Su cabeza tocó el frío piso de la habitación del mayor y sus lágrimas corrían por su rostro. Reprochandose por qué se encontraba en la habitación de Yoongi como si se estuviera ofreciendo. Eso era lo él pensaba.

Luego de estar unos minutos en esa posición solo se escucha los sollozos poco audibles de Jimin, quién en su mente se cuestinaba por pensar asi. Él "beta" no había hecho nada para que Jimin piense así de él, solo fue amable y gentil desde un principio, jamás mostró indicios de que solo estaba con él para obtener algo de él.

Otra vez Jimin se sentía mal por pensar así. Arrepentido limpió sus lágrimas de su rostro con brusquedad, se puso la polera y fue directamente al baño de Yoongi lavando su rostro.

Pensó que lo mejor era irse a su casa y permaner en su baño todo el tiempo que quisiera, llorando hasta quedar dormido. Era una costumbre que tenía desde hace mucho.

40 DÍAS •TAEKOOK•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora